Veinticuatro.

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Vuelta a las quimioterapias... Vuelta a la tortura eterna. Vuelta a esa horrible pesadilla que tuvo que vivir en algún momento. Y es que para cuando el tratamiento hace un mínimo efecto sobre la enfermedad, te ha provocado medio millón de malestares más en el camino.

No quería volver a lo mismo de antes. Todos esos años, ¿Para qué? ¿Tirados a la basura como si nada? ¿No había servido de nada desperdiciar su pre adolescencia en ello que ahora debía sacrificar la adolescencia también?

Afuera empezaba a anochecer cuando recibió la visita que más esperaba de todo el día. Giró su cabeza en dirección al rubio que caminaba a su encuentro. Kihyun no sonreía y su rostro, a diferencia de lo usual, estaba apagado, afligido y sus labios se mostraban abultados.

—Kiki. — llamó él, poniendo todo su esfuerzo en sonreírle al recién llegado. Éste último, en lugar de tomar asiento a su lado, sin dudar un segundo, trepó a la camilla junto a él. El menor se hizo a un lado para dejarle mejor espacio, sintiendo su corazón romperse en mil pedazos cuando Kihyun abrazó su cuerpo y se acurrucó sobre él. — Kihyun... — obviamente, había recibido ya la noticia, pobre pequeño... — Hey, estoy bien, no tienes que preocuparte. Haneul dice que lo detectamos a tiempo y que...

—Cállate. — el timbre de voz de Kihyun desconcertó a Changkyun, tanto así que incluso dejó de acariciar su cabello. Sonaba agotado y triste, pero también enojado. ¿Kihyun enojado? — No estás bien. Mírate; si lo estuvieras, ahora mismo estarías tocando la guitarra en mi habitación. Pero no es así. Estás en una cama de hospital, sobreviviendo gracias a respiradores y sueros. Estás de cualquier manera menos bien. — el rubio se incorporó, ahora sentado a su lado; Dios no... sus lindos ojitos se veían nublados y la punta de su nariz colorada. Por favor... por favor, que no llore... — Eso no es estar bien. Y ahora el más lastimado en todo esto soy yo; sintiéndome culpable por sólo creer todas tus malditas mentiras y no pararme a ver cómo estabas de verdad.

Changkyun no supo qué decir. Kihyun, una vez más, lloraba por su culpa. En serio, Changkyun, tienes una maldición impertinente de hacer llorar a tus seres queridos... Ver la tristeza infinita que emanaban los lindos orbes de su chico le destrozaba el alma, era una imagen que simplemente no podía soportar en lo más mínimo.

—Y no quiero convertirme en ese novio tóxico que se mimetiza con los problemas de su pareja, pero si queremos que esto funcione de verdad, vas a tener que dejar de mentirme todo el tiempo...— El acusado en cuestión no tuvo el valor suficiente de tomarlo de la mano o siquiera de verlo a los ojos. Notaba que quería decir algo más, pero el nudo en su garganta se lo negaba. Sólo no... Sólo no me mientas más... — hipó por fin el rubio; tapando su rostro y agregando una última frase al final, en un tono completamente roto. — No lo soporto...

Changkyun no tardó demasiado en romper en llanto también. ¿Lo peor de todo esto? Que Kihyun tenía razón. Changkyun había mentido todo el tiempo, con la buena intención de no hacer que se preocupe o para no herirlo; pero no contemplaba que en realidad, sólo lo estaba lastimando más.

Y no se le ocurría forma para enmendar su error.

Lo único que sabía con certeza, es que no quería perder a Kihyun por nada en el mundo. Llegó en el momento indicado y le hizo sentirse feliz de nuevo. Todos sus conocidos no paraban de mencionarle que se veía más alegre y, honestamente, no podía negarles esa realidad. Kihyun fue ese primer rayito de sol que sale después de una larga tormenta. Kihyun iluminó su vida desde el primer instante que apareció tras la puerta de ese escenario. Irónicamente, su primera aparición fue brillante, con el flash de una cámara.

...

Hubo un largo rato de silencio en la habitación. Kihyun ya no sollozaba, ahora sólo pequeñas lágrimas caían de sus ojos, cayendo directo sobre el pecho de Changkyun, donde el rubio reposaba la cabeza.

