05. Cita, discusiones y una malteada de fresa

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El omega se levantó entusiasmado el sábado en la mañana. Hizo todos sus quehaceres, se duchó, desayunó, se puso su falda favorita, esa morada con rayas rosadas que resaltaba sus cremosos muslos. Aquella que le encantaba a su alfa.

¿Por qué?

Bueno, tenía una cita.

Terminó de acomodar su top blanca mientras se miraba al espejo y se dedicó una enorme sonrisa. Arregló su cabello y colocó algunos broches pequeños, agregó solo un poco de sombra en sus ojos y el suficiente rubor para que su pequeña nariz se viera rosada. Se lavó los dientes en el baño de su habitación y al terminar procedió a aplicarse su labial favorito. Ese que solo era gloss pero que hacia que sus labios se vieran más hermosos de lo normal. Se puso su medias cortas y unos tenis lo sufrientemente cómodos para caminar por la plaza toda la tarde. 

Un poco de perfume y con una sonrisa, tomó su bolso listo para encontrarse con su alfa.

Minutos más tarde se encontraba frente a la fuente, ubicada en el centro de plaza y onde Jungkook le pidió encontrarse. Conocía perfectamente a su novio y sabía que llegar tarde era parte del itinerario, así que solo se concentró en jugar en su móvil.

A los pocos minutos un el aroma a chocolate dulce y menta acaparó su atención. Levantó la mirada y su alfa venía caminando en su dirección con un hermoso ramos de margaritas. Jimin sonrió y corrió hacía él, abrazandalo inlcuso antes de dejarlo decir una palabra.

—Jungkookie, te extrañé— El alfa sonrió y elevó el pequeño cuerpo de su omega entre sus brazos, para después unir sus labios en un pequeño y tierno beso.

—Y yo a ti bebé— Lo regresó al suelo y extendió el ramo frente a él. —Te traje esto— 

Jimin lo aceptó con una hermosa sonrisa. Se tomaron la mano y comenzaron a caminar por la plaza.

—Amor dame tu bolsa, la llevaré por ti— El peli-rosa sonrió mientras negaba.

—Así esta bien cariño, no pesa mucho— Jeon negó divertido.

—Siempre traes cosas innecesarias en tus bolsas y hacen que pesen más de lo que deberían. Vamos, dejame ser un novio caballeroso y dame tu bolsa— Jimin hizo un puchero pero terminó aceptando. —Te ves hermoso por cierto—

—Tu te ves increíblemente apuesto— El alfa infló el pecho orgullosos. 

—Lo sé— Ambos rieron.

Jeon usaba una camisa blanca ajustada de cuello alto y magas cortas, bueno, Jimin sabía que eran mangas cortas, pues lo había visto usarla hace tiempo. Por ahora, una chaqueta de cuero negro cintético cubría sus brazos tatuados. Usaba un pantalón blanco de mezclilla y unas botas negras de motocicleta. Su cabello, tan rebelde como siempre. Parecía que había decidido no usar todos sus aretes esta vez.

Caminaron hasta una cafetería bastante hogareña. El ambiente se sentía tranquilo y parecía el lugar perfecto para conversar. Ambos hicieron fila para ordenar. Una discusión de parte de la pareja de enfrente llegó a sus oidos.

—Sabes ¡¿porque mejor no te quedas callado como el tonto e inutil omega que eres y me dejas en paz?!— Ambos podían ver al chico más pequeño temblar y con la mirada baja. El chico alto era bastante musculoso y parecía que estaba a punto de golpear al chico.

—S-solo te dije que me g-gustaría que dejaras de ser tan malo conmigo t-todo el tiempo— El chico parecía al borde de las lagrimas. Sus manos se enrollaban en el borde de su sueter rosado y ni siquiera parecía tener la suficiente fuerza de voluntad para subir su mano y acomodar sus gafas que estaban a punto de caer.

—¡¿Eres idiota?! ¡Solo vine aquí contigo para meterme entre tus pantalones! ¡Tu eres el estúpido que cree que estamos saliendo! ¡Si quieres a alguien que te trate bien pues ve y vendete en una esquina!— Esa fue la gota que derramó el vaso. Las lagrimas del omega se hicieron presentes.

Poco después Jimin se adelantó y plantó un gran golpe en el rostro del alfa, sorprendiendo a los tres presentes y llamando la atención de algunas personas a su alrededor.

—¿Pero qué carajo?— El peli-rosa tomó la muñeca del omega frente a ély l colocódetras de su cuerpo y del de Jeon.

—No puedo creer que todavía existan idiotas como tu— Acusó el peli-rosa.

—¿Quién te crees maldito omega?— El alfa se acercó un paso, amenazante. El chico de atras tembló un poco y apretó la mano de Jimin. El peli-rosa no se inmutó.

Jungkook empujó el pecho del alfa lejos. Sus ojos brillando en carmín.

—Más te vale no acercarte si sabes lo que te conviene— Ambos alfas se sostuvieron la mirada. El otro chico era un poco más alto que Jeon pero era bastante claro quién era el alfa dominante. —Largate de una vez si no quieres perder el relleno de tus brazos—

El alfa gruñó un poco. Dirigió su vista al pequeño omega de cabellos celestes detrás de Jimin.

—Se donde vives, Yuki. Más te vale estar ahí cuando vaya— Segundos después, desapareció de la cafetería.

—Es un completo imbécil— Exclamó Jimin. Entonces se volteó al chico detras de él, era un poquito más bajo y muy bonito. Sin embargo, su rostro estaba lleno de lágrimas. —¿Yuki, no? Tu nombre es Yuki—

El chico celeste asintió.

—Bueno, Yuki, ven a sentarte con nosostros— Yuki alzó la mirada. La pareja le sonreía de forma cálida. Recordó a sus padres y sintió más ganas de llorar. Asintió.

—¡Genial!— Exclamó el omega. —Entonces ordenemos algo primero ¿Qué te gustaría?—

Dudó un poco, pero después de calmarse y relajarse un poco contestó.

—Lo que ustes quiera esta bien— Los ojos de Jimin se iluminaron y Jungkook sonrió. Sabía perfectamente que quería.

El peli-rosa e giró rapidamente, era su turno de ordenar y no perdió el tiempo.

—Tres malteadas de fresa por favor— Minutos depués se encontraban en una mesa, disfrutando de sus malteadas.

La pareja descubrió que Yuki llevaba saliendo con ese chico por 3 meses. Se llamaba John y al parecer solo le interesaba tener sexo con él. Yuki les contó que había dejado su casa para mudarse a la ciudad donde John vivía y poder estar con él. Algo estúpido.

—Debemos hablar con la policía. Ese imbécil técnicamente te amenazó— Yuki aceptó. Se sentía seguro, pues ambos le prometieron ayudarlo.

Siguieron hablando por unas horas, intercambiaron números y acompañaron a Yuki a la casa de un amigo. No era seguro que fuera a su apartamento en estos momentos.

La pareja se fue feliz, mientras Yuki los observaba desde lejos.

Agradecía haber insistido tanto a John para entrar a esa cafetería. Había conocido a personas maravillosas.

Y ahora. 

Yuki amaba las malteadas de fresa.


A.R~




Nuevo capítulo jsjsjs

Espero les haya gustado. Si hay algún error avisenme por fa.

Les presento a Yuki jsjs. Es la primera vez que invento un  personaje para una historia kookmin que aparecerá varias veces a demás de los bebés y niño en otras historias jsjs.

Denle mucho amor porque esta chiquito mi bebé jjs

Lxs amo mucho.

Nos leemos pronto.

Entre faldas y motocicletas -Kookmin- OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora