El Tritón y El Pescador [TodoBaku] +Omegaverse+

Primer día.

***
Bakugou le explicó a Todoroki cómo echar las redes y también cómo agarrarlas cuando notase que había cierto peso en ellas, pues era señal de la presencia de peces.

—¿Lo has entendido, Shōto?

—Sí, gracias.—Te has explicado muy bien.

—Si lo has entendido, me voy.

El alfa no estuvo de acuerdo con eso.

—¿Por qué? Quédate conmigo.

—No.

—Pero... Dime alguna razón.

—Porque seguro que acabamos distrayéndonos.

—Eso no pasará, quédate.

—No, deja de insistir.

—Está bien.—Dijo resignado al ver que no iba a lograr que su novio cambiase de parecer.

—Nos vemos luego.

—Como digas.

El rubio cenizo se alejó y él se quedó solo.

"Odio este trabajo."—Pensó haciendo una mueca de fastidio.

Sin embargo, a pesar de su disgusto; recordó el motivo por el cual había decidido estar allí y se dio ánimos.

"Esto es por Mi omega y tengo que dar lo mejor de mí."

***
Pasó bastante rato, mas no conseguía pescar nada.

"Qué aburrimiento."

Todoroki odiaba estar ahí de pie sin más, casi que se arrepentía. Pero, por suerte para él; uno de los pescadores avisó de que había pescado algo.

"¡Finalmente algo que hacer!"

El de ojos diferentes fue a toda prisa para ayudar con la red junto a otros compañeros.

Tuvieron que hacer bastante fuerza pero lograron levantar la red y dirigirla hasta la cubierta.

—¡Cuánto pescado! ¡Hoy es nuestro día de suerte!—Exclamó Denki.

—Ahora tenemos que refrigerarlo, rápido.—Dijo Katsuki.

Varios compañeros, incluido su amado; ayudaron a guardar todo el pescado que había sido capturado.

Más tarde se repitió la misma escena y así fue durante la mañana.

—¡Por fin libres!—Exclamó Mina cuando terminó su jornada y ya estuvieron en tierra firme.

—Sí, menos mal.—¿Siempre es así de aburrido?—Cuestionó Todoroki.

—No, otras veces lo es incluso más.—Respondió Eijirou.

—Vaya, tal vez debí buscarme otro trabajo.—Comentó el extritón.

—Puedes hacerlo, nadie te obliga a quedarte.—Dijo Bakugou.

—No puedo, tengo que demostrarle a Hakamata que soy un alfa digno de ti para que desista en querer apartarme de ti.

—No digas tonterías, nadie quiere apartarme de ti.

El más alto lo miró y le contestó:

—Te equivocas, sí que hay alguien dispuesto a apartarme de ti; más que el jefe.

El omega supo a quien se refería.

—¿Te refieres a tu padre?

—Sí, temo que vuelva e intente separarnos.