ღ Cenas, disculpas y promesas.

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DONCASTER, INGLATERRA
3 de febrero del 2002

Eran las seis de la tarde y Harry seguía encerrado en su cuarto, su hermana Gemma fue la encargada de llevarle comida y agua durante todo ese tiempo.

Su padre le había dicho que su castigo se iba a levantar antes de tiempo ya que no fue tan grave lo que hizo con Louis, sin embargo le había gruñido a su madre por lo que él podrá salir y hacer las pases con la alfa después de la cena.

Por otro lado, Anne estaba muy triste, su alfa la había regañado y advertido que si seguía con esas conductas él se separaría y se llevaría a sus cachorros. Ella lo entendía, su pareja tuvo una infancia difícil y al querer que sus hijos no pasaran por lo mismo era totalmente comprensible.

Por su puesto que a ella no le gustaba regañar a su cachorro pero le hervía tanto el hecho que por culpa de un niño cualquiera sus planes se arruinaran completamente. Por lo mientras le pediría una disculpa a su hijo y a la familia Tomlinson, especialmente a Jay y aunque no quiera también al pequeño Louis.

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DONCASTER, INGLATERRA
5 de febrero del 2002

Era sábado y los Tomlinson tendrían que asistir a una cena hecha por la familia Styles. Habían sido invitados un día antes y el propósito de la cena según el alfa de mayor rango era para pedir disculpas y que no hayan rencores o peleas entre ellos.

Habían aceptado y la persona que estaba más emocionada por volver a esa casa era Louis, quería ver al tonto de Harry para jugar mucho, también quería acurrucarse con el y que le hiciera mimos.

Louis siempre había sido así, un niño muy mimoso y adorable, tenía estas conductas que caracterizaban a un omega, era delicado, pequeñito, tierno, afeminado, le encantaba ser mimado y ronronear cuando era complacido. Pero su físico confundía, era muy pequeño pero también muy robusto, tenía facciones delicadas pero brazos y espalda muy anchos como para que sea un omega.

Era muy pronto para decir cual sería su casta, sin embargo, todos sus tíos, primos y hasta su padre pensaban que el sería un beta o Alfa, su madre no opinaba ya que no le importaba, para ella su cachorro seguiría siendo el sol que ilumina su vida.

El mismo Louis quería ser un omega, quería tener una familia como en las telenovelas que ve su padre. Esas telenovelas en las que un omega tenía un alfa, cachorros pequeñitos y adorables como él, una casa linda y pintoresca, en donde todos eran felices y el omega se veía completo. Pero su padre siempre le dice que cuando sea grande él va a ser un muy buen alfa o beta, uno fuerte y muy guapo, con carácter y dominante, que algún día iba a cortejar a una omega o beta y por supuesto que ew, Louis no quiere cortejar ni ser fuerte, el quiere ser cortejado y delicado.

—Me veo como un tamal mal amarrado— Louis se dijo cuando vio su reflejo, tenía puesto un pantalón de vestir negro, una camisa blanca de manga larga y un cinturón café oscuro— No debí haberme comido ese último hotdog, ve nomás Louis estás todo hinchado— hizo una mueca de tristeza al ponerse de costado, se veía un gran bultito que sobresalía de sus pantalones.

Se alejó del espejo y se puso unos zapatos negros, agarro su mochila color azul bebé que adentro tenía juguetes, crayones y un libro de princesas para colorear. Salió de su habitación, bajó las escaleras y fue directamente hacia la sala en dónde se encontraba sus padres esperándolo.

𝑶𝒓𝒂𝒏𝒈𝒆 𝑱𝒖𝒊𝒄𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora