Capítulo 52

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Hyung...

Yoongi: 21 años.
Jungkook: 7 años.
Namjoon: 23 años.
Seokjin: 26 años.

-Creo que me voy a desmayar- murmuró Yoongi mirando con notable nerviosismo hacia el frente.

-yah, no te pongas nervioso. La parte difícil ya la pasaste- animó Namjoon a la vez que le daba un ligero golpe amistoso en el hombro.

-¡ya sé! ¡ya sé! Pero n-no lo puedo evitar- explicó el menor mientras jugaba con una carpeta que llevaba en las manos.

Jungkook balanceaba sus pies que no lograban tocar el suelo, a la vez que miraba a su padre y su tío. Dejo de verlos para observar en alrededor y asintió con su cabeza aprobando lo que en sus ojos se cruzaba. Era un lugar muy bonito, perfecto para Yoongi.

El niño revisó cada detalle de ahí como si fuera un adulto; desde que ingresaron checó la seguridad, los pasillos, las áreas verdes, las personas que caminaban junto a ellos, todo. Le dió el buen visto. Su padre estaría seguro y a gusto, no le quedaba duda.

Por su parte, Yoongi no lo podía creer y tenía miedo.

¿Que dónde estaban? Estaban sentados esperando dentro de las instalaciones de una universidad de música.

Un mes pasó de aquella cita para su entrevista de empleo. Afortunadamente al día siguiente despertó con una de las mejores noticias de su vida (bien, no quería exagerar pero en verdad la había sentido de esa forma), llegando al lugar donde había aplicado el examen, le informaron que lo aprobó y le entregaron su certificado de preparatoria. El joven pelinegro no cabía de la emoción, incluso bromeó con enmarcarlo y colgarlo en la pared, claro que no podría hacer eso pues debía entregar la prueba a la paquetería donde había pedido empleo.

Y tal como lo prometió el hombre (ahora jefe de Yoongi), le entregó el contrato que el chico firmó con entusiasmo.

Por fortuna el trabajo no era tan complicado. Su jornada era corta, de lunes a jueves, con un horario de 7:00am a 2:00pm, teniendo un descanso de 1 hora y media. Lo único que debía hacer, hasta el momento, era tomar los pedidos de envío virtuales y presenciales, atendía la caja registradora e imprimía las guías de los paquetes.

Sus compañeros también eran unas buenas personas, todos hombres mayores de 30 años que trabajaban arduamente a diario, pero eran divertidos. Yoongi aún no conversaba mucho con ellos, no era ningún secreto que el joven era introvertido y en cuanto terminaba su jornada, no tenía tiempo para salir con ellos a beber o a algún otro sitio, sino que pasaba al centro comercial para comprar la despensa o para alguna otra cosa que le encargara Seokjin.

Yoongi sentía una carga menos ahora que tenía empleo, empezó a ahorrar desde su primer pago de salario para resolver la situación de su casa, porque no podían quedarse a vivir con Jin para siempre, y una vez más parecía que el destino se había cansado de darle patadas en el trasero, pues una ocasión, pasando de regreso en un autobús, vió un cartel gigante con la palabra "se renta" colgado en una casa bastante pequeña que asimilaba a un departamento de dos pisos.

Por el momento ya había hablado con el dueño de la pequeñísima casa, tenía el contrato casi cerrado con él, era una renta a un precio que se ajustaba más que bien a sus posibilidades, y los del banco cumplieron su promesa de conseguirle una mudanza. El chico estaba cada vez más cerca de poder dormir sin la intranquilidad de sentirse un intruso en casa ajena, no podía estar más feliz.

Pero bueno, en realidad sí que podía estarlo. Dejando eso de lado, la noche del primer día de empleo de Yoongi, todos cenaban pizza en la casa de Seokjin, y entonces este sacó el tema acerca de la universidad.

¡No quiero ser su padre! [YoonKook/YoonMin..?] EN EMISIÓNWhere stories live. Discover now