002 ⋆ sleeping beauty

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.˳⁺⁎˚ ୨୧ CAPÍTULO DOS =͟͟͞ ♡̩͙
LA BELLA DURMIENTE.

La brisa le removió los rubios cabellos, no obstante, estaba tan absorta con el panorama que no sintió la frialdad rozarle el rostro

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La brisa le removió los rubios cabellos, no obstante, estaba tan absorta con el panorama que no sintió la frialdad rozarle el rostro. El azul del firmamento se reflejaba a sus pies, acompañado de las espesas nubes que se extendían a kilómetros de distancia, tanto en el cielo como en la tierra. Se creyó estar en el salar de Uyuni, mas, cuando miraba a sus alrededores, no veía nada más que el extenso reflejo del cielo. Entonces supo que lo que veía era producto de su imaginación.

Mai no se caracterizaba por tener sueños lúcidos; sin embargo, una corazonada le dijo que su propia consciencia luego se desconectaría y ella sería incapaz de manipular las cosas a su antojo. En ese momento el miedo se instaló en sus entrañas. Deslizó sus pies, como un pétalo siendo arrastrado por la ventisca, y notó las ondas que se generaban al moverse; se preguntó si, de ser una pesadilla, su particularidad se descontrolaría y sería capaz de congelar todo el mar de nubes. Miró su propio reflejo en el agua, todavía sin sentirse demasiado perturbada. Gracias a la corazonada no necesitó de mucho tiempo para entender lo que se aproximaba.

Pronto, el cielo, de un azul tan claro como sus iris, realizó un cambio drástico sin transición alguna: se volvió negro como la obsidiana, tan oscuro que ya ni ella se podía ver reflejada. Se abrazó a sí misma, en búsqueda de algo que fuera real; sin embargo, inclusive al interior de su propia mente, el tacto fue tan frío como el de la nieve ardiendo en la piel desnuda. No había ruido alguno, ni el de su propia respiración. De un momento a otro, un estruendo resonó por toda la instancia, formando un eco que le hizo doler la cabeza, pues se repetía de forma incesante, como si nada pudiese detenerlo. Se colocó de cuclillas, mientras las manos se dirigían hacia sus oídos para evitar que el ruido le atravesara los tímpanos.

Sus ojos se anegaron de lágrimas, pero no supo si se debía a lo aturdida que estaba o al miedo creciente. La sonata empezó a tomar forma y su estómago dio un vuelco. Una bruma fría inundó el lugar y Mai identificó el rastro blanquecino de esta cuando se vio envuelta en ella. El agua, que seguía ahí tras haberse camuflado en la oscuridad, se empezó a cristalizar.

‹‹¡La venganza del infierno hierve en mi corazón!

¡La muerte y la desesperación arden alrededor de mí!››.

Mai empezó a golpearse con sus propias manos, hundida en la desesperación. No creía en nada, pero aun así le pidió a un ser omnipresente que acabara con su martirio. Sin embargo, sus súplicas nunca serían escuchadas en el mundo onírico. Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen continuó martillándole los oídos hasta que los sintió sangrar. La voz de una soprano cuyo nombre ya olvidó empezó a distorsionarse y, luego de lo que pareció una eternidad, el ruido cesó. Mai, quien había cerrado los ojos, los abrió cuando creyó sentirse segura, encontrándose con tierras inhóspitas y frías. Ahora, en la total negrura, no había más que una vasta extensión de hielo semitransparente.

ineffable ⋆ shōtoWhere stories live. Discover now