Capítulo treinta y dos

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Emma

Mamá tuvo una charla sabia y muy seria conmigo la noche anterior a mi regreso. No fue fácil, tenía ese sentimiento de culpa dentro mío por no poder olvidarme de él. Me costó tanto avanzar y salir de la cama, que cuando lo logré y mi estabilidad emocional regresó, estuve orgullosa de mí misma por haberlo logrado, y ahora todo estaba patas arriba. Yo fingía estar tranquila, fingía que no me dolía amar a Aiden y no poder estar con él como quería, fingía mi felicidad. Odiaba esto, sonaba como si mi felicidad dependiera de un chico, y no era así, porque sabía que podía estar sin él, que no moriría, pero el punto es que no quería estar lejos, quería intentar una relación seria y madura, siendo egoísta una vez en mi vida, poniendo mi felicidad por encima de la de los demás. Siempre puse a todas las personas antes de mí, toda la vida me ha importado más el bienestar de todos y yo me dejaba para último minuto, y eso también me estaba haciendo mucho daño.

Volver a casa, la charla con mamá y papá, y ahora este momento madre e hija me hicieron dar cuenta de lo errada que era mi relación con Ashton, lo forzado que era. Ashton era un gran chico, me hacía feliz, pero no era suficiente, porque mis sentimientos, a pesar de ser existentes y fuertes, no lo eran tanto como lo que sentía por Aiden. ¿Por qué seguía forzándome a hacer algo que no quería? ¿Por qué seguía cayendo? ¿Por qué no podía admitir que amaba a Aiden y dejar que pasara lo que tuviese que pasar?

Supe que tenía que terminar con Ashton cuando mamá me preguntó si amaba a Aiden y me largué a llorar de inmediato, como si su pregunta fuese el botón de activado para descargar todo lo que llevaba dentro y no permitía que saliera. Exploté en llanto y me aferré a los brazos de mi madre, como una niña pequeña buscando consuelo, y lo encontré en ella, encontré un momento de paz y claridad.

—Permitirte ser egoísta una vez en tu vida no significa que seas mala persona. Es bueno pensar en los demás, refleja la gran persona que eres, pero no es sano cuando no equilibras las cosas. Las decepciones son parte de la vida, de ellas obtenemos muchos más aprendizajes, arriésgate, di la verdad —mamá me abrazó muy fuerte, acariciaba mi cabello como siempre—. No te quedes en un lugar en el que no quieres estar, porque terminarás haciéndote mucho daño.

—Cuando acepté ser su novia pensé que con el tiempo podría sentir algo fuerte por él, pero Aiden siempre está en mi cabeza. Esto es una mierda, mamá.

—Si tu intención era ver si tus sentimientos por Ashton superaban los que tienes por Aiden, de entrada, había un claro error en la puerta de tu decisión, amor.

—Creo que romperé con él... —El nudo en mi garganta era grande y pesado, me dolía. Las lágrimas empapaban mis coloradas mejillas.

—Estás utilizando la palabra creo, cielo. No la utilices si estás segura de hacerlo.

—Romperé con él —contesté—. Y se lo diré a Aiden. Sé que ustedes no lo quieren, pero necesito decirle lo que me pasa.

—Con tu padre no lo odiamos, pero seguimos molestos. Sin embargo, tú eres grande y puedes tomar tus decisiones. Papá y yo estaremos para apoyarte, y si algún día vemos que estás metiendo la pata, te lo haremos saber. Ahora, si crees que es correcto ir con la verdad, arriesgarte, expresar tus sentimientos, hazlo.

—Gracias, mamá.

El viaje fue más largo de lo que pensé que sería, pero supongo que eso se debía mis nervios. A mi ansiedad por decirle todo a Aiden. Quería hacerlo hoy, no podía esperar mucho tiempo, necesitaba sacarme esto de adentro. Pero, Dios, sí que me aterraba la idea de su rechazo. Sabía que lo primero que se le cruzaría a Aiden por la cabeza sería su hermano, y con razón, por lo que había un cincuenta por ciento de probabilidad de que me dijera que lo olvidara. Tal vez, si al día siguiente de acostarnos, él y yo hubiésemos dejado la incomodidad de lado, podríamos habernos sentado a hablar de lo que queríamos, porque sé que ambos nos dejamos llevar por algo más que la calentura de una noche, nosotros teníamos sentimientos de por medio. Eso me hacía ilusionarme, pero no quería terminar decepcionada, así que era mejor pensar todo con claridad.

La profundidad de su mirada #D4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora