Boda doble (Incesto)

1.5K 49 8
                                    

POV (Tn)

Las campanas habían sonado, indicando la unión matrimonial de ambos. Subaru, ampliamente sonriente llevando la sortija de recién casado junto mí, su esposa. Los recuerdos de dos años enteros evocaron en nuestras memorias como la primera brisa de primavera que da paso al final del invierno.
Nos lanzaban pétalos de rosas blancas, las mismas que Subaru cuidaba con tanto cariño y yo ayudé a que cultivasen. En parte me confesó que no era un digno final para sus pequeñuelas, pero también confesó que no le molestó tanto pues era para que su rosa se viese mejor que nunca. Luego de despedirse de todos se subieron a la limosina y se dirigieron a la estadía de su luna de miel. En cuanto salieron en dirección a su destino, le pedí a Subaru que me quitase el corset del vestido. Accedió gustoso a hacerlo mientras me susurraba varias cosas al oído.

-Al fin casados, mi rosa. Esperé tanto por este día que no puedo creer donde estoy sentado.

-Tranquilízate, cariño. Estás aquí en camino a nuestra luna de miel. -suspira con alivio cuando desabrochó por completo el corset. Luego se gira para estar frente a él.- Por fin somos del otro para siempre, mi amor.

Subaru se ruborizó un poco debido a su personalidad, pero le devolvió la sonrisa con dificultad. Me recosté en su hombro para descansar un poco, y así permanecí el resto del viaje.

Iba a necesitar toda mi energía...

Cuando llegamos Subaru me cargó al estilo nupcial y entramos por la puerta posterior para evitar la arena. Era una cabaña rústica en la orilla de la playa, perfecta para nosotros que buscamos intimidad y tranquilidad. Dejamos las maletas, priorizando los maletines de mano que traían lo indispensable para la primera noche. Sacamos todo y nos organizamos con rapidez sin darnos cuenta de una tercera persona había "irrumpido" al cuarto, tomándome de las caderas con un suspiro apagado. Sonreí al reconocerlo sin necesidad de ver su rostro. Me giré y lo saludé con un beso de pico, era Shu.

-Qué linda se ve mi futura esposa. -abrazó más mis caderas. No me quería dejar libre.- Oye, Subaru... ¿No acordamos que sería en el mismo lugar?

-Intenté hablar con Reiji, pero ya sabe lo estricto que es. Podríamos hacerlo cuando volviésemos pero perdería la gracia.

-Da igual. Tampoco es que tuviese mucha esperanza. -mira a su hermano con seriedad.- ¿No se te habrá olvidado traerlo, no?

-Claro que no. No puedo olvidarme de algo tan importante.

Eso era raro. ¿Shu tomaba de las caderas a su recién casada esposa y no le molesta en absoluto? Tal vez no tanto dadas nuestras circunstancias personales y.... por decirlo de alguna manera, morales. No sería una barbaridad sino una costumbre.

-Qué mal....yo quería hacerlo en el mismo lugar....

-Oye, no pongas esa carita... -Shu levanta mi mentón y me da un besito pequeño en la nariz para animarme.- Siempre y cuando sea hoy como si es en el cementerio.

-Eso sería estilo Kanato.

Reí por lo bajo al comentario de mi esposo. En unos segundos una lucecita de inspiración alumbró mi cabeza, zafandome del agarre del rubio. Abrí las puertas-ventanas que daban paso al portal.

-¿Y si lo hacemos aquí? No es mal lugar y quedaría como un buen recuerdo.

Los hermanos se miraron entre ellos y aceptaron sin chistar, no porque no les importase sino porque no tenían muchas opciones.

-Acabemos con esta mier-

-¡Shu! -le gritamos al unísono reprendiéndolo con la mirada.

-Perdón, sabes que lo digo por el fastidio. -para calmarme me regala una de las pocas sonrisas tiernas que veré en toda mi vida.- ¿Cómo podría considerar una mierda uno de los días más felices de mi vida?
Luego organizado el escenario me posicioné junto a Shu y delante de Subaru con un libro en las manos para entrar en el personaje.

   Oneѕнoтѕ Dιaвolιĸ Loverѕ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora