✔️♥𝖄𝖔𝖚𝖗 𝖇𝖔𝖞𝖋𝖗𝖗𝖎𝖊𝖓𝖉; ᴱˢᶜᵉⁿᵃʳⁱᵒˢ ♥

♡ 04; 𝓘𝓶𝓹𝓸𝓼𝓲𝓫𝓵𝓮 ♡

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✧˚. ᴵᵐᵖᵒˢⁱᵇˡᵉ ✧˚.

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Las enormes puertas se abrieron en un estruendo que se escuchó por todo el lugar, a su alrededor quedaban los recuerdos de aplausos y mezclas emocionales que aún vagaban por el aire frío. El espacio era tan grande, tan elocuente, estaba lleno de vida y muerte en un mismo instante.

El antiguo teatro conservaba los lugares que anteriormente eran recipientes de rostros maravillados y esperanzas por ascender en el mundo, las formas en el mármol y los candelabros de cristal permitían imaginarse lo que podría ser una rebanada de gusto al estar en un palacio. La lluvia se presentaba apenas como una pequeña cortina de diamantes que reflejaban la luz nocturna en el rasgado telón de seda y alcanzaba al palco, con el brillo que le traería nostalgia a cualquiera.

El tacón de sus zapatos se escuchó en cada rincón, anunciando una intromisión al ambiente sombrío de una gran variedad de folklore. Las gotas álgidas en su rostro le helaban la piel al igual que la humedad en su ropa, sus dedos entumecidos se retorcían pero aquello no logró disminuir su curiosidad y encanto por el gran escenario.

 Sus piernas tambaleaban levemente al subir por los escalones que guiaban al centro de aquella plataforma de madera lisa e intacta de toda travesura que la madre naturaleza podía ofrecer con enredaderas y ramas que decoraban a las paredes rocosas. El silencio era muy ruidoso en ese momento, todo lo que le ha sucedido se lo llevó el velo que cubría el escenario y le regaló un rincón de sosiego.

— ...

La chaqueta negra que le cubría cayó al suelo y levantó el mentón para inhalar profundamente y exhalar de manera pausada. Toda ansiedad, miedo, preocupación y aprensión se dispersaron en el eco.

— No esperaba verte aquí.

El tono desenvuelto y rozagante que escuchó al aire le dirigió al joven larguirucho que estaba subiendo el último escalón al otro lado con las manos en los bolsillos de su pantalón y un gesto que borraba todo acto malicioso que pudo haber manchado su nombre. Su ropa estaba sin rastros de la lluvia y el par de zafiros que brillaban en la penumbra mostraban interés y total afecto hacia su persona, esa admiración que siempre le regalaba desde hace mucho tiempo.

— Ni siquiera te escuché venir — la incertidumbre se notó en cada palabra que salía de su boca y eso cautivó aún más al contrario que tan solo sonrió.

— Trucos de un asesino, supongo.

La tranquilidad de su hablar era idéntica a la calma con la que arrebataba la humanidad y futuro de las personas que se atravesaban en su camino, él aceptaba sus acciones y las relataba con orgullo para hacer que su cariño se conozca en tinta carmesí y carne viva. Un recolector de almas que siempre llevaba el recuerdo de su razón de vida entre escenas desagradables.

— Siempre presentándote como una deidad en persona — su porte, intimidante para algunos, se mostraba derecho y sus colmillos resaltaban en su ligera sonrisa—, ¿cierto, MC?

— No soy algo así, nunca supe por qué me lo dices. Eres un guardián que siempre está detrás de mí.

Las largas manos del mayor rozaron su cadera, tomándose su tiempo para memorizar la forma de quien le provocaba tanta dicha y en quien veía el paraíso. — No te atrevas a pedirme menos, cariño. Porque soy muy necio cuando se trata de ti.

Ambos se mantuvieron en un breve silencio, pequeños gestos alegres decoraban sus rostros y poco a poco fueron tomando rumbo a un baile lento en el que se complementaban. No había necesidad de saber bailar a la perfección, era un momento en que no había nadie más y el estómago les cosquilleaba.

El tono de la música le sorprendió y la risita del más alto le dijo todo lo que necesitaba saber.

"No pienses, déjate llevar".

MC escondió su rostro en el pecho de su pareja, sonriendo al sentir los latidos de corazón y la suavidad en la ropa del mayor, un sentimiento cálido le brindó la confianza para desenvolverse y concentrarse en la melodía que le transmitía toda la tranquilidad que tanto necesitaba.

El joven asesino sentía que podía morir en paz, se sentía bendecido por tenerle entre sus brazos y que alguien tan radiante estuviera a su lado. Los pasos de ambos iban a la par y el contacto era un gesto íntimo que sólo ellos mismos comprendían y gozaban.

— ¿En serio merezco algo así? ¿Un momento de tranquilidad?

— Siempre lo has merecido, cariño.

La voz ronca del muchacho peliazul recorrió su piel fría. — Y siempre merecerás lo mejor de este mundo tan roto, por ahora es lo que puedo darte.

Depositó un pequeño beso en la frente de MC y acarició los nudillos de sus manos.

— Estamos en una realidad horrible pero te quiero proteger de eso, no debes vivir algo tan grotesco. 

Ni siquiera yo soy algo valioso o diferente a este mundo.

Pero si puedo ofrecerte un lugar cómodo y lejos de todo lo que te hace llorar, sólo toma mi mano y baila conmigo para dejar atrás a quienes no te merecen ni te valoran.

Aunque suene como algo imposible.

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𝕹𝖔𝖘 𝖛𝖊𝖒𝖔𝖘, 𝖈𝖆𝖗𝖎ñ𝖔 ~

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