✔️♥𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖇𝖔𝖞𝖋𝖗𝖗𝖎𝖊𝖓𝖉; ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ♥

🥀01; 𝓛𝓪𝓼 𝓵𝓪𝓻𝓰𝓪𝓼 𝓷𝓸𝓬𝓱𝓮𝓼🥀

╭────♡────╮

✧˚. ᴸᵃˢ ˡᵃʳᵍᵃˢ ⁿᵒᶜʰᵉˢ ✧˚.

╰────♡────╯

La noche por fin había llegado y el alivio de MC venía con ella, sus piernas y pies estaban tambaleándose levemente por la falta de descanso y sus ojos ya no le pedían sino le exigían que se moviera de inmediato a la cama de su cuarto para recomponerse. Le asustaba un poco caminar por la noche pero T.K. tuvo que irse por un apuro, entonces no tuvo de otra más que tragarse sus quejas y emprender camino a su departamento.

 A pesar de que las calles tuvieran los faroles de los postes encendidos, aún se sentía con cierta inseguridad en ese ambiente tan frío y oscuro. Tenía que echar un vistazo por arriba del hombro para asegurarse que nadie le seguía, no importaba si era casi algo muy exagerado, tenía que llegar rápido y así quitarse ese temor de los hombros.

Finalmente pudo volver a respirar con normalidad al encontrarse con la puerta blanca de su apartamento y sacó las llaves para entrar, las luces estaban apagadas y no había ningún ruido que comprobara la existencia de Lucy.

— Por lo menos voy a dormir sin escucharla coger —susurró con una pequeña sonrisa en los labios.

Llegó a su habitación y se deshizo de su polera, estiró sus brazos y gimió al sentir su espalda relajarse. Conectó su teléfono celular al cargador que estaba a lado de su mesita de noche y se dejó caer en su cama, los músculos de su cuerpo dejaron atrás el apresurado día en la cafetería y se ablandaron al sentir la suavidad de la colcha y el aroma floral de las sábanas.

No se cambió de ropa, no era necesario cuando ya estás a punto de dormirte, alcanzó a tientas el interruptor de su lámpara y la luz de la luna fue lo único que alumbraba la habitación. Se envolvió entre las sábanas y cerró sus ojos para sentir cómo su respiración se hacía cada vez más lenta.

A través de la ventana se veían las escasas nubes en el cielo estrellado, la luna brillaba y el viento fresco de la madrugada ya rozaba la piel de MC, quien estaba en un sueño profundo. Fue entonces cuando un par de manos se asomaron en el borde de la ventana para sostenerse con fuerza, una figura larguirucha entró a la habitación con cuidado y sin hacer el mínimo sonido.

Aquel intruso se quitó la capucha de su chaleco que le cubría la cabeza y una mueca retorcida se le dibujó en la cara, se hincó a un lado de la cama y admiró la tranquilidad en el rostro de MC mientras respiraba con los labios entreabiertos, la escena le tentaba a tocarle las mejillas y sentir lo suave que su piel podría ser.

"Dios, te ves aún mejor cuando estoy más cerca tuyo. No me había equivocado, de verdad eres un ángel" — pensó conteniéndose de soltar algún sonido que pudiera despertar a su futuro flechazo.

Peter juró que el tiempo se había detenido tal y como en el momento en que vio por la tarde a MC a través del vidrio que lo separaba de la cafetería, una enorme curiosidad y atracción le golpearon el pecho al verle alejarse de su vista y entrar a la cocina del lugar. Su cara se había calentado y una corriente eléctrica le recorrió la piel, ahora sólo debía esperar pacientemente a que saliera de trabajar y saber dónde vivía para conocerle mejor.

"Por lo que escuché, eres MC. Trabajas muy duro, por favor cuida más de tu salud, eres tan adorable que mereces lo mejor de este mundo".

Las facciones tan relajadas de MC eran vistas por Peter como lo más lindo que hubiera visto en su despreciable vida, no sabía cómo describir ese momento tan especial, eran tan tranquilo y confortante que le hacía pensar que era una utopía suya. Hace mucho tiempo que el ojiazul no experimentaba sensaciones tan dulces, se sentía afortunado y extremadamente felíz por estar alejado de su monotonía tan seca y asfixiante.

¿Quién diría que su felicidad se le presentaría con una persona?

Las personas a su alrededor no significaban nada para él, eran casi simples objetos que estaban ahí y nada más, no tenía idea de que alguien le haría sentir todo ese caos que ahora tiene en la cabeza y corazón. Definitivamente MC era alguien muy especial, le hacía ver muchos colores y se encargaría de que nada le pasara, tampoco de que alguien se llevara esa felicidad tan grande.

Se sentó en el suelo del cuarto y un minúsculo suspiro se le escapó de los pulmones.

— Dulzura, te voy a cuidar muy bien —murmuró en voz baja, casi en un susurro mientras volvía al placer de verle dormir.

╭────♡────╮

  𝕹𝖔𝖘 𝖛𝖊𝖒𝖔𝖘, 𝖈𝖆𝖗𝖎ñ𝖔 ~ 

╰────♡────╯