Capítulo 8

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Apoyada en la puerta que comunicaba presidencia con la sala de juntas, Betty lloraba a mares, sentía su cuerpo temblar y una enorme opresión en el pecho que no la dejaba respirar bien. Su corazón, su piel y todo su cuerpo no se habían equivocado cuando sentían sinceros los besos y caricias de Armando, las muchachas del cuartel, sin saber que se trataba de ella de la mujer de la que hablaban, le había confirmado que su amor era correspondido, que el no le había mentido cuando le dijo que en medio de todo ese juego el se había enamorado y no podía dejar de llorar por la emoción, pero volvieron a aparecer en su cabeza las horribles palabras de la infame carta de Mario Calderón y el dolor resurgió una vez más. Nada cambiaba el echo de que el la había engañado y en un principio había jugado con ella.
Intento calmarse, estaba muy confundida, se fue al baño, se lavo la cara, tomó su celular y marco el número de la única persona que podía ayudarla a encontrar un poco de sosiego en ese momento.

Cata- aló?

B-(con la voz apagada) Catalina, soy Betty.

Cata- hola Betty, Esperaba que me llame anoche..

B- lo siento, es que llegue a mi casa muy cansada y no tenía ganas más que de comer y dormir.

Cata-(percibiendo el tono apagado de su voz) Betty usted está bien? La siento como angustiada, triste, se siente bien?

B- si... No... No sé, por eso la llamé, necesito hablar con usted, será que podemos vernos antes del comité de esta tarde?

Cata- claro que sí, de echo yo estoy en camino a Ecomoda, necesito mostrarle unas cosas antes de plantearlas en el comité, estoy allá en menos de diez minutos, está bien?

B- claro que sí, la espero y gracias.

Colgaron la comunicación, y Betty llamo a Aura María dándole órdenes estrictas que no le pase llamadas ni visitas a excepción de Catalina Ángel. Intento calmarse y terminar de preparar las propuestas que expondría en el comité que tendría en la tarde con los demás ejecutivos y Hugo Lombardi.
Unos minutos después, Catalina hacia su ingreso a presidencia, con su brillante y tranquilizadora sonrisa, miro a Betty y noto sus ojos las huellas de las lágrimas y el destello triste que tenían su mirada, la abrazo y se dispuso a escucharla. Betty pidió dos te y comenzó a contarle a su amiga todo, la charla del día anterior con Armando y lo que había escuchado del cuartel.

En la oficina de la vicepresidencia comercial, ocurría otra conversación, Armando y Mario también se preparaban para el comité, cuando Calderón aviso a Armando que era necesario que ambos viajen para vender las franquicias y poder invitar a los futuros propietarios al lanzamiento que sería en un mes.

MC- hermano entienda que yo no puedo viajar solo, no si queremos que el negocio este funcionando antes de la colección.

A- pero Mario yo ahora no puedo irme ahora y menos un mes entero, no puedo ni quiero alejarme de Betty!

MC- (haciendo gesto de fastidio) entonces que, se queda acá de romance con su ex vampirin y me deja a mi con todo el trabajo de la franquicias.! Que bonito lo suyo Mendoza!

A- (apretando la mandíbula) no la llame vampirin ni de ninguna de esa manera porque le rompo cara Calderón, a Betty me la respeta! Y no es por quedarme "de romance" con ella que no quiero viajar. Es por otra razón.

MC- y que puede ser más importante que sacar adelante a Ecomoda?

A- no puedo decírselo ahora Calderón, (poniendo mirada soñadora) pero si puedo decirle que es lo más importante que me ha pasado.

MC- no si ya me imaginaba que no me iba a contar, si usted no me ha contado nada de lo que pasa entre usted y Betty desde el día de su cumpleaños. Ni siquiera me dió detalles de lo que pasó esa noche.

El fruto de nuestro amorWhere stories live. Discover now