Encajar.

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En lo vasta que es la vida, existen mil retos, otros mil desafíos e incontables adversidades que hasta la persona más común experimenta.
Pero entre tanta adversidad y conflicto, pocos pueden considerarse a la altura de la mayor dificultad humana a día de hoy, la cuál es encajar.

Poder conectar y entablar vínculos con cualquier parte del mundo en el que cada persona vive, supone todo un desafío.
Es aprender, entender como adaptarse y entrar en un círculo de amigos, o la sociedad en su totalidad.
Hay quienes eligen pulir sus ejes y embonar a la perfección, como si fueran la pieza ideal en el rompecabezas que supone socializar.
Otros solo son piezas de otros rompecabezas, forzando su entrada y conexión, pudiendo traer tanto cambio como destrucción a su mismo entorno.
Algunos de ustedes, lectores, podrán ver una u otra opción por encima de su opuesta, pero al final, la postura que se elija será la correcta, con la condicional de que no dañe a nadie en el camino, o lo cambie para mal.

Socializar es un complejo sistema de lazos donde las personas ceden y avanzan, aprenden de los demás y enseñan sobre sí mismos. Y aunque darle forma y compartir tus ideas puede ser complejo, no se compara con la dificultad que representa encontrar a una sola persona cuya forma de ideas encaje a la perfección con la tuya. Nótese el obvio énfasis en la palabra "encaje" y no se confunda esta acción con la conjunción de las ideas de dos personas que sean 100% idénticas.

Este pequeño escrito no es un quejumbroso drama atacando la dificultad de la socialización, de la complejidad que encierra algo tan simple como dirigirle un "hola" a tu prójimo ni como esta puede escalar a despertar cada mañana junto a la persona cuyas ideas sinergizen perfectamente con las tuyas, y sean el dueto perfecto. Para nada es una triste queja sobre lo ardua que es la vida.
Porque bien podría ser la queja y demanda de un lugar, de una sentido de pertenencia que podría no existir o ser merecedor de, pero no.

Estas son palabras de aliento camufladas con pragmatismo. Es la apertura de ojos que alguien puede o no necesitar para abrirse como tal al mundo. Para enseñar que por cada idea encontrada y opuesta que acabe en poco más que agresión sin sentido, habrán otras ideas revolucionarias que llevarán al progreso, la felicidad, la bonanza o cualesquiera que sean las fantasías de realización propias.
Es un "Oye, despierta, aún hay mucho por hacer" para motivarte a que sigas. No te aísles, conoce gente nueva, y aprende a seleccionar a tus amigos entre esa gente.
Desarróllate, cae y vuelve a levantarte con mejor juicio que antes para esquivar aquello que te hizo caer.

Enseña a los demás sobre quien eres tú, aporta a quienes tienes cerca lo poco mucho que puedas dar y nunca niegues la oportunidad de aprender ni de crecer.
Toma todo de quien venga, y por supuesto, cuida tu salud, quierete y valorate tanto como a los demás, y guarda una parte de todo ese cariño, y resérvala para tí.

Toda tu vida será una oportunidad para demostrar cuanto puedes brillar, así que brilla cada día el doble de lo que lo hiciste el anterior. Brilla hasta en tu momento más oscuro.
Porque al final, incluso si no pudiste encajar a la perfección, en este mundo de piezas imperfectas, todas tienen su lugar, y eventualmente lo encontrarán.

Por Amor De Dios, No Leas EstoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant