Capítulo 22

769 95 25
                                    

Monito llorando le dijo ah Tacho...

Monito: papá, la tiene Barto, la estaba apuntando con un arma, traeme amí mamá, todo fué mí culpa -dijo en un mar de lágrimas-

Malvina les explicó mejor lo que había sucedido y Thiago al escuchar eso fué corriendo hacía el loft y los demás lo siguieron, pero Tacho se quedó agachado y diciéndole ah Monito...

Tacho: no es tú culpa, ella te ama tanto cómo yo, sólo te protegió y vos solo querías salvarla, sabelo, siempre te vamos ah proteger poniendo nuestra vida en riesgo, porque vos sos nuestro hijo -dijo abrazandolo para calmarlo y después de eso salió en busca de su novia-

Thiago enfurecido trataba de tirar la puerta abajo, pero sólo no podía, así que Rama y Lleca lo ayudaron, para así abrir la puerta, cuando la abrieron te encontraron con Barto rodeandote el cuello y con su otra mano apuntándote con un arma...

Barto: purrete, salí de acá, no quiero lastimarla -dijo enfurecido, mientras te sujetaba más fuerte-

Thiago: no, soltala vos, ya bastante daño le as echo, nos separaste, le hiciste vivir con dos borrachos, estuvo en la calle, no voy ah permitir que la vuelvas ah lastimar de nuevo, antes te mato -dijo sacando un arma y apuntandolo-

T/N: ¿qué decís Thiago? -dijiste sin entender nada- soltá el arma, vos no te vas ah convertir en un asesino cómo él, me escuchaste, no lo voy ah permitir, sos distinto ah él, no te conviertas en una basura como esta -dijiste asustada, intento hacerlo recapacitar-

En ése momento entra Tacho...

Tacho: soltala, porque te mato -dijo enfurecido intentando llegar hasta él, pero Rama y Nico lo detenían-

Barto: salir todos o la mato, vosotros decidís

Thiago vió cómo le suplicaba con la mirada que soltara el arma y así lo hizo, la soltó y Tina la agarró...

Pero en ése instante entró Luz por la puerta diciendo...

Luz: ¿mamá? No cambiaste, sos una mentirosa, te odio

Tina al ver ah Luz soltó su arma y se puso de lado de los chicos diciendo...

Tina: no Lucecita, yo me voy ah entregar, mi señor, solta ala purreta, yasta, ya perdimos -dijo intentando que recapacitara-

Barto: traidora, no, vayan hacía la cocina, yo me voy con la chica o hacen lo que yo digo o la purreta se muere y no quieren eso verdad che

Todos le obedecieron y salió con vos del loft, una vez en la calle, tiraba de vos, aunque ofrecieras resistencia...

Pero en la calle, estaba Monito, que al ver eso se acercaba corriendo hacía vosotros, Barto lo apuntaba con el arma, pero Monito, seguía corriendo hacía vos...

Empujaste ah Barto cómo pudiste, te dirigiste corriendo hacía Monito para salvarlo, Barto apretó el gallito, disparando así hacía Monito, para que así le diera tiempo ah escapar, pero vos te pusiste en medio, salvando así ah Monito...

Barto escapó...

Cuándo sentiste la bala caíste al piso de golpe, mientras veías cómo Monito llorando te besaba sin saber qué hacer, diciéndote que no lo dejaras, vos subiste la mano acariciandole para que se calmara, mientras le susurrabas un te quiero...

Los chicos que vieron todo, estaban corriendo hacía vos, Thiago gritaba enfurecido y lleno de rabia, gritaba...

Thiago: NOOOO, NO PUEDE SER, NO ME PUEDO QUEDAR SIN MÍ HERMANA DE NUEVO -gritaba antes de tirarse al suelo abrazandote y llorando, mientras herida de baja de tu estómago, derramaba sangre, y Thiago quitándose su camiseta y poniéndotela encima de tu herida intentaba parar el desangrado, mientras te suplicaba que no lo dejaras-

Vos con las pocas fuerzas que te quedaban lo acariciabas, Lleca y Rama estaban devastados, llorando los acariciaste como pudiste, para que se tranquilizaran...

Mientras Mar, tú mejor amiga, tú compañera en las buenas, pero sobretodo en las malas se tiró de rodillas en el piso derramándose en lágrimas, le acariciaste la pierna y le susurraste te quiero amiga...

Tacho se quedó tildado, cogiendote en brazos y corriendo con vos hacía el hospital, mientras te repetía una y otra vez te vas ah poner bien, no me vas ah dejar, no te voy ah perder ah vos no, decía una y otra vez mientras lloraba y sus ojos te suplicaban que no lo dejaras...

Lo abrazaste, y le susurrabas con apenas voz sos el amor de mí vida...

Una vez llegaste al médico, llegaste ya sin conocimiento, completamente desmayada, por el dolor, el desangrado y por el agotamiento...

Casi Angeles Tacho y TuWhere stories live. Discover now