003 ⋆ the pianist

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.˳⁺⁎˚ ୨୧ CAPÍTULO TRES =͟͟͞ ♡̩͙
LA PIANISTA.

—¿No es increíble, Shōto? —Había dicho su hermana mayor, Fuyumi, en el asiento continuo a él—

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—¿No es increíble, Shōto? —Había dicho su hermana mayor, Fuyumi, en el asiento continuo a él—. Esa chica está interpretando The Sleeping Beauty Suite, el opus sesenta y seis de Chaikovski; es el arreglo de cuatro manos que hizo Sergei Rachmaninoff. ¡Cuatro manos! Y lo está haciendo sola —susurró con emoción.

Shōto se reacomodó en su asiento, para luego pasar una mano por su rostro, algo aturdido por el cansancio.

—¿Cómo sabes eso? —inquirió. No recordaba que su hermana fuera una entusiasta de la música clásica; y, si ambos estaban ahí, era solo porque a ella le habían regalado entradas.

—Sale en el panfleto —contestó, sin desviar la mirada del escenario—. ¿No lo leíste? —No recibió respuesta de su hermano menor, así que le echó un ojo a Shōto. A pesar de la escasa iluminación, las ojeras de él no pasaban desapercibidas y su semblante abatido era imposible de disimular—. Lo siento, Shōto, ¿estás muy cansado?

—No es nada. —Se encogió de hombros.

Fuyumi volvió su vista hacia la muchacha que tocaba el piano. Sabía que su hermano estaba pasando por un mal momento, puesto que, con tan solo once años, tenía que someterse a los extenuantes entrenamientos de su padre, Todoroki Enji, uno de los mejores héroes de Japón. No obstante, no quería agobiarlo con preguntas respecto a su salud. Siempre había sido así, desde que tenía memoria; cuando Todoroki Shōto manifestó su particularidad su vida se convirtió en un infierno, aunque eso había sido determinado desde el día de su nacimiento; y ella, como su hermana mayor, fue incapaz de hacer algo para ayudarlo.

Todoroki Shōto se fijó en la pianista, sin saber con exactitud cómo había terminado en el centro cultural de Musutafu; su hermana lo había arrastrado a él en lugar de a Natsuo con la excusa de que ‹‹sería una experiencia educativa›› (pretexto que, en realidad, utilizó para persuadir a Enji, porque a Shōto solo le había suplicado que la acompañara y que aprovechara la oportunidad para ‹‹descansar››). El sueño y la fatiga no le permitían ver con claridad; esa mañana había entrenado con Enji y, sin poder evitarlo, había vomitado lo poco que pudo comer debido a la intensidad de los golpes que había recibido.

Se restregó los ojos al tiempo que tomaba una profunda inhalación; de pronto, el público se levantó de sus butacas (su hermana incluida) y empezó una ronda de aplausos cargada de vigor. Preso de la curiosidad, se colocó a la par de Fuyumi, y enfocó su vista en la figura de la chica al centro del escenario. Su cabello rubio platinado resplandecía gracias a los focos de luz cálidos que se posaban sobre su figura; lo tenía suelto, pero era decorado por una diadema blanca que iba a juego con su vestido. Por la distancia, no podía distinguir las características fisionómicas de ella; solo era consciente de que debían tener alrededor de la misma edad (dato proporcionado por Fuyumi).

ineffable ⋆ shōtoWhere stories live. Discover now