Wasting Love ( -Iron Maiden-)

Capítulo 9: Cena caliente.

27 de febrero de 1981.

Narra Adrian.

Luego de tres meses saliendo a vista de todos, hasta de nuestros compañeros de banda, el día de mi cumpleaños decidí invitar a los Harris a cenar. Mi padre aún no me lo perdona, pero hará un intento porque es mi cumpleaños. Ha sido duro el tiempo que no me ha hablado. Lamento mucho el hecho de que se lo dijera, pero ya iban ocho años juntos, ya no podíamos más. En cualquier momento nos casábamos.
Oh.
Invité a Dave y a Tamar también. Me ha sorprendido el hecho de que Dave se lo haya tomado tan bien.

*flashback*

Casa de Dave.
Entré nervioso, crucé la puerta de su habitación y no dudé.

- Soy gay.

No entendía qué estaba pasando.

- No entiendo. ¿Es una broma?

- Soy gay.

- ¡Ya te oí! Quiero explicaciones. ¿Es en serio? ¿Desde cuándo? ¿Estás seguro? ¿Con quién?

Detrás mío apareció Steve.

- ¡Oh por Dios! Ustedes dos... ¿cogen? ¡ah no quiero saberlo! Ni siquiera sé por qué pregunté... pero hey, estoy orgulloso de ustedes.

Nos abrazó.

- ¿No te molesta?

- Para nada. Oh tengo algunas dudas ahora... La vez que estaban el bar dentro del baño... Oh Dios.

- Tranquilo Dave, en ese momento no hicimos nad...

- ¡No me toques con esas manos! Seguro tocaron el pene de Adrian. - dijo sacudiéndose como si tuviera tierra encima.

Entre Steve y yo lo apretamos como un sandwich y nos tiramos en su cama.

- ¡Ayúda! ¡Ataque gay! ¡Ataque gay! ¡Gay attack!

- Ya deja de llorar - Steve le dio un beso en una mejilla y yo en otro.

*fin del flashback*

Tocaron la puerta. Era Dave y Tamar.

- ¡Felíz cumpleaños amigo gay!

- ¡Gracias amigo hétero! - respondí con ironía. Me dió un abrazo.

- Felíz cumpleaños, Ade.

- Gracias Tamar. Adelante.

Los dos saludaron a mi familia y se sentaron junto a ellos. Yo estaba nervioso por la aparición de Steve. Sabía que iba a haber mucha tensión.
De todas maneras, Steve me dijo que su padre no vendría, solo su abuela.
Veía que Dave intentaba conversar con mi padre sobre mi relación amorosa. Mi padre reía y no sabía de qué.

- ¡Adrian! ¡La puerta amor! - gritó mi madre.
Tenía miedo. Tenía ganas de fumar pero mi padre me quitó mis cigarros.
Me peiné, respiré hondo y abrí la puerta.

- Hola - dijo con una hermosa sonrisa.

- Hola - sonreí.

Quedamos en medio de un silencio incómodo ya que no sabíamos cómo saludarnos.
Le estreché la mano.

- ¡No seas marica y dale un beso!

- ¡Cállate David!

Steve entró junto a su abuela, quien me dió un gran abrazo. Mi padre miró a Steve y le estrechó la mano, mientras que mi hermana y mi madre lo abrazaron. Yo mientras tanto, cuando iba a cerrar la puerta, sentí un choque. Si. Le había cerrado la puerta en la cara al padre de Steve.