Capitulo 35.

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—Y así fue mi historia con Anna, pero en resumen estoy aquí, por segundo año consecutivo, por que Anna me tiro jugó de uva en el saco blanco de mi padre—concluí la historia.

Mi primo Luke se secó unas lágrimas, siempre había sido muy sentimental.

—Yo me refería si viniste en bus o en auto—mencionó Luke.

—¡Oh, lo siento! Vine en auto, mi padre me pasó dejando de camino al trabajo.

—¡Tu historia fue hermosa! Ojala encuentre a una chica como Anna.

—Solo ten paciencia, ya llegará cuando menos te lo esperes.

—¿Y cuando piensas pedirle que sean novios?

—Quizá cuando vuelva a la ciudad, no lo sé, además quiero que sea especial, algo se me debe ocurrir.

—¿Y si la llevas a un restaurante lujoso?

—Pues es algo sencillo...

—Entonces regalale un pony—se burlo.

Voltee a verlo, el bufo, me acerque a él emocionado, se me había ocurrido algo increíble.

—Me acabas de dar una gran idea.

—¿Si le darás el pony?

—No, Anna me dijo una vez que esperaba que Henry la llegara a traer como un príncipe, pero que eso nunca sería posible.

—¿Entonces...?

—¡Vas a darme un caballo!

—No, no, no, yo no puedo hacer eso.

Él se apartó rápidamente y salió del granero, lo seguí casi que corriendo, me puse frente a él.

—¡Vamos amigo! ¡Ayúdame!

—No Diego, no quiero meterme en problemas.

—No me lo llevaré para siempre, lo usaré unas tres horas y lo regresó al establo.

—Es ilegal.

—No se darán cuenta, pero por favor ayúdame.

—¡No!

—¡Bien! No quería usar esta carta pero lo haré.

—¿Que carta?

—Le diré a tu padre que fuiste tú quien estrelló el tractor en el granero y no tu tío el borracho.

—No lo harías...

Sali corriendo en dirección a la casa, mi primo me seguía pero no era tan rápido como yo.

—¡Tío! ¡Tío!—comencé a gritar.

Caí al suelo, estaba adolorido, levanté la vista y vi a Luke sobre mi, me había derribado, lo observe molesto.

—Ya está bien, lo haré, pero no le digas nada a mi padre.

—Esta bien, si me atrapan diré que yo te robe las llaves del establo.

—Ven—me extendió la mano para ayudarme a ponerme de pie.

—Bien, iré a escoger mi caballo, luego de ponerme hielo en el hombro, me lo lastimaste salvaje.

—Yo no te lastimé, no es mi culpa que la gente de la ciudad sea débil.

Le di un puñetazo en el brazo, él solo se quejo, entramos a su casa más tranquilos, nos sentamos en el comedor.

—Dime ¿que harás con sus padres?

—Tomaré un bus a la ciudad, les pediré permiso sin que Anna me vea y volveré corriendo hacia acá.

—¿Eso va a funcionar?

—Si, porque tu me vas a ayudar.

—No, vete al diablo.

—Recuerdas cuando...

—¡Ya, esta bien!—me interrumpió—me toca ir a la ciudad el próximo jueves por algunas cosas, mientras las compro puedes ir a verlos.

—Eres un encanto amigo.

—¿Y como sacaras a Anna de casa?

—Le diré que necesito una figura especial limitada de mi serie favorita y en lo que va a buscarla entro a su casa.

—¿Como sabes que sus padres estarán ahi?

—Su padre se queda en casa cada que habrá final de  partidos, el próximo jueves es la final de Europa.

—Sabes demasiado, me asustas.

—Lo sé porque fui a ver a Anna un día y justo había final de partido, su padre nos hizo quedarnos viendo el partido con él, ya que no podía supervisarnos.

Él soltó una carcajada, solo lo vi molesto, se acomodo en su lugar.

—Bien, estate listo el jueves porque nos vamos a las ocho.

—De acuerdo.

Estaba nervioso, debería hablar con los padres de Anna, solo, sin ella dándome apoyo moral, esperaba poder tener el valor de hacerlo y no acobardarme.

¿Cómo hago que me ames? Where stories live. Discover now