Capítulo 15

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*Capítulo sorpresa*

  Los dedos de Chris tanteaban sobre la mesa de su escritorio, cayendo pesadamente sobre el material mientras esperaba a que Dylan volviera a leerse el contrato para darle el visto bueno finalmente.

Sabía que lo Diana había hecho era ilegal, por intentar falsificar la firma de su jefe, pero al mismo tiempo, ¿qué había de malo? Era una réplica de un contrato original que ya había firmado.

Sintió su corazón casi salirse de su pecho cuando Dylan irrumpió en el despacho de golpe, aunque, a diferencia de lo que esperaba, una gran sonrisa dibujaba su rostro.

—¡Nos vamos a hacer de oro, campeón! —dio varios golpecitos sobre el escritorio, de manera divertida— Ya lo estoy viendo: vamos a ser el IKEA británico. ¿Qué digo? Vamos a poder joder a esos suecos hasta eliminarlos del mapa.

Pero estaba celebrándolo demasiado pronto. Y Chris lo sabía. La suerte nunca había estado de su parte, así que sabía que aquello iba a acabar estallando de la peor manera posible. Tarde o temprano.

—¿Qué es lo que quieres? ¿Un traje de Armani, un coche nuevo, unas vacaciones a un sitio paradisíaco con tu churri?

—Con que las cosas salgan bien, me doy por satisfecho —hizo una mueca.

Y no lo decía por decir. Que ese negocio saliera bien, era lo único que necesitaba en aquel momento. Bueno, quizás una subida de sueldo no estaría mal, pero no estaba en posición de pedir.

—Todo estaba bien, ¿no? —se aseguró— Sé que Kristen te volvió a dar el contrato para que le dieras un último repaso antes de mi reunión.

Chris asintió, sabía que el hombre frente a él era tan patoso como para no leer lo que firmaba nunca. Por eso siempre debía volver a revisar cualquier documento antes de formalizarlo.

Y entonces lo pensó. Podría haber dicho que había un error, que volvió a hacer el contrato y que necesitaba que se volviera a firmar. No tendría por qué haber recurrido a todo el embrollo que llevaron a cabo la noche anterior. Pero estaba tan enfadado y todo había sucedido tan rápido. Encima Diana lo había hecho con buena intención para ser de ayuda. Demasiados factores le habían cegado como para permitirle llevar a cabo una solución clara y correcta. Ya solo le quedaba rezar.

—Alegra un poco la cara —le intentó animar—. Tenemos este trato en el bolsillo.

Dylan le sonrió emocionado cuando su móvil comenzó a sonar y vio el nombre de uno de los representantes de la empresa cliente. Decidió poner la llamada en manos libres, para que Chris también pudiera ser testigo del cierre de trato.

—El señor McCullingan le ha echado un vistazo al contrato que nos ha presentado en la reunión y me ha pedido que me ponga en contacto con usted cuanto antes —Dylan le guiñó un ojo a Chris—. No quiere trabajar con ustedes.

Chris cerró los ojos, sabiendo perfectamente lo que venía a continuación, sobre todo al oír a Dylan pidiéndole explicaciones a la representante.

—El documento está falsificado —sentenció.

—¿Cómo falsificado? No puede ser.

—Para empezar, el contrato que nos ha dado hoy no tiene la marca de agua que el contrato original tenía —comentó—. Usted mismo nos dijo que de esa manera se asegura al 100% de la originalidad del documento. Y, para seguir, la firma está falsificada. Se ha comprobado con un especialista tras lo sucedido con la marca de agua.

—Bueno, son pequeños errores —intentó arreglarlo—. Ya saben que yo estoy de acuerdo con el contenido.

—No es por eso que mi jefe no quiere volver a trabajar con usted —le corrigió—. No quiere trabajar con una empresa que carece tanto de seriedad como de seguridad. Lo lamento. Que tenga un buen día.

FMSD / Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora