ASPERGER©

s i e t e

30/ 11/ 1994

Querido diario.

Hoy me quedé casi a solas con Hermione, pues los gemelos estaban en su tienda de sortilegios, Harry y Ronald los acompañaron, sinceramente no se donde esta Ginny pero creo que esta con Luna... lo cual es simplemente indignante, se que estamos en el mismo grado pero... ¿Por qué se tiene que robar a mis amigos? Ella es lo suficientemente social para conseguir otros amigos, digo, tiene a Zabini a sus pies y a cualquiera que se le pase por enfrente, solo no lo entiendo, quiero irme de aquí.
Hermione acaba de salir del baño con una toalla en el cuerpo y me pregunto si la podía ayudar a elegir la ropa que usara en navidad, obviamente le dije que estaría muy complacida con eso, no s-

—Oh, Louise, no te había visto, perdón, me iré a bañar, ¿está bien?

La pelirroja parpadeo varias veces y bajo su mirada, todos sabían que eso era como un SÍ, mientras que un NO era simplemente no mirar a la persona.
Aunque ella no lo supiera, toda la familia hacía lo posible para entenderla.

Más tarde la castaña salió del baño de la habitación con una toalla cubriendo su cuerpo. Mientras la pelirroja seguía leyendo y releyendo sus propios versos en sus poemas.

—Todavía no decido que ponerme para Navidad, ¿Quisieras ayudarme?

La pelirroja no respondió, miró hacia arriba viendo a Hermione que la estaba mirando, con una toalla, automáticamente sus mejillas se tornaron rojas y el pequeño TIC en el ojo, empezó. Una especie de guiño que se hacía presente en su ojo izquierdo cuando estaba demasiado nerviosa.

—Oh, no te pongas nerviosa. Me iré a cambiar, ahora vuelvo y me ayudas.

La pelirroja se apresuró a escribir en su diario, lo que estaba pasando.
Después de muy pocos minutos salió Hermione con unas botas cafés, unos vaqueros y una camisa roja con la bufanda que le había tejido Molly hace unos años de color rojo escarlata.

—Bien... —Saco algunas prendas de su baúl.— Estas son las opciones, son muy sencillas pero...

La castaña se calló. Recordó los navidades anteriores de los Weasley, en  las que la pelirroja usaba la túnica de Gryffindor. Nadie sabía porque.
Los demás días del año en los que no tenía puesta la túnica, vestía con prendas normales, pero de no haber sido por Luna y Neville vestiria esas túnicas todos los días del año.

—Pero... creo que ya se cual elegir... ¿Qué te vas a poner tú, Louise?

La pelirroja volteó a ver una bufanda de Gryffindor que colgaba en un ganchito de la pared.

—Oh, ya veo ¿Te parece si te ayudo a elegir otra cosa? —Preguntó la castaña con delicadeza.

La pelirroja parpadeo y bajo su mirada.

—¡Genial! Tengo muchas cosas que puedes medirte mías, ¡Oh, espera! Vamos con los chicos, así podemos comprarte algo lindo.

La pelirroja no miró a Hermione.
Pero Hermione no se rindió.

—¿Por favor?...

Louise parpadeo varias veces y bajo la mirada, sonriendo internamente.

—¡Oh, sabia que podía! Vamos, vamos, te aseguro que te verás hermosa. —Esto último sonrojo a la pelirroja.