Capítulo 34

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Los chicos llegaron a la cabaña en donde se estaba quedando, exhaustos hasta más no poder, todos se sentaron, Gigi llamó a un elfo y en menos de cinco minutos estaban comiendo, pero Sev estaba jugando con su comida, el hecho de que James lo hubiera visto, le quitó el apetito, él no era un idiota, sabía que lo había reconocido cuando estuvo encima suyo y sus ojos brillaron en reconocimiento, y lo confirmó cuando Lily después de haber desmayado al moreno en el último minuto, le contó de que él estaba recordando, Severus se maldecía y se preguntaba, como demonios había fallado el hechizo obliviatador.
—¿Qué pasa Severus?—, preguntó Barty con preocupación.

Él siguió revolviendo la comida, pero contestó.
—El obliviate no funcionó con James—, declaró.
El sonido de tenedores cayendo inundó el comedor.
—Eso es imposible—, dijo Lucius sorprendido.
—No, no lo es Lucius, un aspecto fundamental para hacer cualquier hechizo es que deseas que funcione, y Severus en el fondo quería que no funcionara, así que en pocas palabras, el hechizo funcionó a medias, así que Sev, amigo mío, no te sorprendas si Potter coloca todo Londres patas arriba buscandote—, dijo Regulus.

Severus suspiró, pero en su rostro se estaba formado una sonrisa, conocía a su James, y sabía que era capaz de eso y más.
—Cambiando de tema, hay algo que quiero decirles—, expresó Gigi nerviosa mientras se levantaba y colocaba hechizos de silencio en donde estaban.
Empezó a caminar de un lado a otro, como señal de nerviosismo, era la primera vez en que Severus la veía así.
—Estuve investigando en como derrocar al señor tenebroso—, empezó ella, todos la miraron sorprendidos, pero Severus sintió su corazón llenarse de esperanza—, y empecé averiguando de como obtuvo su apariencia física.
—Gigi eso es obvio, tanta magia negra le dio ese aspecto—, intervino Barty.
—Eso lo sé Barty, pero hay algo más profundo en eso, para que tu apariencia se deforme como lo hizo con él, hay algo mucho más enorme…,—, hizo una pausa dramática—, y yo se que es.
—Habla de una vez Giselle—, urgió Regulus.
—Supongo yo que han escuchado esa frase de el cuerpo es el reflejo del alma.
—¿Y qué tiene que ver con esto, esa frase cliché?—, preguntó Severus.
—Mucho Severus, mucho, ¿Y si la apariencia del señor tenebroso, fuera el reflejo de su alma?
—Todos sabemos que el señor tenebroso no tiene alma—, dijo Lucius con aburrimiento.
—Bueno…, si tiene, pero está dividida—, dictaminó ella.
Todos abrieron la boca sorprendidos.
—Eso es imposible Giselle—, gritó Barty.
—Lo sé, pero no lo es, sólo escuchenme, el señor tenebroso habla de que su reinado va a permanecer eternamente, y si fuera así, tendría hijos al quien inculcarle sus ideas, pero a ninguna de las mujeres del grupo se les ha acercado—, expuso la chica.
—Ve al grano Gigi, por lo que más quieras—, pidió Severus.
—Es sencillo chicos, él no ha perpetuado legado por la sencilla razón de que está completamente seguro de que no lo va a necesitar, y si no lo necesita, es porque durará eternamente, y si dura eternamente (cosa que es imposible) físicamente, es porque dividió su alma, acuérdense de que al morir, el alma sale del cuerpo, pero si divides tu alma…
—Es imposible de que mueras, porque el alma está fragmentada—, finalizó Severus impresionado y asqueado al mismo tiempo.
—¿Y cómo divides tu alma?—, preguntó Lucius sorprendido.
—Alterando el curso natural de las cosas, manchando el alma, y eso es…
—Matando—, culminó Regulus.
—Así es—, le dio la razón ella—, y por lo que averigüe, para que el fragmento del alma perdure, debes atarlo a algo palpable, un objeto, y a eso se le conoce como Horrocrux—, explicó Gigi.

Severus sintió que la cabeza le iba a estallar por tanta información, no podía creer que se hiciera toda esa abominación, solo para permanecer en el poder, al parecer no era el único que le cayó mal la información, porque Regulus corrió al baño a vomitar.

Cuando el Black menor se recuperó, volvió a la sala y se sentó en donde estaba.
—Bueno, lo que les estaba diciendo, según mis sospechas, el señor tenebroso tuvo que haber hecho sus horrocruxes con objeto que valoraba o que tenían un valor sentimental para él—, explicó Gigi.
—¿Y sabes cuáles son?—, quiso saber Barty.
—Por desgracia no, sólo sé de uno, y es de un anillo, ese anillo pertenecía a la familia Gaunt.
—¿Esa familia no se extinguió?—, preguntó Lucius con el ceño fruncido.
—No, porque está el señor tenebroso, o mejor dicho Tom Riddle.
—¿Si es de la familia Gaunt por qué no tiene ese apellido?—, indagó Severus.

La chica sonrió grandemente.
—Porque él es mestizo, es hijo de Merope Gaunt (bruja sangre pura) y Tom Riddle un muggle, la mujer murió al dar a luz y el hombre se esfumó.
Nadie habló, ni dijo nada, todos quedaron impresionados por toda la información, Severus quería reír, nadie se imaginaria que el defensor de los sangre puras, tenía sangre muggle.
—¿Sabes en dónde está el anillo?
—Sí Severus, está en la antigua residencia de los Gaunt, quiero ir mañana, pero para no levantar sospechas, quiero montar un show, como si estuviéramos atacando el pueblo muggle de ahí.
—¿No sería arriesgarnos?, en ese ataque habrá aurores y los de la orden del Fénix—, cuestionó Barty
—Sí, lo sé, pero será una cortina de humo, matamos dos pájaros de un solo tiro, obtenemos un horrocrux, y nos ganamos la confianza de Voldemort—, todos se estremecieron al oír ese nombre—…para obtener los otros.
—Yo iré contigo, no pienso dejarte sola, sepa Merlín que tanto habrá colocado ese maniático para resguardar ese horrocrux—, dictaminó Severus.
—Está bien.
Los demás estuvieron de acuerdo, a regañadientas.
—Creo que es hora de ir a descansar—, sugirió Barty.
Todos se levantaron y fueron a sus cuartos, estando en el suyo, Severus pudo pensar libremente, si era así como Gigi decía, podía esa tiranía ser acabada, podía estar en paz y tranquilidad, y sobretodo podía estar con James, esperaba que no lo odiara, porque él lo extrañaba, los días sin su león eran una tortura, le hacía falta, el año pasado no veía la hora de jamás volverlo a ver, y en ese momento lo que más deseaba era verlo de nuevo, vio su anillo de compromiso, mientras se acostaba en su cama, y lo besó.
—Te amo y te extraño Potter, no sabes la falta que me haces—, susurró al vacío y cayó en un mundo en donde una sonrisa ladeada y cabello indomable, era lo único que existía.

Nota de autora:
Les informo que faltan entre dos o tres capítulos más el epílogo, para que esta historia acabe, y todo eso lo pienso publicar el domingo (puede ser antes), si Dios y la vida lo permiten.
Besos.
Bebepushentido.

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