¿Cómo hago que me ames?

Capitulo 30

Estaba charlando con mis amigos, cuando de pronto algo capturó mi atención, la chica más hermosa entró al lugar, se miraba un poco triste, vi que se sentó en una de las mesas y se quedó sola, no pude evitarlo y me puse de pie, me dirigí hacia ella. Me senté a su lado, pero ella no le tomó importancia.

—Linda noche ¿verdad?—mencioné.

Ella me volteó a ver, en cuanto lo hizo se sorprendió, solo le sonreí.

—¿Que haces aquí?—preguntó confundida.

—Pues le prometí a una hermosa chica que la acompañaría al baile.

—¡Aww que lindo eres!

—Si pero como no vino creo que puedo estar un rato contigo.

—¡Tonto!

—Solo bromeo—me reí.

—¡Eres un tonto!

—¿Quieres bailar?

—¡Si quiero!—contestó emocionada.

—Pues lastimosamente yo no bailo así que te tendrás que quedarte con las ganas.

—¿¡Y por que me preguntas entonces!?—alegó molesta.

—¡Yo sólo quería saber!

—¡Ash!

—Aunque puedo hacer una excepción por ti.

—¿En serio?

—Por ti lo que sea.

Nos pusimos de pie, fuimos a la pista, en cuanto nos pusimos a bailar me puse nervioso, estábamos tan cerca, era algo extraño, bailabamos una canción lenta, para disimular mis nervios solo hacia muecas de desagrado, Anna sólo reía por ello.

—Si no quieres no debemos hacerlo.

—No, dejare que me sigas presumiendo.

—¡Tonto!

—¿Como te fue ayer en tu cita con Henry?

—¿Como sabes que salí con el?

—Kate me contó.

—Debí imaginarlo.

—¡Vamos! ¡Dime!

—Pues él me pidió que fuera su novia.

—¿Y que le respondiste?

—Que no quería ser su novia.

—¿Por que? Estuviste esperando eso toda la vida.

—No exageres—se rio—el punto es que lo rechaze ya que ahora me gusta otra persona.

—¡Ay por Dios! ¿Y ahora a que otro imbécil debo aguantar?

—No se si lo conozcas, es lindo conmigo y muy divertido, es el chico malo de su secundaria.

—No puedo competir con él—susurre.

Él tipo era demasiado increíble, seguro él si fuma y por eso le gusto a Anna.

—Y se llama Diego.

La observe sorprendido, aparte la mirada estaba sonrojado, no podía verla, no me creía lo que me estaba diciendo, sonaba a algo irreal, sólo me pude reír.

—Diego tú me gustas.

—Ojala hubieras dicho eso antes, porque tu ya no me gustas.

Ella se quedó atónita, bajo la cabeza, se veía decepcionada, la entiendo ¿quién querría perder a este galán?

—Claro...lo entiendo.

Ella solo me sonrío, volteó a ver a otra parte, me sentía mal, quizá me pase con mi broma, me acerque y le di un beso en la frente, ella me observó confundida, le di un abrazo.

—Tu no me gustas, yo estoy enamorado de ti.

—Ahora entiendo porqué me perdonaste todas mi tonterías.

—Casi pierdes a este guapísimo hombre.

—¿Me perdonas por todo lo que te he hecho?

—Te perdono unicornio.

—Gracias—me sonrío.

—Pero si quieres hacer algo para compensarmelo, ponte esto.

Le entregue una bolsa de papel que llevaba en mi chaqueta, la había hecho por si Anna llegaba con Henry, no quería que ambos me vieran, la bolsa tenia dos agujeros para que pudiera ver.

—¿Para que?—cuestionó confundida.

—Así no vas a opacar mi belleza.

—¡Tonto!—dijo mientras me pegaba con la misma bolsa.

—Bien damela, me la pondré yo, así ya no me dará tanta vergüenza estar contigo.

Empezó a golpearme con la bolsa, solo me reía, la tomé de las muñecas para detenerla, al tenerla tan cerca no pude evitar darle un beso en los labios, mi corazón latía fuertemente, era algo mágico, me sonroje, me aparte, al verla a los ojos, note que los suyos tenían un inusual brillo, ella se fue a sentar a su mesa, yo la seguí.

—¿Estas bien?—pregunté sin poder aguantarme la risa.

—Gracias por la libreta, me encanto—mencionó cambiando el tema.

—Me alegra—dije divertido.

Me quede en silencio, solo la observaba, era tan hermosa, estaba tan feliz, nunca me imagine que le daría mi primer beso a Anna, cada que lo recordaba me sonrojaba. Ella se me quedó viendo.

—¿Que tanto me miras? Se que soy muy guapo pero me siento acosado.

—¡Ash! ¿Nunca dejaras de ser un egocéntrico?

—¿Nunca dejaras de ser tan bonita?

Ella se  sonrojo, solo me pude reír, ella apartó la mirada.

—¿Que pasa unicornio? ¿El dragón te robo la lengua?

—¡No!—grito molesta.

Me reí, después me quedé observándola con detenimiento, ella estaba nerviosa, solo recuerdo haberla visto así por Henry.

—¿Alguna vez te imaginaste que yo me enamoraría de ti?—indague curioso.

—No, la verdad...no creí ser tu tipo de chica.

—Segun tú ¿Como crees que es mi tipo de chica?

—Pues...ya sabes...supongo que guapísimas, como Kate.

La miré molesto ¿por quien me toma?  Solo me reí.

—¿Que tan superficial crees que soy?

—Pues...

—Eres una tonta ¿Lo sabes?

—¡Idiota!

—Así tratas a tu futuro esposo.

—¡Ni hemos sido novios!

—Yo te lo iba a proponer, pero ahora ya no quiero nada.

—¡Oye! ¡No seas así!

—No se nada, preguntale a tus amigos.

Ella se empezó a reir, solo me observaba alegre.

—¿Te parece si tenemos una cita? Dependiendo de eso ya veré si te permito ser mi novia.

—¿En serio? Que honor—se burló.

—¿Entonces? ¿Que dices?

—Pues...