Capítulo 12.

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Me ponía la almohada sobre la cabeza, me dolía un poco la cabeza, empezaba a preguntarme si valía la pena ir a estudiar.

—Hermano, ya son las siete ¿no vas a arreglarte?—me interrogó Sabrina.

—No, creo que no iré a estudiar.

—Vamos, te has golpeado de formas peores la cabeza, como aquella vez que te rompieron la escoba en la cabeza—recordó—además prometiste que hoy me enseñarías quien es tu novia.

—Eso fue hecho con puro fin científico y Logan lo hizo con cariño—me reí—además Anna no es mi novia.

—No aún.

—Necesito tu positivismo en mi vida.

—Vamos a estudiar, mamá se fue porque papá olvido su almuerzo, te toca llevarme a estudiar.

—Ni modo.

—Piensa en que verás a Anna hoy, que sea tu motivación.

—Deja que me arreglé y nos vamos.

Ella se rio y salió corriendo de mi habitación, me puse de pie y me apresure a alistar mis cosas.

****

Estaba con mis amigos hablando cerca de mi casillero cuando voltee a ver hacia el casillero de Anna, ella estaba ahi, tenía una mirada triste, sostenía una nota en sus manos.

—Ya me voy chicos—me despedí.

Estaba apunto de irme cuando de repente uno de ellos me tomo el brazo, me gire para verlo confundido, se trataba de Josh.

—Vas con Anna ¿Cierto?—me interrogó.

—Si—sonreí tontamente—¿Por que?

—¿No crees que pasas mucho tiempo con ella?—me cuestionó Logan.

—¿Tienen algún problema con eso?—dije molesto.

—Si, ya no eres el mismo, ella te hizo cambiar, ya casi ni estas con nosotros, solo estas con ella o si milagrosamente te juntas con nosotros lo único que haces es observarla—explicó Josh enojado.

—Mejor me voy, ya se pusieron insoportables, parecen mis novias.

Me di la vuelta y empecé a caminar, era increíble que estuvieran celosos de Anna.

—Te gusta ¿Cierto?—soltó Logan de repente.

Me quedé perplejo, no sabía que responder, así que simplemente seguí mi camino.

—Te dije que sí le gustaba Anna, que ridículo cambiar solo por una chica—le dijo Josh a Logan molesto.

Me detuve, no entendía su actitud, hice una mueca, regrese hasta donde estaban ellos.

—¡Si me gusta! ¡Y mucho!—respondí—¿Que tiene eso de malo? Prefiero estar con ella ¿Y que?

Ambos se asombraron, yo me sonroje, no sabia porque había hecho eso, me di la vuelta y seguí mi camino. Anna estaba perdida en sus pensamientos, me pare frente a ella y no se dio cuenta.

—¡Oye!—exclame.

Levantó su rostro, al verme sonrió, escondió la nota en su espalda, traté de no prestarle atención a eso.

—Buenos días—saludo.

—¿Que te sucede?

—Nada...estoy bien, absolutamente perfecta—mintió.

—Ya sabes que no puedes mentir.

—Okay...lee esto—me entregó la nota—¿Tu crees que debería de ir?

Leí la nota, me quedé perplejo, esta decia:

«¡Hola Anna!

Me encantaría que habláramos hoy a la hora de recreo, necesito que aclaremos algunas cosas.

Att: Henry»

Rompí la nota en mil pedacitos y los tire a la basura molesto, ella me observaba confundida, que idiota soy para disimular.

—¿Eso que significa?—me cuestionó.

—¡Me enfado porque no se leer!

—¡Diego! Esto es serio—explicó mientras reía.

—No lo es si te ríes—la observé por un momento—¿Anna puedo decirte lo que creo que es correcto y lo harás?

—Claro, confió en ti.

—No creo que deberías ir con él, Anna no quiero que ese tipo intente hacerte algo malo de nuevo, se que te va costar no ir, porque te gusta, pero creo que seria lo mejor que no vayas ¿Me prometes que no iras?

—Te lo prometo, te agradezco por ayudarme y estar siempre para mi cuando te necesito.

Asentí con la cabeza muy contento, me despedí con la mano, me di la vuelta y camine hasta mi clase.

¿Cómo hago que me ames? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora