s i x t e e n

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- ¿Ramen después? Invito yo - Jay se giró en su asiento para hablar con la chica.

Ella levantó su mirada de la libreta para hacer contacto visual y asintió con la cabeza.

Jake frunció el ceño, no entendía qué estaba ocurriendo.

Su mirada no paraba quieta entre ambos de sus amigos, quienes seguían conversando tranquilamente.

Hasta que paró quieta en el chico de pelo negro que se sentaba al fondo de la clase, observando como ambos reían.

Media sonrisa decoraba los labios del australiano y llamó la atención de su amigo para que se sentase junto a ellos, tenían la hora libre.

Sunghoon accedió y arrastró una silla frente a Minji, observándole con mirada seria.

Ella le dio una rápida mirada y siguió hablando con el rubio.

Desde aquel día ambos no hablaban, y Minji no iba a ser la tonta en dar el paso para comerse un rechazo por parte del mayor, tenía su reputación.

- ¿Esta noche? No sé si podré, te aviso - ella le avisó al rubio con un pequeño puchero en sus labios.

Los tres amigos y miembros de la mafia se sorprendieron al ver el nuevo acto de la chica, al parecer se estaba abriendo a ellos, o eso es lo que pensaban.

- ¿Mucho que estudiar? - preguntó Jake.

Minji negó con la cabeza y le sonrió suavemente.

- Mucho que trabajar - suspiró mientras se frotaba los ojos.

Mientras los dos extranjeros charlaban con la chica, el coreano seguía manteniéndose en silencio, prefería observar a hablar.

- Heeseung nos dio una misión para esta noche - el pelinegro interrumpió la conversación.

Las facciones de la chica cayeron y su mirada era cada vez más dura al escuchar el nombre del chico.

- Aparentemente hay alguien vendiendo sustancias en nuestra zona, y debemos pararlo - el chico hizo contacto visual con ella.

Minji no era tonta, sabía que hablaban de ella.

Al igual que sabía qué tramaba el chico y que sabían que era ella quien les vendió la última vez.

De la misma manera, uno de sus integrantes fue quien se acercó a ella.

- Problemas de mafia, que pena - ella fingió tristeza.

Jay y Jake se miraban sin saber qué hacer o cómo actuar.

Si no fuese por la campana que indicaba cambio fe clase, ambos hubiesen acabado muy mal.

Aún así, Minji recogió sus cosas rápido sin quitarle la mirada a Sunghoon, las mariposas seguían dentro de ella, pero el chico le irritaba.

- Te espero fuera Jay - la chica habló con tono fuerte mientras se alejaba de ellos.

- No es tonta Sunghoon, sabe quienes somos y ella sabe que la conocemos - Jake se frotó la cara, estresado por la escena que acababa de montar su amigo.

- Se lo explicas tú luego a Heeseung, yo no quiero saber nada - Jay se levantó mientras hablaba con el menor de los tres.

Sunghoon rodó los ojos y se dejó caer en la mesa, cerrando los ojos.

Quería acercarse a la chica, pero lo que estaba consiguiendo era alejarse de ella.

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𝐆𝐚𝐧𝐠, 𝐒𝐮𝐧𝐠𝐡𝐨𝐨𝐧.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora