Emma
Me levanté de la cama con un mal sabor de boca, casi creyendo que lo que había pasado fue real. Para mi suerte, se trató de un mal sueño, causado por el miedo que sentía día a día por que Ashton se enterara de lo mío con su hermano. ¿Hasta cuándo iba a seguir así? Ocultándoselo... Era momento de pensar las cosas seriamente, pues las cosas con Ashton iban en serio y no podía vivir con este miedo constate.
Sabía bien que esto le correspondía a Aiden, también, quien desgraciadamente era su hermano. ¿Los dos debíamos sentarnos frente a Ashton y decirle la verdad? ¿O era igual de correcto que yo sola me sentara a confesar? Ese sueño me dejó algo abrumada, el pensar que en algún momento pudiera suceder que Nick me viera y abriera la boca. Esto ya era algo que no podíamos evitar todo el tiempo, Aiden y yo ya no estábamos juntos, ambos teníamos relaciones diferentes, y no sé él con Maika, pero yo sí quería que lo mío con Ashton funcionara de verdad. Él valía la pena y no era justo lo que hacíamos.
—Entonces, ¿vas a decirle? —preguntó James, sorprendido, mientras me pasaba una taza con café recién hecho.
—¿Hasta cuánto voy a seguir ocultándole a Ashton lo que hubo entre su hermano y yo? Imagínate que termine enamorándome de Ashton y él me invite nuevamente a su casa y los niños estén ahí, me reconozcan y metan la pata sin querer? No quiero pasar un papelón frente a nadie.
—Bien, yo te apoyo, creo que es lo correcto —se sentó frente a mí, untando la mermelada en la tostada.
—¿Crees que Ashton se lo tome bien? —hice una mueca.
—No sé... Por un lado, él tiene que entender que fue algo del pasado. Pero por el otro tú y Aiden deben comprender que es posible que Ashton se sienta algo confundido y engañado. Quiero decir... tú y Aiden se han visto repetidas veces desde que Ash y tú empezaron a ser amigos.
Entender que fue algo del pasado... Bueno, algo no tan pasado si recordábamos lo que sucedió en mi cama semanas atrás.
Diablos.
—¿Vas a decirle que te acostaste con su hermano hace poco? —la cruda pregunta de James me golpeó un poco en la cara. Él lo preguntó en el momento justo en el que yo pensaba acerca de eso.
Esa era una buena pregunta. ¿Iba a decirle esa parte a Ashton o no?
—No, James, soy muy cobarde como para llegar a ese punto. Además, sabes que es algo que a mí me ha dolido en el fondo del corazón, algo que quiero que se quede bien enterrado. No me gusta pensar en eso.
Cerca de las tres de la tarde tomé el teléfono y me animé a marcarle a Aiden.
—¿Emma? —la sorpresa en su voz fue demasiado obvia.
—Hola. ¿Cómo estás? —pregunté, bastante tímida.
Dudó.
—Bien, eso creo. ¿Tú estás bien? ¿Ha pasado algo? Creí que tú y yo... ya no íbamos...
—Lo sé, Aiden —lo interrumpí—. Te llamo para decirte que es momento de decir la verdad.
—¿La verdad?
—A Ashton. Decirle lo que ha pasado entre nosotros en el pasado, nuestra historia. No quiero seguir ocultándoselo. Las cosas entre él y yo se están tornando... más serias.
Aiden se quedó en silencio un momento. Fue algo incómodo.
—¿Las cosas entre ustedes se están volviendo serias? —noté la decepción en su voz.
ESTÁS LEYENDO
La profundidad de su mirada #D4
RomanceDespués de tanto llorar había conseguido la tranquilidad y la paz mental que necesitaba, pero todo terminó en la basura la noche en la que lo volví a ver. copyright 2020. PROHIBIDA LA COPIA Y/O ADAPTACIÓN DE LA HISTORIA. DE LO CONTRARIO DENUNCIARÉ.