Adiós.

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Marcó el mismo número un millón de veces.

Uno... dos... tres...

Maldito buzón de voz.

¿Por qué era difícil para ella tener una simple respuesta de su parte? ¿La estaba engañando? ¿Acaso no tenia suficiente con el amor que Ackerman le daba?

Lo intento una vez más. Sola una más. Rogaba internamente para que esta vez atendiera a su llamado, mientras que no podía retener por mucho más tiempo aquellas gotas de agua salada caer por sus pálidas mejillas, una que otras mojando la hermosa blusa que se había comprado hace unos días, con la única intención de sorprenderlo.

Qué estúpida fue.

— ¡Ah! ¡Eres tú! — exclamo con tanto entusiasmo que por puro impulso tuvo que levantarse del sofá en el cual estaba sollozando hace unos segundos. — No cuelgues, por favor.... no lo hagas.

¿Por qué llamaste tantas veces? ¿Todo esta bien?

— No, no lo está... tú... — su voz estaba muerta. En su garganta había un nudo que le era difícil articular palabra alguna, quizá por haber estado llorando como hace media hora.

Adivinare: has llorado. Probablemente ahora quieras matarme o decirme que soy la peor relación que has tenido.

— Eso no es cierto.

Hemos estado juntos por tres años, te conozco lo suficiente.

— No quiere decir que sepas todo sobre-...

Me tienes cansado.

Escuchar esas únicas tres palabras fue suficiente para dejar que su cuerpo casi como inerte cayera sobre el sofá. El celular seguía aferrado en su mano, más no su rostro que prefirió alejarlo esperanzada de que él siguiera con la llamada. Seguir escuchando su voz seria una tortura, pero ¿qué más podía perder?

Es más, yo te haré el enorme favor esta noche. Esto será lo más productivo que pude haber hecho contigo todo este tiempo.

— Sí... cuelgas en este momento lo nues-...

Adiós.

Otra vez el mismo y horrible sonido de una llamada terminada. Lo odiaba. Como lo odiaba mucho. Aunque esa noche no tenia sus emociones claras, no sabia si odiar o amar. Quizá la segunda opción sería buena, después de todo por fin había terminado con aquella tortura de no poder saber nada de su novio y las innumerables noches de desvelo que había vivido por esperar una maldita respuesta suya.

O triste, porque él se había ido, junto a los recuerdos que habían formado juntos...

— Duele, ¿verdad? — Escuchó una voz a sus espaldas, pero no tenía intenciones de voltear para saber de quien se trataba. Después de todo, ya conocía perfectamente aquel indiscutible timbre de voz, al menos para ella. — Oh, Mikasa...

— ¿Qué haces acá? — Preguntó lanzando a un lado su teléfono, sin miedo a quizá darle contra un objeto que podría quebrarlo. Nada le podía importar menos en ese momento.

Sus pasos eran claros. Se estaba acercando. Ella prefirió cerrar sus ojos al momento de sentir como unos brazos la abrazaban desde atrás, mientras que su hombro cargaba con el peso de aquel hombre que lo único que deseaba era desapareciera. Su respiración estaba bastante cerca de su oído, sus labios daban ligeros caminos por su mejilla hasta cuello.

No había pasión. No había sentimientos.

— ¿Qué diablos buscas, Levi?

— Burlarme de ti. — dicho esto, tal como pronuncio, se logro escuchar una risa casi inaudible. — ¿Te divertiste?

— De... qué hablas. — tratando de ignorar aquello, sabiendo que lo tenia a sus espaldas, disimuladamente se comenzó a sacar las cuantas gotas que habían quedado por sus mejillas.

— Tu amante. — la firmeza de sus palabras, como sacadas de una película de terror, hizo que el cuerpo de la azabache se erizara en su mismo sitio. Cosa que, Levi pudo sentir con claridad. — "Por qué no contestas mis llamadas" "Te extraño mucho"; es curioso... porque yo siempre estaba cerca de ti, y jamás tuve un mensaje parecido.

Un fuerte suspiro se escapó de los labios de Mikasa, había sido atrapada.

— Te amo, mocosa. — deposito un casto beso sobre el hombro de la mujer que aún seguía amando, para que de esa forma la dejara sola con su dolor mientras él más bajo se iba por donde había aparecido.

Perder dos amores una sola noche. Vaya idiota, Mikasa. 

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Gracias por leer. 

Ackerman 。アッカーマン 【RivaMika】Where stories live. Discover now