03 | Eres un idiota

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—¿Usas labial, Max? —se burla mi gran amigo Raúl.

Dejo de teclear en la computadora para verlo.

—¿Por qué estás de metiche en mi mochila?

—Porque estoy aburrido —sonríe de boca cerrada y alza ambas cejas— ¿Entonces si es tuyo?

Pongo cara de póker y me contengo en darle un buen zape.

—Si, pendejo. Tengo una vida nocturna y me gusta que me den por el culo —su expresión es de horror, ahora si estiro mi brazo y le doy un golpe en la cabeza—. Obvio no, idiota. Es de mi novia.

—¿Novia? —se parte en risas—. Tú no tienes novia.

—Uy si, ¿Cómo sabes? —inquiero retador, gira el labial en sus dedos y sonríe de dientes completos.

—Te conozco mosco, somos amigos de la infancia me dirías si llegaras a tener novia —alardea, ruedo los ojos y regreso a mi trabajo—. Y déjame decirte que no puedes seguir diciéndole a Lucía novia.

—Es mi amiga con beneficios, ya lo tengo claro, Raúl. Gracias.

Me da unas palmadas en el hombro, suspiro y tecleo en mayúsculas el nombre de Lucía, le pico a otras teclas y aparece un corazón negro chiquito a lado de lo que escribí.

—¡No! ¡Entiende imbécil! —grita y cierra la laptop de golpe casi machucando mis dedos—. Lucía ya tiene novio, uno el cual regresó ayer y por juzgar en sus historias de Instagram hubo sexo de reencuentro, así que... —se acerca, lo miro serio, con su dedo golpea su sien repetidas veces—. Métetelo en la cabeza, fuiste su juguete por un rato, fin.

Esta cabreado, se deja caer en la silla y el sonido de unos tacones resuenan en mis oídos.

Mierda.

—Ya, en serio chicos, si no van a venir para estar en silencio o estudiar sálganse de la biblioteca.

Respiro hondo, me recargo en la mesa y le sonrió coqueto.

—Lo siento mucho, Raquel. Prometemos no volver a gritar ¿Verdad?

Miro de reojo a mi amigo, este asiente y simula cerrarse un zíper en los labios.

—Bien, solo porque son mis chicos favoritos, pero en serio —ahora ella repite lo de Raúl—. Callados o los saco de las orejas.

Nos apunta a ambos, le guiñó un ojo y da media vuelta yéndose, contonea sus caderas sensualmente causando que mi amigo se muerda el puño viéndola.

—Mierda, con ese trasero si le doy.

—¿Suggar mommy?

Me recuesto en la silla viéndolo pícaramente, este se muerde el labio inferior y pasa su mano por encima de su entre pierna. Lo manoteo para que deje de verla perverso.

—Solo son un par de años...

—Ni lo pienses.

—Ay cállate, tú te metiste con alguien que tiene novio y te desecho como basura después —dice burlón—. Así que un buen polvo con la bibliotecaria sexi no se ve tan mal.

—Si tú lo dices —mascullo cansado, vuelvo abrir la laptop y borro con violencia el nombre de Lucía.

Púdrete zorra.

***

—Al fin, salimos de ese infierno.

Exagera demás al cruzar las puertas principales, le digo dramático y este ríe sin gracia.

Sueño profundo © [✔️]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα