✖ Ya sean desconocidos, amigos, enemigos, hermanos, amantes y/o lo que nuestra imaginación pueda recrear... ellos nunca dejaran de ser: Mikasa Ackerman & Levi Ackerman. ✖
Serie de cortos escritos, razones y colecciones exclusivamente RivaMika [Levix...
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Compañeros Nocturnos
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Exactamente cuando el reloj marcaba aquella hora, sabía bien que era su favorita.
La hora favorita de ambos.
¿Dónde seria exactamente el lugar de encuentro?
Eso era lo que la tenía molesta.
La verdad es que no importaba, ya lo conocía lo suficiente como para saber que era muy olvidadizo en lo que se refiere a los temas de aplicar fecha y hora, eso era lo de menos. Tomo sus cosas, las necesarias para que no se vea tan sospechosa (en especial para ella) y un sombrero, ese que siempre llevaba cuando tenía que encontrarse con él.
Salió de su casa, era demasiado tarde, más aun para su única familia que dormía profundamente en su habitación.
Estaba segura de que Eren no conocía sus constantes paseos nocturnos y que siempre lo dejaba unas cuantas horas solo.
Caminaba sin apresuro alguno, alzaba la mirada unas cuantas veces para poder apreciar el hermoso cielo y el espectáculo de estrellas que le brindaba la noche. La brisa era suave, haciendo que la larga falda que llevaba puesta se desplazara de un lado a otro, pero de una manera lenta, al igual que unos cuantos mechones de sus cabellos azabaches se salían de su lugar y el sombrero quisiera salir volando.
Siempre le agradaba eso.
Estaba pensando en qué lugar seria exactamente donde estarían esperándola, ya que en algunas ocasiones les gustaba cambiar de lugar y como en esta ocasión no le había avisado nada, tenía que adivinar.
Se dejó llevar por sus pasos, pasaba por varias tiendas cerradas y las luces que decoraban la calle en las noches ya estaban apagadas, haciendo una hermosa vista para sus ojos. Pasaron unos minutos, haciendo que se detuviera en cierto parque que estaba lejos de su casa, aquel lugar donde todos los días a los niños les gustaba ir con sus padres y poder jugar.
Tal como lo dedujo, lo había encontrado.
Ahí estaba, sentado sobre el césped, mirando hacia abajo y traía consigo algo en sus manos.
Ella se acercó lentamente, las pisadas en el césped hacia unos pequeños ruidos y eso hizo llamar su atención, haciendo que él volteara a verla.
— Buenas noches. — Le saludo como todo un caballero e instantáneamente se colocó de pie.
Gracias a eso se pudo apreciar la gran diferencia de altura de ambos, haciéndolo quedar prácticamente como un enano.
— Buenas noches. — Después de decir eso se colocó a un costado de él.
El silencio se apodero del lugar, como siempre lo hacía, pero eso no les incomodaba en lo absoluto.
A ellos no se les caracterizaba por ser muy habladores o mostrar muchas expresiones, la mayor parte del tiempo solo decían lo necesario y después de ahí la conversación moría.
Su rostro del joven de baja estatura era uno serio y de pocos amigos, ¿Por qué cada noche tenía que salir a escondidas de su casa y estar con alguien así?
— Mikasa.
Cuando la nombrada Mikasa escucho que pronunciaron su nombre, dirigió su mirada hacia él.
— ¿Hm?
—Ten. — De su mano que hace varios minutos había notado que sostenía algo, lo extendió hacia ella y le entrego una flor.
Era algo simple, pero no quitaba el hecho de que era un lindo detalle de su parte, haciendo que mostrara una débil sonrisa en sus labios y lo aceptara.
— Es hermosa. — Comento, mientras apreciaba bien cada detalle de esa flor. — Gracias.
— No tan hermosa como la noche. — Termino por decir este, alzando nuevamente su mirada para apreciar el nocturno cielo. — De nada.
Mikasa lanzo una pequeña carcajada, tampoco esperaba un cumplido de su parte. Sabía bien que Levi estaba en una relación con una bella mujer, según su punto de vista, ya que solo tuvo la oportunidad de verla una vez (a escondidas) y pensaba que ese enano tenía mucha suerte.
— Tienes razón. — Ella a los pocos minutos imito a lo que él había hecho y con la flor en su mano, solo se dedicaba a observar el cielo, sintiendo la agradable brisa en su rostro. — Dime Levi. —Un suspiro salió de sus labios y continúo. — ¿Por qué yo?
El mencionado no dejaba de mirar las estrellas, pero al escuchar esa pregunta salir de los labios de su acompañante lo dejo algo confundido en un principio, hasta que se tomó unos pocos segundos para pensar en su respuesta.
— Porque ella a veces no me entiende.
La azabache debe admitir que no era la respuesta que esperaba, aun así trataba de no mostrarse sorprendida por eso.
— Es muy linda, ¿Acaso no la amas?
— La amo. — Soltó de golpe, sin pensarlo dos veces. — Pero no todas las relaciones son perfectas.
— ¿No crees que la noche es hermosa como para apreciarla con la persona que más amas? — Volvió a preguntar.
Su mente le invadía de más interrogantes acerca de ese joven que había conocido hace mucho tiempo, y que gracias a eso, pudo también encontrar a un compañero que compartía el mismo gusto (algo raro, para que negar) que ella.
— Eso hago. — Dirigió su mirada a ella, acción que Mikasa pudo notar e hizo lo mismo para verlo a los ojos una vez más y ahora si mostrando algo de asombro por su respuesta. — O algo parecido.
Vaya, por un momento se hizo ilusiones falsas.
— Tienes suerte de que no sea alguien de confianza, o te hubiera lanzado un sinfín de insultos.
— Seria gracioso. — Decía esa palabra cuando su rostro mostraba totalmente lo contrario. — Pero solo eres mi compañera de todas las noches.
— Exacto...
Ambos amantes de la noche, solo apreciaban la luna, las estrellas y cualquier pequeño detalle que la naturaleza les regalaba todos los días.
Algo que con nadie, por más egoísta que suene, querían compartir; solo entre ellos.
'Ella' pueden pensar en cualquier persona, la verdad es que no quería agregar a ninguna chica en especifico, ya se los dejo a su imaginación.
Originalmente quería que ambos sean la típica pareja de amantes que se escapan en las noches para verse (Lol), pero era mejor esto... el que entendió; entendió.(?) :'v
