Yandere boy

【F】【i】【v】【e】【t】【e】【e】【n】

El conocimiento se volvió inútil con rapidez, al igual que los esfuerzos y las ganas de luchar, ya era tarde, sabía que al final tendría que enfrentar al sociópata que tenía por acosador, que la había hecho sufrir asesinando a todo aquel que se acercara a su al rededor.

A la mierda, solo tenía ganas de morirse, que el sociópata la matara de una vez.

Black metió la camioneta a algún lugar, todo era oscuro por conveniencia (Y molestia). No tardó demasiado en estacionar y desatarlos antes de bajar, tanto ella como Clarence fueron obligados a bajar y a actuar con normalidad para las cámaras. Victoire simplemente avanzó con una sonrisa involuntaria debido a los nervios siendo seguida por el chico y Black, que los guiaba por el subterráneo.

No había ni la más mínima pista de donde estaban, pero podía estar segura de que era un tipo de complejo de departamentos, las escaleras que subían hasta llegar a un apartamento no tenían carteles, todo era como un camino sin salida.

Black abrió la puerta sin duda.

-Señorita, Clary. Pasen. Y no intenten buscar una salida o ayuda, ya no hay nadie para ninguno de los dos.

-Para ser un sociópata eres demasiado manipulable para otro sociópata. -murmuró Victoire, entrando cabizbaja con una mueca-.

-Si pudiera te golpearía, pero eso lo verá alguien más ¿No es cierto, Clary?

-Ya es suficiente, Chase.

-Vuelve a llamarme Chase y te daré una paliza peor a la que te dio "Ya sabes quien".

Solamente cerró la puerta. Un ruido vino de la cocina, una vocecilla cantaba con música koreana de fondo con felicidad. Un chico igual a Clarence salió en bata y pantuflas con una sonrisa psicótica plasmada, al ver a Victoire sus ojos de corazón aparecieron inmediatamente corriendo hacía ella.

-¡Vikki~ amor! 

Ya no sentía que estaba en sus cabales, esto debía ser una broma, ella creyó primeramente que era Clarence, ahora... habían dos. Cual sea de los dos que tuviera en frente en el caso de que el Clarence que tenía al lado no era el que pensaba la mareaba, ya estaba harta, tenía unas grandes ganas de matarlos y ahorcarlos.

-¡Me tienes que estar jodiendo! ¡ESTO YA ES UNA MALDITA BROMA!

-Amor, que te enojes me pone muy ansioso, pero no es divertido si nos ven.

-Haber ¡¿Quién eres tu y quien eres tu?! -miró a ambos, estresada, agarrando su cabello perdiendo la cabeza-. 

Clarence estaba asustado de estar frente a Él, tener al abusador de Chase a su lado y a Victoire en pleno ataque psicótico por todo lo que tenía que soportar.

-Oh, amorcito, siempre estuve contigo. Pero creo que ni siendo tu novio te acuerdas de mi.

-¡Ya contesta!

-Yo soy Lawrence, el chico que siempre te habló en la escuela. Clarence no te ha hablado muchas veces, siempre lo reemplacé ¡Siempre fui yo, amor! 

-El almuerzo...

-Yo lo estaba limpiando, se me salió un ataque de irá -río demostrando un poco de vergüenza acercándose más-. Pero eso había sido tu culpa, fuiste muy malagradecida conmigo.

-La tortura... -abrió los ojos más nerviosa al respecto-.

-Yo torturé a ambos personalmente, Clarence lo sabe perfectamente y me cubrió la espalda -miró a su gemelo-, el sabe lo que le hubiera pasado si yo lo tocaba, pero no se salvó al mirarte desde lejos, sigue siendo un envidioso por lo que yo tengo y él no. Se merecía esa paliza que le di igual que ese chico del parque.

-Por favor, déjanos ¡ Ya detente, Lawrence! -rogó Clarence-,

-Cállate, solo sigues vivo porque Black lo quiso así. Pero ya no importa, ahora-

-Mátame. 

Lawrence miró a Victoire sin expresar nada luego de la interrupción, ladeando su cabeza. Levantó ambas manos posándolas sobre sus cachetes.

-Vikki, si te mato ahora ¿Cómo podríamos estar juntos para siempre hasta el día que decida que moriremos juntos?

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¡JA! 

Se los dije, iba a ser predecible, es el cliché de los clichés.

Como sea, amo a Lawrence en mi cabeza como la enferma por los yanderes que soy, es que KSKKSKSKSKSKSK no se puede evitar.

Bueno, los veo en el siguiente diluvio, bai.