05

1.7K 110 2
                                    

Blake. 

El sonido de la música en alto volumen se hacia presente en todo el lugar, las luces de colores iban de un lado a otro, vapor salía disparado en la pista de baile que estaba repleta de gente bailando pegada una con otra, las meseras caminaban entre la gente ofreciendo bebidas adulteradas para que pidieran más y más alcohol, otras de mis meseras ofrecían ciertas sustancias ilegales con una cara de seducción que enamoraba a cualquiera, las bailarinas en las jaulas se movían como unas malditas diosas, las musas que inspiraban las bajas pasiones. 

Yo miraba todo en lo alto de mi imperio, tenia una vista perfecta de quien entraba, quien salía y quien consumía mis productos, estaba cruzado de brazos gozando de lo que he logrado durante muchos años, era un maldito de dios de estas mierdas. 

-¿Blake?-. 

Me gire para mirar a mi mejor amigo y mano derecha que asintió con la cabeza, sabía lo que significaba eso por completo, había llegado el momento. 

Me aleje del gran ventanal que daba a todo mi centro nocturno, tome mi saco de color negro para así caminar con Thomas a las bodegas que estaban en la parte de abajo del club, salimos de mi oficina y bajamos las escaleras con toda la tranquilidad del mundo, salude al hombre que se encargaba de cuidar la entrada a mi oficina y seguimos caminando para ir a la puerta trasera del lugar, estaba haciendo un poco de aire fresco, pero este no duro nada ya que llegamos a la puerta de las bodegas para nuevamente bajar por las escaleras y ahí estaba. Sonreí como nunca antes lo había echo, arregle mis mangas de mi camisa y camine solo unos pasos más hasta quedar en la silla enfrente del imbécil que estaba amarrado de pies y manos y con los ojos vendados. 

Mire a uno de mis hombres que estaban esperando indicaciones, mire a uno y asentí con la cabeza y este acato mi orden al instante para quitarle la venda de los ojos al hombre frente a mi. 

Por un momento se encontraba desorientado, pero cuando sus ojos se posaron sobre los míos se mirada fue de tener susto o tener mucho miedo. Él estaba sangrando de una ceja, labio roto, el pómulo roto y la nariz roja.  

-Sabes, puedo ser muy tolerante con muchas cosas e incluso puedo ser bondadoso...-. Reí con sarcasmo-. Pero hay cosas que no tolero y una de esas es la traición-. 

El hombre seguía con la mirada de miedo y pánico, y más cuando de mi celular y le mostré lo que contenía. Era unas fotos de él con Ivan Petrov, quien era uno de los traficantes de armas y drogas mas poderoso de la historia y quien fuera mi mentor cuando no tenia nada ni a nadie, pero años mas tarde se volviera mi mayor enemigo. 

-Se-señor...señor...yo...le juro que no fue mi intensión ¡Todo fue un engaño! ¡Se lo ju...!-. 

Saque rápidamente el arma que tenia en mi pantalón y se la puse en la boca. 

-¡Te lo dije cuando entraste a este negocio! ¡El que me traiciona lo paga con la muerte!-. 

Y fue entonces que el disparo salió directo en su boca y la bala salió por la parte trasera de su cabeza, por un momento se hizo un silencio tan hondo y profundo, solté un suspiro y me levante de mi asiento para así guardar nuevamente el arma en mi pantalón al igual que el celular. Me levante de mi lugar y mire a Thomas que estaba ahí sin ningún tipo de expresión como siempre lo he echo, arregle mi cabello y con toda seriedad pregunte. 

-¿Que averiguaste?-. Pregunte. 

-Le vendió gran cantidad de droga a Ivan y recibió una comisión por ello, todo ese dinero fue una cuenta y estamos averiguando en donde esta-. Dijo Thomas, siempre como un profesional. 

-¿Y de lo otro?-. 

-Lo encontramos-. 

Una sonrisa se me pinto rápidamente. 

-¿Y bien?-. Pregunte nuevamente. 

-Supimos que tuve algunas secuelas por el disparo que le alcanzamos a dar, también supimos que también tiene familia, una esposa que es jefe de cirugía en Hospital Santo Thomas y tiene una hija es una adolescente-. Se cruzo de brazos-. ¿Qué piensas hacer?-. 

-Ya veré que hago, le voy hacer pagar por lo que hizo-. 

Mire a mis hombres y con señas con mi manos les pedí que moviera el cuerpo del lugar en el que estaba, lo demás ya era obvio lo que tenían que hacer. 

Una hora más tarde regrese al barrio en donde ahora estaba viviendo, esta nunca fue mi idea de vivir en un barrio hogareño donde hay muchas personas que se interesan de la vida de los demás, pero la policía me estaba buscando y sabían mis antecedentes y en donde me gustaban los lugares más lujosos de Londres, así que tenia que hacerme pasar por una simple persona normal y en cierto punto era agradable estar de esa forma, pero mi vida era otra, la cosas de este barrio es que no pasaba un segundo de que Candace que me acosara, no iba a negar que tenia un gran cuerpo de diosa, pero no me agradaba esa sensación de acoso y sensación de atención. Pero había algo que no podía sacar de mi cabeza y era esa chiquilla, nunca había pensado en jovencitas, para nada, podría ser miles de cosas pero un pederasta jamás, pero ese día que la conocí o más bien en que mis ojos se posaron en ella no pude dejar de pensar en ella. 

Y más esa tarde de bikini, no tenia el cuerpo de una niña, para nada, tenia el cuerpo de una joven ya mayor de edad ¡Y carajo! cuando sentí la delicadeza de su piel sentí algo recorrer mi cuerpo ¿Cómo puede ser eso posible?  

Eran las dos de la mañana y por suerte todo el vecindario dormía y no había moros en la costas, bueno excepto la casa de Candace que había una habitación con la luz encendida, por suerte alcanzaba a ver de quien se trataba, era de su hija ¿María? no recuerdo el nombre de la chica, pero desde mi posición podía ver que estaba perfectamente entretenida con un chico, cielos, eso yo le llamo saber buscar riesgos. Mi mirada no se despegaba de aquella ventana donde podía ver a la perfección a esa chiquilla mimada besarse de forma apasionada a ese chico. 

Mi celular comenzó a vibrar, saque el teléfono de mi saco y era un mensaje de Thomas: 

"Es ella, la hija del policía"

Al segundo me llego un archivo donde apareció la foto de la hija de esa policía, y mis ojos se abrieron ampliamente y estaba realmente sorprendido, era la misma chica, era la misma chica que le había ayudado con su rodilla, así que no todo estaba perdido, le iba hacer pagar todo lo que hizo, su hija iba hacer el mejor anzuelo. 


Fugitivo +18Where stories live. Discover now