El más chico, por su parte, limpió su rostro con el dorso de su mano, abrazando a su chico después. Si no tenía una manera exacta de enmendar su error, sólo se limitaría a amortiguar el error.

—Estuve viendo el libro que me regalaste... — murmuró algo inseguro. — Almendro en Flor de Van Gogh es mi favorito hasta ahora... — inevitablemente, una sonrisa se coló en sus labios cuando escuchó a Kihyun reír quedito.

—Es una de mis favoritas también... — susurró él en respuesta, limpiando sus mejillas húmedas con la manga de su ropa. Van Gogh se inspiraba en los grabados japoneses, ¿Lo sabías? — Kihyun levantó la mirada hacia su novio, ahora bastante más tranquilo que al principio.

—Sabes mucho sobre arte. — comentó el menor, sonriéndole con ternura. La mano de éste último se paseó por su mejilla, acariciando con sutileza, Kihyun sonrió gustoso. — Mírate. — rió el menor. — Pareces un gatito mimoso.

—Veo que alguien se acomodó mucho aquí. — La aparición repentina de Chungha en escena tomó a ambos chicos por sorpresa. Kihyun rió tímido y se soltó del abrazo, pero no bajó de la camilla. Ahora la enfermera sonreía, parecía más esperanzada que hace unas horas atrás. —Tengo tres buenas noticias.

¡Al fin algo de esperanza en todo esto! El rostro de Changkyun se iluminó en demasía, pero probablemente el de Kihyun lo hizo aún más. La enfermera, enternecida por la reacción natural de los dos jóvenes, soltó una risa corta y siguió hablando. —La primera es que he hablado con Haneul y ha dicho que Changkyun tendrá el alta mañana por la mañana. — Kihyun chilló emocionado y abrazó a Changkyun, quien le devolvió el gesto con la misma emoción. ¡Changkyun saldría de ahí! ¡Podrían salir a pasear juntos y verse fuera de esas desesperantes paredes! — La segunda buena noticia es que el reposo no es necesario, es decir, que también podrá volver al colegio inmediatamente, claro, con la condición de que se cuide mucho y que esta vez cumpla con mantenerse hidratado y bien alimentado. — Changkyun rió tímidamente por el tono amenazante en la última frase, pero terminó aceptando, todo para volver a su vida normal. — Y la última es que les traje helado a ambos, para que festejen.

¡Genial! ¡Saldría del hospital! ¡Era libre! Quizá todavía estuviera el hecho de volver a las quimioterapias, pero todo era mucho mejor a sabiendas de que podría salir muy pronto. Porque bueno, no sólo le emocionaba poder volver a casa y a la escuela, sino que también significaba que podría pasar el tiempo con Kihyun.

Porque, entre tanto revuelo, había olvidado que se acercaba una fecha muy importante. Un cierto día de noviembre, donde su queridísimo Yoo Kihyun cumpliría años. Y bueno, sería especialmente único, porque Changkyun estaría con él. 

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¡Buenas, buenas! ¿Qué tal están hoy? ¡Quiero tomarme un segundo para agradecerles enormemente el haberme ayudado a llegar a las 1K lecutras!

De verdad, no se dan la más mínima idea de lo extremadamente feliz que me encuentro ahora mismo. Tengo un agradecimiento más tendido en mi sección de anuncios en mi perfil; pero quería ponerlo aquí también, así lxs que no ven el tablón pueden recibir este profundo agradecimiento también.


Esta es la primera historia que he escrito con más seriedad desde que empecé a tomar la escritura como un hobby en 2015 y estoy muy orgullosa del progreso y, oficialmente puedo decir que Love Playlist For Kihyun es la historia que recordaré con un cariño enorme el día que tenga una carrera de escritura terminada; ésto gracias a todxs y cada unx de lxs que dedican un rato de sus preciosas vidas para leer e interactuar con ella. De verdad, no hay palabras existentes en el vocabulario humano para describir lo infinitamente agradecida y feliz que me siento con ustedes.


¡Y prometo traerles mucho más contenido! Estoy preparando una sorpresa que sé que amarán, pero paciencia, que la revelaré una vez la historia acabe;)


Y con todo esto dicho, espero disfruten de este capítulo; prometo que las cosas mejoran (un poco) el próximo capítulo. Cuídense muchísimo y recuerden que lxs adoro. 


¡Nos leemos muy pronto!


-A.

Love Playlist for Kihyun - Changki.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora