Modern Family ~ Luke Dunphy

20 Muerte

Antes que nada, muchas gracias por sus comentarios en el capítulo anterior.
Y con respecto a publicar dos capítulos por semana...
¡claro que lo haré!

°°°

Luke

Otra historia más de Manny. Al parecer le robaron el celular a Gloria la semana pasada, o algo así. La verdad no le he estado prestando mucha atención, pero él está entusiasmado de contármelo todo que no ha parado de hablar durante todo el recorrido. 

—Lo peor es que lo vi tomándolo. Tuve la oportunidad de hacer algo y ser el héroe— dijo Manny a mi lado—, pero me paralicé.

—¿Qué le habrías hecho?, ¿convertirlo en una caricatura satírica?— me burlé.

—Oye. Han derrocado presidentes— reprochó—. ¿Podrías apoyarme?, hay pocos momentos en los que un hijo puede...

Me importó un comino lo que estaba diciendo, así que solo me coloque los audífonos y lo ignoré.

—Bla, bla, bla— dije mientras él seguía hablando, esto en verdad que era chistoso.

—Qué maduro— alcancé a escuchar.

Me dio igual y lo seguí ignorando hasta que unos gritos me sacaron de la música.

🎥 Claire Pritchett.

—Fue una mañana sin incidentes. Tranquila— dijo recordando que en verdad todos se la pasaron gritando durante el desayuno—.Fue un viernes sin clases, pasamos por Manny y fuimos por panqueques— explicó—. Relajante.

🎥

Al ver que los gritos cesaron me quité los audífonos y hablé:

—¿Por qué nos detenemos?

∆∆∆

—¿Están seguras chicas?— preguntó por segunda vez mi mamá.

—Sí, preferimos irnos caminando.

Mis hermanas estaban demasiado asustadas por el "casi accidente" que hubiéramos tenido hace unos minutos.

La verdad, yo no presencié nada de eso.

Manny también quería irse de ahí lo más pronto posible, así que partimos a nuestra casa donde Gloria pasaría por el.

🎥 Luke Dunphy.

—Para algunos un roce con la muerte es una llamada de atención. Pero cuando un hombre pierde su propio roce, ve lo que se perdió.

Se movió en el sillón y acomodó su cabello.

—Ya no pondré mis sueños en espera.

🎥

—¿Qué quieres...? ¿Qué?— preguntó ________ de brazos cruzados desde la entrada de su casa.

Antes de venir aquí ya había planeado todo en mi cabeza. Paso uno, llegar a su casa. Paso dos, tocar la puerta. Paso tres, tener fe en que estuviera en casa. Y el paso cuarto fue improvisado, pero hey ¿quién no aceptaría a realizar tu lista de deseos?

—Vamos, será divertido— insistí—. Además, me lo debes.

—¿Por qué te debería algo?

—Por...— pensé en alguna excusa—, porque faltaste a mi cumpleaños.