Capítulo cincuenta y tres

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Emma

Supe que algo no estaba bien cuando vi la expresión que Ashton tenía en la cara. No hizo falta que dijera una sola palabra para saber que él traía malas noticias. James se puso de pie a mi lado y me observó para asegurarse de que me encontraba bien.

Tengo que admitirlo, fue un poco incómodo ver a Ashton a la cara, más ahora que seguramente él sabía lo que había pasado entre su hermano y yo, pero ahora me importaba más saber que Aiden se encontraba bien.

—¿Le ha pasado algo malo a Aiden? —consulté rápidamente. Fue inevitable sentir dolor al pronunciar el nombre de ese chico. De hecho, toda la pregunta fue dolorosa e inquietante.

—No, él está bien —aseguró, pero su expresión demostraba preocupación.

Confié en las palabras de Ashton, pues supuse que su preocupación era por lo que pasó entre Aiden y yo. Tal vez, él venía a intentar convencerme de que regresara con Aiden, más allá de que él sentía algo por mí. El chico frente a mí era el único de su familia que aceptaba mi relación con Aiden, no porque le gustara, sino porque él entendió lo que ambos sentíamos el uno por el otro.

—¿Qué haces aquí? Está lloviendo a cántaros desde hace rato. Si has venido a verme es porque debe ser por algo importante, ¿no?

—Sí, es que quiero hablar contigo. A solas —aclaró y miró un segundo a James y luego regresó su mirada a mí.

No sé si me encontraba lista para una charla que tuviera que ver con Aiden, pues ya tuve una hace rato que me costó mucho, pero no iba a mandar a Ashton a su casa por mi incomodidad y dolor.

James dio un paso hacia nosotros.

—Emma, no tienes que charlar con él ahora si no te sientes lista —James acarició mi espalda con ternura, dándome apoyo.

Siendo completamente sincera, tenía muchas ganas de saber qué era lo que Ashton tenía para decirme, pero sé que mi mente no se encontraba en su mejor estado para hablar con él, pues tenía miedo de que la conversación me dejara más herida de lo que ya me encontraba. Sé que Aiden no estaba bien por nuestra ruptura, pero si Ashton lo mencionaba y lo confirmaba, eso me haría sentir peor de lo que ya me sentía. Me dolía el corazón de solo pensar en Aiden sufriendo.

—Sí, él tiene razón. No tenemos que hablar ahora si no quieres, pero creí que querrías hacerlo. Pensé que sería una buena idea —Ashton estaba ligeramente nervioso, pero lo intentaba ocultar.

Lo pensé unos segundos, pero él se tomó la molestia de venir a verme, así que haría un esfuerzo para escuchar lo que tenía para decirme. Le regalé una sonrisa tímida y pequeña a James y él comprendió todo.

—Vendré en unos minutos para asegurarme de que todo está bien —advirtió mi mejor amigo, protegiéndome como siempre.

No es que James pensara que Ashton iba a hacerme algún daño físico, pero él sabía que esto era un poco complicado e incómodo para mí y que podía llegar a hacerme sentir mal. James no quería que Ashton me sacara en cara lo que Aiden y yo le hicimos a él, más allá de saber que fuimos nosotros quienes nos equivocamos terriblemente.

—Está bien. Gracias, James.

Él me dio un beso en la cabeza, acarició mi espalda, le lanzó una mirada a Ashton y entró al edificio.

Ashton y yo nos quedamos solos en medio de toda esa lluvia, con el techo protegiéndonos de ella. Fue extraño estar solos los dos, y justo en el momento en el que vi a James desaparecer, me arrepentí de mi decisión, pero era demasiado tarde para decirle a Ashton que no quería hablar con él. Tenía que enfrentar esto como toda una adulta.

La profundidad de su mirada #D4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora