Fugitivo +18

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Blake.

Habían pasado unos días luego de lo ocurrido en el partido de fútbol, seguían sin entender el porqué del comportamiento de Blue ante mi toque, al principio quería lo desea e incluso se veía que lo anhelaba, pero no entendía el ¿Porque? Esa forma de reaccionar diciendo incoherencias la verdad es que no entendía del todo, trate de llamarla el fin de semana, pero no tomó ninguna de mis llamadas, cuando me toco mi clase ella no se presentó y ninguno de sus compañeros supieron en donde estaba y claro que no le iba a preguntar a su amiga Mikaela en donde estaba ella porque eso se vería muy pero muy sospechoso.
Hoy era jueves así que camine a la hora del almuerzo al comedor de los alumnos para ver si ahí estaba ella almorzando, al estar en las puertas mire a cada una de las mesas hasta que la vi en la fila de los almuerzos pagando su comida, eleve una ceja completamente enojado porque me había estado evitando y como pasó decisivo me acerqué a ella.

-Quiero un pie de chocolate por favor-. Pidió ella.

-Señorita Bennett, podemos hablar un momento por sus faltas-. Dije completamente autoritario.

Pude ver como se tensaba un poco y de poco a poco se fue girando hasta que sus ojos se posaron sobre mi pecho para ir subiendo hasta toparse con mis ojos.

-Lo siento señor Myers pero es mi hora de almorzar-.

Esta mocosa podía ser bastante terca y bastante estresante para mi gusto y odiaba cuando ella se ponía de forma retadora conmigo y no tolero a las mujeres así, pero ella ¡Me saca de quicio! Endurecí más mi mirada, pero a ella no le importo ni un poco que yo estuviera detrás de ellas hasta que la tomé del brazo con fuerza sin llegar a lastimarla.

-Creo que no me está entendiendo señorita Bennett, pero yo soy su profesor y si no quiere reprobar mi materia más vale que me aclare las faltas ¿Entendido?-.

Ella no dijo nada, pero podía sentir como su cuerpo temblaba ante mi ameniza y realmente ella veía que yo no estaba bromeando para nada, así que lo único sabio que pudo hacer fue deja la bandeja en un carrito de charolas vacías y sin más sin poner fuerza comenzó a caminar por las mesas de sus compañeros, ella delante de mi y yo detrás de ella asegurándome que no hiciera nada estúpido como escaparse. Al salir del comedor seguimos caminando por los pasillos de la escuela, mire en algunos de los salones que estaban vacíos tomé el brazo de Blue y la jale para meterla en un salón, cerré la puerta y la recargue en la puerta de este.

-Oh mierda, ten cuidado me lastimaste el brazo asno-. Reclamo ella adolorida y yo le tomé de las mejillas.

-Escúchame mocosa malcriada, a mi no me vas hablar como le hablas a ese maldito idiota del pelirrojo o como alguno de tus amigos, a mi me respetas-. Mi voz estaba más gruesa y estaba enojado.

Su mirada primero era de miedo porque no me había visto de esa forma, esta era una de las partes más hermosas y perfectas de mi día, intimidar a una mocosa, esa sensación de poder sobre una persona era la que me gustaba. Pero Blue cambio por completo su cara de miedo a una de reto ¡Maldita!.

-Suéltame maldito idiota, yo no soy como la madre de Mikaela que se deja hacer lo que quiera, así que Suéltame o grito-. Amenazo de vuelta.

-Pero antes de que grites ahora mismo me vas a decir que fue lo qué pasó el viernes, porque te pusiste como una loca esquizofrénica a gritar y yo odio tanto a las locas como que me dejen con una pura erección en el pantalón ¡Así que habla!-.

-¡Yo no tengo nada que explicarte! Es mi vida y no tengo porque decirte mis asuntos ¡Déjame en paz!-. Grito al final.

Blue salió corriendo del salón de clase azotando la puerta y yo teniendo un maldito coraje de los Mil demonios recorriendo mi sangre, hice puño mi mano y lo impacte en la puerta logrando un gran estruendo que hizo eco en el salón, esa mocosa será completamente mía si o si, ella no va a venir a joder la existencia porque es una maldita terca, ella es la clave de todo mi maldito plan así que tenía que pensar bien como voy hacer para que sea completamente mía y joder a imbécil de su padre. Un ruido se hizo presente en el salón y al elevar la mirada en la otra puerta del salón estaba un joven rubia, Zoey, aquella chiquilla había querida meterse en mis pantalones varías veces pero no lo había permitido, pero tenía un ligero conocimiento de que ella y Blue no tiene una buena relación.

-Oh, perdón profesor Myers, pensé que el salón estaba solo-. Comentó la joven de forma inocente fingida por completo.

Me enderece y le sonreí.

-No se preocupe-. Sonreí con fingida amabilidad, aclare mi garganta y comencé a caminar hacia ella-. Zoey te puedo hacer una pregunta-.

Los ojos azules de la chica rubia parada frente a mí se iluminaron como saco el pecho para que lo notara y lo noté, los pechos eran pequeños y esos para mi no me gustaban odio a las chicas que tienen pechos pequeños.

-Dígame en que puedo ofrecerle, profesor-. Remarcó la palabra ofrecerle.

-Veras Zoey, es que una de tus compañeras, Blue Bennett tuvo un ataque como de ansiedad y comenzó a gritar, ella estaba con un chico pelirrojo y ella se puso nerviosa y salió corriendo y traté de ayudarla me se negó ¿Tu sabes que fue lo qué pasó? Ese chico la lastimo-. Mostré fingida preocupación.

Una sonrisa se le puso en la cara.

-Pues es una historia un poco larga, pero muy graciosa-. Río levemente, estúpida mocosa-. Hace unos años, dos más o menos, unos de los jugadores de fútbol hicieron una fiesta con una servidora, Blue asistió junto con su amiguita Mikaela-. La chica se sentó en el escritorio cruzando las piernas y yo me crucé de brazos-. Blue estaba hablando con Kevin, amigo de Kyle. Y como puede darse cuenta Kyle está perdidamente enamorado de Blue, pero Mikaela estaba enamorada de Kyle entonces hablo con Kevin y le dijo que se llevara a Blue a una de las habitaciones para tener sexo y el punto de todo esto es que, Mikaela quería demostrarle a Kyle que Blue no le interesaba en los más mínimo, pero se la llevaron al habitación y ahí empezó todo, Blue no quería tener sexo, pero Kevin casi literalmente le obligó y se podían oír los gritos de miedo de Blue, pero todo él Olán de Mikaela se fue a la mierda pues Kyle la consoló y de ahí no separado de su lado-.

¡Maldita mocosa! No puedo creer que esto haya pasado o más bien que me haya enterado, tengo a las dos mocosas en mis manos y más a Mikaela, será completamente mía de igual forma, maldita hipócrita.

-Pero no se lo diga nadie, Mikaela no dijo que no dijéramos nada o ella usaría muchas cosas en nuestra contra-.

-Tranquila-. Me acerqué a ella y tomé su barbilla con mis dedos-. No dire nada, de nada lindura-.