🌠Capítulo 20: La sombra de los enamorados🌠

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168 días en Pueblito (para hacer las cuentas más variadas)


Lauren se quedó en la casita de Lisa durante las primeras dos semanas. A esta no le molestó compartir con otra persona, ella siempre había creído que mientras más rodeado de gente estés, más divertido se vuelve todo. Por supuesto que si Lauren hubiese sido menos... insistente, Lisa no habría tenido que reprimir el constante impulso de partirle la cabeza con un ladrillo.

Desde que Patrick les había explicado que la hermanita menor de Lauren, Jasmine, estaba en coma igual que ellos, pero en otro Mundo, la amiga de John no había parado de pedirle a Lisa que aprendiera a Canalizar, puesto que sin Energía activa no podían ir a buscarla. Grace se había ofrecido —de muy mala gana— ir a recogerla, pero sin alguna foto o algo para identificarla, se volvía una misión riesgosa y sin mucho sentido.

Si antes lisa quería aprender a Canalizar para visitar a sus amigos y familia por simple nostalgia, ahora necesitaba con desesperación lograr manejar su Energía para ayudar a Jasmine. Tal vez no la conocía, pero vamos ¿quién no ayudaría a una pequeñita de once años?

El problema radicaba en que Jazzy había caído en algún de los Cětari Kosmos, donde habitaban los Vegetal.

Sin Energía no había manera de salir de ahí, y menos aún de recibir una Estrella, pues estas tenían más probabilidad de caer en el Límite Estelar mientras más recordase el Paciente, y la Energía era un factor trascendental para tener una memoria funcional.

Lisa quiso saber cómo averiguó Patrick que una niña había caído en un Mundo distinto al suyo, ya que él disponía solo de la información sobre los Neófitos asignados a Pueblito; pero Patrick prescindió de su duda y nunca le aclaró nada.

Hablar con él se estaba volviendo cada vez más difícil, porque cuando no caminaba por el bosque como un lobo solitario, estaba con Lauren. Siempre. ¿Qué era tan extraordinario en Lauren? ¿Por qué Patrick no podía separarse de ella? No es que Lisa estuviera celosa, de hecho, se veían muy bien juntos, pero, ¡por favor! Lisa hizo de todo para agradarle. Y, luego de meses en Pueblito, construyeron una relación casi de amistad. En cambio, en el momento que Lauren apareció, Patrick se pegó a ella como una garrapata a un perro de la calle.

Lisa cerró los ojos con fuerza y exhaló una bocanada de aire. Necesitaba relajarse.

—No lo entiendo —comentó John, que estaba sentado en el suelo de la casita de Lisa. Ella por poco había olvidado que no estaba sola—. Soy su mejor amigo, se supone que debería estar conmigo, no con él.

—Yo todavía no comprendo cómo es posible que tengas tan mala suerte como para que tu mejor amiga también esté en coma —opinó Grace. ¿En qué momento entró?—. Aunque sí debe doler que ni se detenga a saludarte.

—No saben nada sobre el amor —dijo Lisa. Al ver la expresión de confusión de ambos, se rio—. Oh, por favor. Es obvio que a Patrick le gusta Lauren. Serían una bonita pareja.

—Si es que sobreviven —comentó Grace en voz baja.

—Pero a ella no le gusta él —dijo John, ignorando las palabras de Grace. De todas maneras, le lanzó una mirada hostil. O lo más parecido. Él, simplemente, no nació para enfadarse con alguien.

—¿Cómo estás tan seguro?

El rostro de su amigo se veía como si hubiese recibido una bofetada.

—Porque crecí con a Lauren, es como mi hermana y la conozco mejor que cualquiera.

—Un momento, ¿recuerdas que creciste junto a ella, pero no sobre tu vida? Eso no es muy justo —opinó Lisa.

Coma (Entre comillas, #1) [¡Disponible en las principales librerías de Chile!]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora