Cautivo apego

622 60 55
                                    



prompt: Secuestro.

pov: Temo, primera persona.

Mini sinopsis: Cuauhtémoc es privado de su libertad, con el juicio nublado a falta de contacto humano, Aristóteles, un joven que aparentemente está secuestrado junto a él, se convierte en su mejor aliado y la posible llave de su libertad.


━━━━━━━༺༻━━━━━━━



Ahora mismo soy incapaz de recordar cuántos días llevo siendo privado de mi libertad. Lo único que recuerdo es que fue un viernes. Estaba especialmente apresurado ese día por llegar a la universidad, tenía dos trabajos que eran precisos de entregar a primera hora, muy apresurado como para prestar atención al resto del mundo, tan sumergido en mi desesperación por ir retrasado que apenas pude quejarme cuando ya estaba siendo silenciado y adormecido con una gasa cubriendo mis únicos medios para respirar. Si antes mi única preocupación era la escuela, hoy mis prioridades han cambiado, hoy intento mantenerme con vida hasta descubrir cómo escapar de aquí.

He pasado varios de estos días en la oscuridad, encadenado de un tobillo a la pared. Apenas he podido identificar mi alrededor gracias a la luz tenue del día que se cuela por la ventana tras las cortinas ásperas de color vino. Esa poca luminosidad es la misma que ha logrado mantenerme cuerdo para diferenciar el día de la noche. Siento que han pasado días, quizás sólo han pasado un par, la verdad comienzo a preocuparme de mi estabilidad mental al mismo tiempo en que trato de mantenerme activo para no sumirme en la desesperación del cautiverio.

Me repito mi nombre completo todos los días, Cuauhtémoc López Torres; me repito mi edad, 20 años; me repito otros datos como dirección, mi fecha de nacimiento, mi universidad, el nombre de mi padre. También tengo un speech: "Me llamo Cuauhtémoc López Torres y fui secuestrado. Por favor ayúdeme". Pienso que debo tenerlo presente por si en algún momento logró escaparme, y aun si pierdo el juicio, delirante lograré decir algo que me salve.

No entiendo la razón por la cual he sido despojado de mi vida y abandonado en esta habitación. Lo único que logro percibir a mi alrededor ahora mismo son las paredes impregnadas de humedad, la cama de resortes salidos junto al escritorio y la silla de madera antiguos; yo no los desprecio, son toda mi compañía. 

El primer día que estuve aquí un hombre me habló. Yo llevaba un paño cubriéndome los ojos, así que era imposible que lo viese. Me dijo que yo estaría aquí por unos días hasta que fuera integrándome a la familia. No lo entendí. Me indicó que me dejaría una cubeta para hacer mis necesidades y que me daría de comer si era un buen hijo. Estaba aterrado. No sirvió que entre temblores y sollozos le pidiera que me liberara, eso lo hizo molestarse. Me quitó el paño y pude ver de nuevo, aunque no sirvió de nada tampoco, la oscuridad me dejaba casi en las mismas condiciones; tan sólo percibí su sombra y luego despareció. 

Días después sucedido algo diferente.

Estando inseguro si ya era la tarde o recién llegaba la  noche, la puerta de la habitación se abrió. Por primera vez desde que estoy aquí alguien prendió la luz. De inmediato cerré los ojos en un intento por acostumbrarme a la luminosidad a la que de nuevo estaba siendo expuesto. Me repuse poco a poco; me encontré con un joven rizado, llevaba ropas holgadas y un fijo gesto de preocupación y miedo con el que me miraba desde la puerta. Me dejó una bandeja de comida sobre la cama y salió corriendo, apagando la luz a su paso. Me pregunté si él era mi captor, aunque lo dudé, era muy joven para la voz que recordaba.

Nuestro lado más oscuro ; aristemo FFAWhere stories live. Discover now