Problemas

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El omega se quedó estoico ante el acercamiento del alfa e inclusive bajo la cabeza en forma de sumisión mientras el otro le olía.

-No vas a durar mucho sin marcar si reaccionas como una puta cada que un alfa se te acerque. – Dicho esto, el alfa simplemente lo empujó de su agarre hasta la pared, dándole la espalda.

Jungkook paso saliva.

-S-Soy nuevo en esto.-Se encogió de hombros, sin moverse de donde lo había dejado el alfa.-Me llamó…-

-Ni me importa saber quién mierda eres. – Interrumpió el alfa. – Eres solo otro débil omega del que me debo hacer cargo, ¿no es así? – Volteo a verle e Jungkook sintió la carmesí mirada penetrarle hasta el alma. – Seguro estas aquí por una estupidez, ¿no devolviste los libros a tiempo en la biblioteca? – Se burló. – Nerd. – Y con estas palabras salió de la celda.

Jungkook volvía a sentirse nervioso sobre estar en prisión. Esa primera impresión con su compañero no lo había hecho sentir más seguro como Hoseok y Jimin aseguraban que estaba.

No podía confiar en él alfa.

Se sentó en su litera el resto de tiempo libre que le quedaba antes de la hora del almuerzo a escribirle una carta a su mamá. Contándole sobre las agradables personas que había conocido hasta ahora, obviando el hecho de haberse topado con uno de los alfa que tuvo que delatar.

Nadamas de recordar eso se ponía nervioso. Cerró la vieja libreta que había conseguido de Hoseok y salió del bloque de los omegas encaminandose a la cafetería, donde ya era la hora de almorzar.

Era la primera vez que caminaba solo por los pasillos. No sabía en qué estaba pensando cuando dejó a Jimin en la lavandería. Debió quedarse con el.

“Calmate Jungkook, no dejes que huelan tu miedo” pensó para sí mismo mientras caminaba a donde se encontraban todos.

Para su suerte no había muchas personas en los pasillos, y a quienes topaba no le hacían caso, todos estaban ocupados en ir a conseguir un poco de comida, como él.

Se apresuró a llegar a la cafetería y cuando abrió las puertas se sintió seguro, en lo que cabía. Divisó a sus nuevos amigos sentados donde siempre y fue a formarse por comida sin ningún inconveniente.

-Hola Jungkook. – Saludó el omega rubio mientras masticaba un pedazo de pan. –

-Sobreviviste a estar una hora tu solo. – Comentó el pelirrojo con burla. El omega se estremeció mientras daba su primer bocado a la sopa de hoy. Sabía mucho mejor que los días pasados.

-Ya conocí a Taehyung. – Les informo y los otros se emocionaron al saber que su amigo ya estaba libre.

-¿Y que tal? – Preguntó el beta y la forma en la que el peli morado omitia esa pregunta le causó gracia. – No te preocupes, Taebro es inofensivo. Te vas a sorprender con él. –

-¿Y donde está ahorita? – El omega volteo con los demás alfas, pero no se miraba, ni tampoco Yoongi.

-Taehyung trabaja en la cocina. Él la direje. – Hoseok dio otro mordisco. – Por eso todos nos ponemos tristes cuando lo mandan al hoyo. Es realmente bueno cocinando. –
Jungkook probó otro bocado y las palabras del omega eran ciertas. Esta comida sabía mejor que los días pasados. Era casi como comida casera.

-¿Cuánto tiempo lleva él aquí? – Preguntó Jungkook curioso, pero el semblante algo serio que tomaron sus amigos no le dio buen presentimiento.

-No sabemos. – Habló Hoseok. – Nunca nos lo ha mencionado. –

-Y tampoco le hemos preguntado. – Su pareja añadió. – En esta prisión no son sentencias tan largas. Solo de unos pocos años como los nuestros, pero creemos que él tiene más tiempo aquí que la mayoría y-Fue interrumpido.

-¿De qué mierda están hablando y porque tienen a este nerd con ustedes, uh? – El alfa pelinegro hizo presencia, sentándose a lado de Jungkook, frente a la pareja, colocando su charola y disponiéndose a comer.

-¡Taebro!-Exclamó feliz el pelirrojo mientras le daba un abrazo sobre la mesa, hasta que el pitido de un guardia lo hizo separarse.

-Sueltame, cabello de mierda. – Se apartó del pelirrojo.

La escena a Jungkook le parecía casi comica. Definitivamente nunca espero algo así cuando sabía que iría a la cárcel. Creía que todo sería gris y lleno de golpes o cosas peores. Pero hasta entonces, todo marcha bien.

O eso creía.

Miró como a la cafetería entraba Yoongi, viéndolo fijamente, y justo detrás de él, se encontraba Seokjin, otro alfa con el que no se llevaba.

Jungkook comenzó a ponerse visiblemente nervioso conforme ellos se acercaban. Tanto que el latido de su corazón se escuchaba tan fuerte en sus oídos que no podía escuchar como él omega rubio le hablaba.

No fue hasta que Seokjin llego a su mesa que él omega contuvo la respiración.

-Vaya, vaya. – Empezó a hablar el azabache mientras tomaba al omega de las mejillas y le obligaba a verlo. – Creo que me voy a divertir mucho aquí de ahora en adelante. – Sonrió burlón, pero un manotazo le hizo soltar al omega. Taehyung se levantó.

-Largate de aquí, maldito bastardo. – Gruñó el alfa. - ¿O quieres que te golpee de nuevo, animal? – Jungkook volteo a ver rápidamente al alfa y su corazón se aceleró. No entendía que estaba pasando.

-Puedes hacerlo, pero si lo haces… - Sonrió con burla. - ¿Quién cuidara a este omega cuando estés en el hoyo otra vez? –

Pará ese momento, ya las mesas alrededor se habían dado cuenta de la tensión entre esos dos, incluso los guardias, pero todos estaban esperando a que Taehyung le saltará encima como ya había pasado la vez pasada. Solo que esta vez, no sucedió. El alfa pelinegro siguió mirando de forma amenazante al azabache, pero no le atacó.

-Larga te de aquí. – Fue todo lo que dijo, soltando un aroma demasiado desafiante que hizo a los demás estremecerse.

Seokjin se retiro.

Por ahora.

Por ahora

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DOG DAYS |Taekook|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora