Una chica para tres hermosos pecados.
Sexo.
Problemas.
Tres hermanos.
Una chica.
La sumisión es el arte perfecto para ellos.
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La historia es 100% mia. No se aceptan adaptaciones ni mucho menos copia.
La portada hecho por mi.
Si no te g...
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El vestido era perfecto.
Era rojo pegado al cuerpo. Tenía su escote. Su largura era hasta las rodillas y un poco más arriba. La tela es de seda por lo que es totalmente cómodo.
Compre algunas cosas, bikinis, shorts, camisas, y cosas para playa. El regreso a casa fue silencioso el chofer era un hombre mayor y serio.
Mi teléfono sonó, por un momento pensé que era mi madre o mi padre, pero no fue asi
Numero desconocido.
–¿Alo?– Dije.
–Maxime soy Paola.
¿Paola?
¡Paola! La chica de cabello azul.
–¿Como conseguiste mi número?–Le pregunté.
–Me lo pasaron, feliz cumpleaños – Dice con una risita.
Okey acepto que me da un poco de miedo.
–Emm gracias...
–Es que en la página oficial del colegio colocaron los cumpleañeros de hoy, no pienses que te acoso, no, me gustan los penes y.... ¿Hablo mucho verdad?
Okey, ya no da tanto miedo.
–No tranquila solo me tomo por sorpresa.
–Lose, es que eres mi única amiga o conocida en la ciudad. No podía no decirte feliz cumpleaños.
–Otra vez gracias, no pensé que me ibas a llamar.
–Si es normal.....
Hablamos un rato más, y pude notar su acento francés, si ella es francesa, y vive solo con su madre. además, habla mucho, la verdad me agrada, me gusta que la gente sea asi de abierta. Me cuesta socializar pero Paola lo hace más fácil.
Al llegar a casa le tuve que decir que tengo cosas que hacer. Y asi fue. Al bajar del auto, arregle mi falda negra de tabletas. Francis me ayudo con las compras y yo camine detrás de él.
–¡Maxine! – Un grito hizo que dejara de mirar mi teléfono y me diera la vuelta.
Alice con Lisa.
Por educación sonreí.
–Hola...
–quería pedirte una disculpa por cómo se comportó Jorge, sabes cómo son los hombres cuando ven a una mujer guapa – Dice Alice con una mueca.
¿Estaba defendiendo a su hijo?
Eso no tiene ni una excusa.
Lisa me miraba de arriba y abajo. sentía el odio y el enojo de ella hacia mi.
–No, podre ser muy educada pero no quiero ni acepto sus disculpas, valgo demasiado como para aceptar. Me quiso tocar sin ni consentimiento, eso no es de hombres.
