✖ Ya sean desconocidos, amigos, enemigos, hermanos, amantes y/o lo que nuestra imaginación pueda recrear... ellos nunca dejaran de ser: Mikasa Ackerman & Levi Ackerman. ✖
Serie de cortos escritos, razones y colecciones exclusivamente RivaMika [Levix...
La idea era muy descabellada. Mikasa jamás esperó que una persona lograra hacerla caer tan bajo como para romper las reglas, solo por cuidar la imagen que tuvieran de ella en su universidad. Es más, ¿En que momento le comenzó a importar la opinión ajena que no sea de ese hombre?
Definitivamente tenía un problema...
— Tenemos dos problemas. — mencionó uno de sus amigos, mientras meditaba con ambas manos unidas y agachaba su cabeza. — ¿No crees qué sería mejor esperar hasta mañana y ambos lo hablen?
— No, Armin, estoy muy convencida de querer hacerlo. — le contestó con seguridad, colocándose de pie para apoyar su decisión final. — así qué, hagamoslo.
— Pero... Mika-...
— Olvídalo, Armin. — interrumpió Eren, quién estaba hace varios minutos escuchando la conversación de sus dos amigos y parecía no iban a quedar en ningún acuerdo. — es su primera relación, ¿no es así? — esperó la afirmación de la aludida, teniendo como respuesta lo que esperaba. — entonces, tenemos que apoyarla en su decisión.
— No creo que entiendas la situación, Eren...
Armin sabía que hacer entrar en razón a Mikasa por una idea que cualquier persona le haya planteado, sea buena o mala, era lo más difícil de conseguir en el mundo. Sumando a Eren que parecía más seguro de querer ayudar a su amiga no tenía otra opción más que aceptar. Después de todo, así era su amistad, apoyarse en las buenas y en las malas, incluyendo si uno de sus amigos decide cometer una acción bastante absurda por amor.
Así las horas pasaron, no recuerdan en que momento la situación se había vuelto todo un problema, pero estaba por conseguir su objetivo, no había vuelta atrás y tenían que seguir con el plan. Armin estaba comenzando a temblar por tener sobre sus hombros el peso de su mejor amiga, mientras Mikasa acercaba sus ojos a la ventana de cierto chico que estaba comenzando a conocer en un ámbito romántico. Mientras tanto, Eren estaba haciendo lo más importante: Grabando el momento.
— Mikasa, ¿Has estado entrenando estos días?
— Un poco... — contestó, sin despegar sus ojos de esa ventana. — Eren, no creo que está sea su casa.
— ¿De qué hablas? — se sorprendió ante sus palabras, revisando por última vez la dirección en su celular y parar la grabación. — el profesor Levi debe vivir acá.
— ¿¡Profesor!? — el rubio que estaba abajo se sorprendió mucho cuándo mencionaron a su malhumorado profesor de historia. — Mikasa, no me dijiste que estabas saliendo con...
— ¡No estamos saliendo! — recriminó al rubio, bajando su mirada bastante avergonzada por lo que había dicho.
— ¿De verdad? — mientras Armin seguía procesando la información -que para colmo fue el último en enterarse-, estaba perdiendo la estabilidad y la fuerza en sus piernas creyendo que en cualquier momento podría caerse junto con Mikasa.
Eren se reía de la situación, no podía creer estar presenciando una de las situaciones más absurdas que estaba cometiendo con sus dos mejores amigos. Cuándo volvió a encender su cámara para continuar con la filmación, se sorprendió que el susodicho y razón por la cuál Mikasa estaba cometiendo todo ese espectáculo fuera de su casa, saliera bastante sorprendido de verlos.
— ¡Mocosos! — exclamó, después se sorprendió de tener a Mikasa tan cerca de su ventana y exageradamente alta como para lograr verla de frente. — pero, que mierda, ¿Mikasa?
— Hola, buenas noches, Levi. — la joven ante toda esa situación simplemente saludó con respeto, teniendo un "no es momento de formalidades" del pobre Armin, así que siguió hablando.— no quería que me vieran en la puerta de su casa tan tarde, así que elegí esta opción que causaría menos escándalo.
— No entiendo cuál es la diferencia. — siendo consciente de la mala decisión que habían tomado, no esperó una respuesta. — ¿Qué se supone que haces, Mikasa? ¿Esto es una maldita broma?
Levi, en lugar de recibir una respuesta, sintió unos tibios y dulces labios posando sobre los suyos y de a poco quiso corresponder a lo que sería su primer beso con aquella chica que sólo le causaba más intriga por sus acciones tan impredecibles. Así quedaron unos cuantos minutos, disfrutando más del intercambio de sus labios e ignorando a los amigos de su chica.
— ¿Y esto está sucediendo por qué Mikasa creyó que no besarse en su primera cita era de mala suerte? — intentó decir Armin, sin dejar de sostener a su amiga y aguantando todo su peso por unos minutos más.
— Armin, por acá... ¡Una sonrisa! — exclamó Eren bastante divertido.
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Créditos de la imagen a su respectivo creador.
¡Hola! ¿Alguien vivo por acá? ¿?
Yo pensaba darle fin a este libro/colección, pero ¡bah! Con tanto material hermoso de esta pareja, después de tantos años que abandoné este libro, me animé a seguir publicando cada pequeño escrito que venga conforme me inspire. Espero puedan disfrutarlo.
