introduction

169 20 1
                                    



Me encontraba pérdido, rodeado de todos esos jodidos desconocidos felicitandome por algo que me importaba completamente una mierda.

Simplemente estaba dedicándome a dar sonrisas falsas, y brindis falsos.
No podía creer en la posición que me encontraba. Me causaba asco.

Todas esas jodidas personas elegantes podían irse a tomar por culo, el maldito compromiso que anunciaba mi padre era una total farsa, jamás llegaría a ese matrimonio con esa mujer que no me causa más que náuseas.

— Hijo, ¿Porqué no vas por tu mujer? Es momento de anunciarlo en el microfono. -La voz de mi padre sonaba tan emocionada, al parecer ese viejo amaba desgraciarme mi vida.

Me limité a terminar mi whisky de un solo trago e ir a buscar a esa mujer.
Caminé por todo la mansión de mi familia, al pasar por la que era nuestra habitación un chico salió abotonando su camiseta.

Nada que me sorprenda.

Seulgi salió segundos después arreglando su cabello más al verme quedó paralizada.
Por supuesto que no había justamente orado con ese chico en la habitación.

Le hice una seña para que se acercará y me siguiera, ella me miró algo confundida.

Seguramente esperaba que le hiciera un sermón o algo parecido.
No lograba entender que su vida, y ella me daban completamente igual. Si ella deseaba ser una prostituta de burdel barato, no me importaba.

— Adelantate con mis padres, iré a fumar rápido un cigarrillo. -Seulgi solo asintió y continúo su camino hacía el salón de eventos.

— Hermano, ¡En hora buena! Ya era hora de que te casarás. Seulgi es muy linda. -Reí amargamente antes las palabras de Hyunwoo y negué.

— Seguro.

Tomé las llaves de mi deportivo y salí de la mansión cuidando de no ser visto.
Por supuesto que no me quedaría en ese festejo de porquería.

Tomé mi celular para marcar a uno de mis mejores amigos quien inmediatamente contestó.

— ¡Hoseok, amigo! -Estaba drogado.- ¡Ven rápido! ¡Tengo unas chicas que te encantarán!

— Voy en camino Minho.

Arranqué con una rapidez impresionante hacía el bar donde solíamos beber mis amigos y yo.
Y claro que hoy no era la excepción.




🥀




Logré divisar a Minho y a otros chicos con hermosas chicas con poca ropa sentadas en sus piernas.

También logré divisar lo ebrios y drogados que estaban.

— ¡Hermano! ¡Rápido, a beber! -Johnny me ofreció un whisky y sin respingar lo acepte.

Las horas pasaron rápido, mi celular llevaba 2 horas vibrando en mi bolsillo.
Pero me importaba una mierda.

— ¡Yo conduzco!

— No jodas Minho, estás hasta el culo. No quiero que choques y destruyas mi hermoso vehículo.

No es que yo estuviera en todos mis sentidos, pero Minho estaba que ni respirar podía.

— Cierra el ano, y súbete rápido.

Suspiré cansado y me subí de copiloto en mi auto.

— ¡Minho! -La voz de Johnny desde su auto sonó y ambos giramos. - Una carrera hasta llegar al otro bar.

— Te haré pedazos, Johnny de mierda. -Ambos encendieron el motor y la cuenta de 3 se hizo pasar rápido.

La velocidad de ambos vehículos era increíble, pero nosotros llevábamos la delantera.
Animé a Minho a seguir más rápido ya que Johnny nos pisaba los talones.

— ¿¡Eso es todo lo que tienes, hijo de perra!? -Minho gritaba al aire con completa adrenalina, yo reía por lo bajo manteniéndome agarrado de los costados del asiento.

— Minho, baja un poco la velocidad, ya estamos por 200 km.

Minho giró hacía mí dispuesto a responder, más un fuerte golpe nos hizo sobresaltar.

— ¿Que mierda fue eso?

— No losé imbécil. ¡Detente!

Minho detuvo el auto de forma brusca y ambos salimos de el buscando a nuestros alrededores.

Mi rostro se horrorizo al ver a un hombre tirado y sangrando a unos cuantos metros.

— ¿¡Qué has hecho imbécil!? ¡Lo atropellaste!

El auto de Johnny frenó a nuestro costado y al igual que nosotros comenzaron a llorar de miedo.

–¿¡Que hiciste!? ¡Lo mataste! ¡Minho, lo mataste!

Minho tomaba su cabeza con frustración mientras yo continuaba en shock observando al hombre.

– ¡Vámonos, vámonos antes de que venga la policía! -Minho tomó mi brazo para llevarme más no le permití el toque.

— ¡No seas imbécil! ¡No podemos dejarlo así!

— ¡No es momento Hoseok! ¡Vámonos ya!

— No me iré.

Johnny y Minho corrieron al auto del primero y arrancaron con rapidez.

Me habían dejado solo.

Los sonidos de las sirenas acercándose me hizo volver a llorar de miedo más no me moví.

Los oficiales bajaron de sus patrullas, inmediatamente comenzaron a llamar a los paramédicos y me tomaron con brusquedad para colocarme esposas y subirme a la patrulla.






nueva historia 2won!!!
denle amor.


Amar a Morir. - HYUNGWONHO. (2WON)Where stories live. Discover now