Adorado Suplente.

En evidencia.

Sunan escuchaba en silencio cada una de las palabras que salían de los labios de Xiao Zhan, parecía estar en trance mientras escuchaba  la historia, no podía creer por él tipo de situaciones que había pasado al haberse cruzado con He Sean en su camino.

Observó sus lágrimas caer, escuchó su llanto, también divisó sus sonrisas, estaba claro que desde hace 4 años Xiao Zhan ha estado viviendo momentos difíciles y tristes en soledad, se sintió afligido, enojado, lleno de ira, sobre todo consigo mismo porque algo tenía claro, si hubiera seguido junto a Zhan y cuidando de él ni el ni su madre hubieran pasado por tantas dificultades.

No pudo culpar a sus padres en aquel tiempo habían surgido tantas cosas, incluso ellos mismos atravesaron una cantidad de dificultades, desde el cáncer pulmonar que casi le quita a su hermano mayor hasta una inminente bancarrota debido a un engaño producido por un conocido, habían pasado por tanto y debían esforzarse para levantarse que no les dio tiempo de mirar a su alrededor, pero ahora viendo y escuchando a Xiao Zhan se arrepentía una y mil veces por no haberse detenido a observar.

- Eso es todo.- Zhan sonrió con tristeza.- Se que estoy haciendo algo incorrecto ya que estoy tomando el lugar de alguien más y engañando a las personas a mi alrededor.- Una lagrima rodó por su mejilla.- Pero si eso me permite al menos estar un tiempo junto a mi hijo soy capaz de hacerlo mil veces, mi madre no está y lo único que me queda en esta vida es el ¿Es egoísta de mi parte que quiera aferrarme a él lo mas fuerte posible?.- Se quedó viendo a Sunan esperando una respuesta.

-.......

- Te parezco despreciable ¿Cierto?.- Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras sonreía.

El corazón de Zhan empezaba a doler ante la mirada de Sunan, aquellos labios no se abrían por más que pasaba el tiempo, no emitió un movimiento, ni siquiera pestañeo, se sentía adolorido porque había supuesto que acababa de decepcionar a una de las personas que más significado tenía en su vida.

Zhan no podía soportar más aquella mirada, sentía que estaba siendo apuñalado así que se levantó para marcharse pero sorpresivamente la mano de Sunan se aferro con fuerzas de su muñeca y tiró de él haciéndolo regresar, ahora Xiao Zhan se encontraba siendo arropado en un fuerte y cálido abrazo.

Xiao Zhan no batalló por alejarse, ni siquiera lo intentó, en cambio se levantó sus brazos y se aferro más a la persona que lo sostenía, enterró su rostro en el cuello de su cuello y derramó lagrimas en silencio, en ese momento descubrió que no sabía lo mucho que necesitaba ser abrazado de esa manera, con amor, con calidez y comprensión.

- Niño tonto.- Sunan hablaba en voz baja.- Siempre has sido un niño tonto ¿Como te atreves a pensar que te veo como alguien despreciable?

- Sunan...- Zhan trató de alejarse.

- Pienso en todos los momentos que has tenido que pasar y me lleno de rabia.- Apretó más el abrazo de Zhan.- Siento tanta culpa, no debí dejarte solo Zhan Zhan, no debí.

- Apenas estabas empezando a vivir.- Zhan sonrió.- ¿Qué podía hacer un niño como tú?

- Pero ahora no soy un niño.- Llevó su mano a la nuca de Zhan y la acarició.- Ahora no sólo puedo ayudarte sino que también puedo protegerte.

- Con que estés aquí justo ahora me basta.- Zhan se aferró más a Sunan y cerró sus ojos.- No sabes cuanto extrañaba esto, siempre has sabido cómo consolarme, incluso sin decir una palabra.

- Estaré aquí siempre y cuando me necesites.- Lo alejó y acuno el rostro de Zhan entre sus manos.- Si quieres puedo ayudarte a recuperar a tu hijo así no tienes que vivir esta falsa.