t r e c e

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—Te amo Lou.

La castaña miro a la pelirroja que se encontraba sentada junto a ella, en unas escaleras de una fuente.

La pelirroja parpadeó perpleja.

Entonces Hermione se acercó a ella y en un lento movimiento sus labios se unieron.

Se sentía bien. Se sentía como algo que es extremadamente revelador. Un dejá vu hacia los colores, sabores y pensamientos más lindos. mariposas en el estomago. Un placer prohibido y oculto.

Eran felices.

Era como un sueño.

Una voz lejana se escuchó repentinamente cercana.

—Anormal.

Su hermano se alejaba de ella y llevaba a Hermione consigo.

Parpadeó.
Y se encontraba en la estación King Cross, dentro de la plataforma 9¾.
Pero no había nadie más junto a ella, más que sus padres.

Sintió un pasajero nudo en el estómago cuando vio a Hermione y a Ron, sus hijos. Felices.

Eran felices.

Era como una pesadilla.

—¡Louise!

—¿Ginny?

La mencionada miro con los ojos abiertos a su hermana.

—¿Tenías pesadillas?

La pelirroja no pudo responder.

Se vistió lo más rápido posible y salió al gran comedor, dónde su estómago dió vueltas al ver a Hermione. Recordando su sueño.

Pero volvió a dar otro volcon, cuando vio a Ron, hacer reír a sus dos amigos; Harry y Hermione.

Sonrió lo más que pudo y se sentó junto a Neville.

—Louise. —Hablo Neville con una sonrisa.

Louise le devolvió la sonrisa a Neville.

—Oh, creo que ayer Luna te estaba buscando, menciono algo sobre navidad.

—Gracias Neville, yo hablaré con ella.

Neville asintió y siguieron comiendo y teniendo una pequeña conversación.

Neville estaba acostumbrado a tener que hablar bajo cuando esta junto a Louise.
Pues está última no disfruta de los tonos altos que utilizan las personas cuando hablan.

—¿Entonces Hermione te está ayudando?

—Eso creo.

Neville asintió.

—¿Te sigue gustando?

La pelirroja abrio los ojos y miro a Neville con horror.

—¡Neville! e-eso no se grita.

—Pero si hablé normal.

—N-no, Hermione es solo una amiga.

El Gryffindor abrió los ojos.

Louise miro hacía atrás, a donde estaba mirando Neville.

—¿Qué?

Se arrepintió al instante cuando vio a Hermione parada junto a ella.

—¿Qué yo qué?

A Louise se le fue la sangre.

—A-a...

—Ah, Louise y yo platicábamos sobre el E.D, ella no ha logrado conjurar su patrona, oh y también platicamos sobre los patronus más lindos, ¿Sabías que el de Ginny es un-

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