Mi Sexy Profesor ✔️

Capitulo 26

-M-Mew-. lágrimas empezaron a surgir de su rostro y tratando zafarse de su opresor,empezó a forcejear, Aunque sintió que sus intentos por liberarse eran inútiles, no dudaba, y cuando sintió que era un poco liberado de su prisión, dio un golpe certero se estómago y rocío un poco de gas pimienta sobre sus ojos, haciendo que la persona en capucha soltara un grito y cayera al piso retorciéndose del dolor, Corrió lo más rápido que pudo al lado de su pareja, y viendo que no está golpeado, ni dañado, empezó ayudarlo a desatarlo, pero se dio cuenta de un detalle.

Las malditas cuerdas estaban casi sueltas, por no decir sueltas, Gulf miró con incredulidad a su Profesor

- ¿Pero ¿qué... -? Y antes de que pudiera terminar de formular la pregunta, Mew se levantó, detrás de sus manos, saco un ramo de rosas, tan hermosas y únicas como su amado.

-Te amo Gulf, como no puedes imaginarlo - se acercó a un muy confundido, nervioso, exaltado y temeroso chico

- ¿Qué significa esto Mew? -. Grito, muy atemorizado y apunto de un colapso nervioso

- Gulf -

-. ¡Explícame con un demonio! ¡¿Qué clase de maldita broma fue está?! - Y escuchando como él "secuestrador" tosía y trataba de aclarar su voz, miro furioso a Mew.

-Yo te explicaré - hablo aquel secuestrador, lo podía escuchar detrás suyo, y fue cuando la reconoció, su "Secuestrador" era uno de sus amigos, al verlo quitarse el pasamontaña fue que lo descubrió.

Gulf abrió sus ojos entre sorprendido y muy enojado.
- ¿T-tú? -. Exclamó sumamente sorprendido -. ¿Qué estás haciendo aquí, y vestido de esa forma, y, sobre todo, no estabas con...

-Eso fue una mentira, armamos un plan para traerte hasta aquí, por cierto -. Dijo sobando su estómago y frotando sus ojos - Que buena mano izquierda tienes - Murmura adolorido.

-Y eso es poco te podría dar con mi mano derecha, que te mataría -. Dijo entre risas, mientras Mew se acercaba lentamente para tomarlo de la cintura

-No me toques -. Dijo alejándose bruscamente -. ¿Explíqueme, qué está pasando?

-Bien - Mew suspiro y se alejó, tomando el ramo de rosas de las manos, mientras salía del salón con algo de prisa

- ¿Y tú a dónde vas? - Cuestionó aún enfadado, de verdad que le parecía una muy mala broma y de mal gusto.

-Espérame aquí, en lo que te explican y tratas de no matarme -. Respondió, al tiempo que cerraba la puerta

-Okay, entonces... ¿Por dónde quieres que empiece? -. Cuestionó su amigo

-Explicándome que se traen entre manos, Mild -. Replicó Gulf, mostrando su puño derecho, cerrado y amenazándolo

-Bien, para ser tan tierno, eres bastante rudo cuando quieres - Dijo, sentándose en una de las sillas de la dirección y dejo el pasamontaña en la mesa, suspiro

- Mew nos llamó, quería darte una especie de sorpresa o qué sé yo, sólo me pidió que dejar unas notas en tu casa y en la entrada de la escuela, ante esto me extrañe y me puse a pensar,¿qué gustos tan raros tiene el profesor?¿Así le pedirá a mi amigo que lo amarre en la cama?-. Y soltando una carcajada prosiguió -. Después me pidió que me disfrazara, qué para darte un susto, conseguí esto con mi novio -. Señaló él pasamontañas -. No cuestiones porque lo tenía...

Gulf, en ese momento, olvidó su temor y su enojo, de alguna manera sospechaba que eso era, una broma, porque de otra manera, ni hubiera salido de casa, y echándose a reír fuertemente, imagino que su amigo no sólo era activo, sino pasivo también

- ¡Basta! -. Dijo avergonzado su amigo, mientras tallaba nuevamente sus ojos -. Ahora, ponte esta venda y no preguntes nada.

-Si es otra broma, te juro que esta vez te golpearé sin piedad -. Amenazó Gulf

-Confía en mí, esta vez, va en serio -. Y dicho esto, ató una venda roja sus ojos

-No volveré a confiar en ti, créeme - lo fue guiando poco a poco y cuando escuchó una puerta ser abierta, la voz de su otro amigo lo asustó.

- ¡Champ! -. Cuando sintió que se acercaba, su tono de voz se escuchó preocupado-.¿Pero qué te pasó? - Se imaginó a Mild riendo de su torpe novio, ellos de verdad que eran bastantes lindos como pareja.

-Yo, uh - Champ se escuchaba avergonzado-. Me caí cuando trataba de ayudar y me golpeé ahorita con una varilla que no me acordaba que estaba ahí.

-Bueno, no importa Cariño, ya después te cuidare -. Y oyó que le dejaba un beso -. Ahora, nos ocuparemos de él.

-Nosotros nos iremos -. Escucho la risa de sus amigos -. Disfruta tu noche -. Y dando una palmada en su hombro, escucho que la puerta se cerraba.

-Gulf, ya puedes quitarte la venda -. Escucho la voz de Mew cerca de su oído y sintió que su vello se erizaba -. Por favor, no me vayas a pegar
Sonrío ante la idea, pero su temor finalmente había desaparecido y un nerviosismo divertido apareció en forma de sudor, en las palmas de sus manos, Cuando sintió que la venda caía, abrió sus ojos lentamente y mirando a su alrededor quedó boquiabierto.

Una hermosa mesa estaba preparada, las bancas escolares, sólo dos o tres, estaba puestas en el salón, hermoso rosas rojas y blancas formaban un corazón y su ramo,ahora estaba en medio de aquella hermosa mesa, y las demás bancas, habían sido movida alrededor del salón.

No podía con la sorpresa, esto era mucho más de lo que jamás había imaginado alguna vez, jamás llego a creer que Mew lo sorprendiera de esta manera, estaba fuera de sus límites, una lágrima rodó por su mejilla, y Mew, inmediatamente la limpio

-Discúlpame por haberte asustado, pero está fue la única forma en que podía traerte, sin arruinar la sorpresa - Las velas que habían, mostraban un rostro preocupado, enamorado y sincero, no sabía si le perdonaría, pero estaba seguro que había logrado sorprenderlo, ya que sonreía, mirando todo a su alrededor, desde la decoración, al enorme corazón, la música que sonaba suave desde una de las esquinas, las velas que alumbran el espacio, la mesa con la vajilla, las copas y el vino, todo bien montado y el hermoso ramo negro, que adornaba la mesa.

Sí, era muy poco para el chico que traía su mundo de cabeza y su corazón entero en sus manos, Gulf volvió su rostro a su amado, y sin pensarlo dos segundos, se abalanzó en sus brazos, besando con mucho amor, con un poco de prisa sus labios, como si de eso dependiera su vida.