Capítulo 21: Armonía.

42 5 5
                                    

22 de junio, 1982.

Narra Adrian.

Por suerte con Steve ya aclaramos todo.
Él tiene a su chica, yo veré a la mía mañana y me acompañará durante los días que estemos en Canadá.
Estoy tan felíz de poder verla.
Bruce está en paz ya que se pudo desprender de la garrapata de su esposa, o mejor dicho exesposa.
Tamar vino con nosotros.
Llamamos a un nuevo baterista que cubra a Clive mientras él no está, su nombre es Nicko y la verdad que tiene mucha experiencia.

Llegamos al aeropuerto y nos fuimos directamente al hotel.
Desempacamos nuestro equipaje y me tocó la habitación junto a Steve. Qué casualidad. Qué lindo. Gracias Dios por torturarme de esta manera.

- ¿Te parece justo que tengamos que compartir habitación?

- Oye, esto está siendo una tortura para mí también. Iré a buscar mi otra maleta.

- Está bien - entré en la ducha para bañarme. Era un lindo baño, algo apretado pero era mejor que los que nos habían tocado durante el viaje.
Solo pensaba en ver a Nathalie.
Salí de la ducha y me dí cuenta que no tenía toalla, asi que crucé la puerta desnudo hacia la habitación y de repente Steve estaba en frente mío.

- ¡Aaah! ¡Tápate!

- Agh, me has visto de formas peores - tomé una toalla y me tapé.

- Lo siento, no quería...

- Steve - suspiré y me acerqué a él - Esto es absurdo para los dos. Quiero que vuelva a ser la relación de siempre, que nos tengamos confianza para hablar y que no sea nada incómodo. Yo se que preferiste a Lorraine pero...

Steve me abrazó.
Sentía denuevo el perfume que me dejaba en la ropa cada vez que nos besábamos. Imposible no llorar.

- Adrian te extraño - me agarró la cara con sus manos y nuestros labios rozaron. Cerré los ojos porque me daba miedo mirarlo y que me bese.

- Steve, yo...

- Shh... solo déjate llevar.

No pude decirle que no. Lo amo. Lo amo profundamente y es el amor de mi vida.
Se puso arriba mío y deseaba que nunca se quitara de encima. Sus manos mágicas y sus besos apasionados.

- No puedo dejarte - dije agitado - no me dejes.

- No voy a dejarte - dijo dándome besos en el cuello - voy a dejar a Lorraine, te lo prometo.
Sacó mi toalla de la cintura y se desabrochó el pantalón; mientras acariciaba su miembro me besaba tiernamente y no veia la hora de que me lo introdujera.
Han sido los minutos más dichosos de mi vida, haciendome acordar cuando comenzamos a hacerlo a escondidas.
Nos quedamos abrazados en la cama.

- ¿Qué ocurre? - preguntó.

- Otra vez volvimos a lo mismo.

- ¿De qué hablas?

- Estás con Lorraine, me usas y me dices que vas a dejar a Lorraine...

- No te estoy usando. Esta vez es cierto. Voy a dejarla.

- Steve tienes que decidir lo que en verdad tú quieres hacer, con quién quieres estar.

- Sabes que siempre te amé... y para comprobartelo - se levantó de la cama - voy a cortar con ella por teléfono.

- ¡No! No lo hagas, va a ser peor.

- Quiero que estemos juntos sin estar ocultándonos.

- ¿Te piensas que es fácil tener a toda la audiencia metalera expectante a una relación gay? Una relación abierta. Con que nuestras familias lo sepan está bien... y no le cortes ahora. No es mi culpa que te sientas culpable cada vez que estás conmigo.

Steve me abrazó.

- Te amo Adrian.
De la nada se abre la puerta de la habitación.

- ¿Vamos a comer? Oh... siento que interrumpo algo.

- Está bien Dave, no es nada.

- Okay. Los esperamos en la recepción.

Sonreímos con Steve y nos vestimos.
Tomamos el asensor hacia la planta baja y salimos a cenar con los muchachos.

Narra Steve.

- Ustedes adelántense, yo iré al baño. - me alejé de los chicos y me dirigí hacia el teléfono más cercano que había.
Llamé a Lorraine.

- ¿Hola?

- Hola.

- Hey Steve, justo estaba pensando en tí. ¿Cómo la estás pasando? Tengo tantas cosas que contarte...

- Quiero que terminemos.

Hubo un silencio en el teléfono.

- ¿Es él, verdad?¿Es Adrian verdad?

- Lo siento Lory, ya decidí en verdad con quién quiero estar.

Suspiró - Está bien, gracias por llamar. Pero escúchame Stephen, no quiero volver a saber de tí por un tiempo. No es necesario.

- Hum... Okay. Lo lamento tanto.

- Yo igual.

Colgó.
Me sentí mal por ella, y quizás era cierto no debí cortarle por teléfono.
Pero en verdad amo a Adrian.
Volví con los muchachos.
Pedimos lo de siempre, pizzas y cervezas.
Adrian me sonreía. Sentía que la vida tenía un poco más de sentido porque me sentía liberado.

- ¿Y? ¿Vamos a darle la sorpresa a Adrian?

- ¿Sorpresa? - miré a Tamar - ¿Qué sorpresa?

- Oh tu sabes... SU sorpresa.

- Me agradan las sorpresas, feliz cumpleaños.

- No es mi cumpleaños Nicko ¿de qué hablan?

Y ahí fué que ví a la sorpresa parada detrás de Adrian.

- ¡Sorpresa!

Adrian pegó un salto y se dió vuelta. Me miró y no sabía qué hacer.

- ¿Nathalie?

Wasting Love ( -Iron Maiden-)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