Arcanum *TRADUCCIÓN*

Hokage de la hoja

Sakura todavía evitaba el hospital, a pesar de que Naruto la instó a ver cómo Lady Tsunade curaría a todos.

"Correcto. Odio los hospitales", murmuró dejando al rubio solo en la calle. Rápidamente saltó a los tejados. Si podía, Sakura decidió alargar el encuentro con la Sannin de las babosas tanto como fuera posible.

"Oy, chico, ¿qué estás haciendo aquí?" alguien llamó a Sakura mientras entraba a uno de los campos de entrenamiento. La chica miró a su alrededor hasta que notó nada menos que a Hayate parado en el campo con su katana desenvainada.

"Lo siento. No sabía que se habían llevado este," hizo una pequeña reverencia de disculpa y se volvió para irse.

"¿Sabes cómo blandir esas espadas tuyas?"

Sakura se detuvo y miró hacia atrás. Miró de cerca la expresión del hombre. Solo había una pregunta en su mente: ¿por qué? ¿Por qué estaba hablando con ella? ¿Por qué preguntó eso? ¿Por qué a ella le importaba siquiera su razonamiento? Ella descartó todas sus dudas a su paranoia.

"Estoy bien con ellos", se encogió de hombros respondiendo honestamente.

"Veamos", asintió con la cabeza para que se acercara. La curiosidad despertó, Sakura entró al campo. Sus manos cayeron instintivamente sobre las empuñaduras de sus espadas wakizashi.

Así es como Sakura terminó perdonando con Hayate Gekko. Resultó ser un gran maestro del kenjutsu.

"No está mal, chico. Pero necesitas trabajar en tu velocidad. Además, no son solo espadas lo que estás sosteniendo. Tienen que volverse como una extensión de tu brazo", explicó y ella se empapó de cada palabra como una esponja.

"Gekko-san, ¿por qué me ayudas?" no pudo contener la candente pregunta. El hombre frente a ella tosió antes de responder.

"Noté tus espadas wakizashi el otro día cuando nos conocimos. Parece que necesitabas un empujón en la dirección correcta. Eso es todo, niño", una forma muy educada de decir que necesitaba un maestro. Ella realmente lo hizo.

"... Gracias ... ¿podríamos ... podríamos entrenar de nuevo en algún momento?" preguntó cuidadosamente conteniendo la respiración. Era difícil aceptar que no podía hacer todo sola. Necesitaba ayuda en temas que eran nuevos para ella. Necesitaba un sensei.

"Seguro. Te enviaré un mensaje, cuando tenga tiempo," Sakura le sonrió positivamente y asintió violentamente. Hayate le sonrió antes de separarse.

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Sakura estaba mezclada con la gran multitud de personas debajo de la Torre Hokage. Qué aburrido fue todo esto. La gente aplaudió y vitoreó al ver la figura del Quinto Hokage. Sakura no se unió. La ceremonia de inauguración pública del Hokage tomó años.

"Oye, Saku. ¿Por qué estás tan triste? Shikamaru se acercó a ella casualmente.

"¿Siempre soy así?"

"No, no eres ... qué, ¿tampoco eres fanático de que una mujer sea el Hokage?"

"¿También?" Ella frunció la ceja por primera vez y se molestó mucho con Shikamaru. Bien, casi se olvidó de lo sexista que a veces era el chico. Cuánto se quejaba por tener que pelear con chicas en sus dos peleas en el pasado.

"Si. Cuando papá me dijo, no era fan. En serio, ¿una chica Hokage? Las chicas son problemáticas".

"¿Quizás solo estás intimidado por su fuerza?"

"De ninguna manera. Acabo de tener experiencia trabajando con Ino en un equipo. Te digo que las chicas son un problema. Tienes suerte de estar en un equipo con Naruto y Sasuke".