amenazar

109 14 3
                                    

Al llegar a la habitación pude por fin notar los miles de golpes y rasguños en mis piernas.
Al parecer esa huída había sido más lastimera de lo que pensé.

Mientras curaba mis pequeñas heridas fue entonces cuando pensé, ¿Realmente el esposo de Hyungwon era un mafioso?
Esa protección, el terror de Hyungwon, y esa enorme casa al igual que autos no podían indicar otra cosa.

Estaba metiendome en la boca del lobo.

Pero lo que menos me importaba por ahora era renunciar a mi chico de cabello rosa.

El futuro que yo le juraba era escapar de aquí, irnos a otro país, y casarnos.
Algo apresurado, pero estaba seguro de que él era el amor de mi vida.
Y juro por mi vida que él pronto pensará lo mismo de mí.

Sonreí al recordarlo en cada lugar donde nos habíamos encontrado.
Con sus ojos grandes y brillantes, sus labios gruesos y comestibles.
Estaba hecho para mí.



🥀



— ¿Estás seguro? Hoseok no es buena idea salir. ¿Y si ellos están buscándonos?

Jooheon me preguntó por quinceava vez y suspiré.

— Tú quédate aquí. Yo iré a buscarlo.

Salí del hotel ignorando las palabras de mi amigo y observé por todas las calles.
Lucían vacías y oscuras.
Sería más fácil para mí caminar sin ser visto por esos matones.

— ¿A dónde mocoso?

Carajo.

— Solo iré a caminar Minji.

Ella dió un respiro a su cigarrillo y asintió.

— Mucho cuidado con lo que haces, Lee.

Decidí no prestar atención. Esas amenazas se podían ir a la mierda.

Dí vuelta por una de las calles y al hacerlo un chico en bicicleta se acercaba a mi dirección, me fue imposible ignorarlo al notar ese tinte rosa.
De forma rápida me coloqué frente a su camino obligandolo a detenerse de golpe y un chillido de su parte se escuchó.

— ¿¡Qué te pasa!? ¡Casi te atropello!

Sonreí ante su voz molesta y tomé de su mano.

— Eres tú... ¿Porqué continúas persiguiendome? No... no lo hagas más.

Su mirada asustada giraba por los alrededores, por lo que decidí jalarlo hasta detrás de una enorme pared.

— Hyungwon. -me miró confuso.- Me gustas. Me has gustado desde la primera vez que te ví. No puedo dejarte ir.

Hyungwon aflojó su fuerte agarre en mis hombros, mientras sus ojitos me miraban expectante.

— S-soy casado.

— No me importa.

Probablemente cualquier otra persona en ésta situación de un desconocido confesando su amor sería un acoso, o una broma.
Pero Hyungwon sabía que hablaba enserio, mi corazón latía al compás del suyo cerca de su mejilla, y mis manos atadas a su cintura con amor era otra realidad.

— No puedo... no puedo hacer ésto. Ni siquiera sé tu nombre.

Sonreí.

— Shin Hoseok. Tengo 29 años. Y soy el amor de tu vida.

Sus mejillas se tiñeron de un durazno que incluso en la oscuridad fue visible.

— Soy... Chae Hyungwon, tengo 20 años.

— Losé, por eso solo quiero saber otras cosas de ti.

— ¿Qué cosas?

Sus manitas viajaron a mi pecho y entonces pude notar que había caído.
Mis manos apresaron con más intensidad sus caderas y lo apegue a mí. Mi cabeza se inclinó a la suya y tomé sus labios sin aviso en un beso rápido pero delicioso.
Sus pequeños jadeos resonaban en mis oídos y no pude haberlo deseado más.

Su pequeño rostro se apartó de mí, su respiración estaba entrecortada y sonreí con ternura.

— Cuando me besas... ¿Piensas en él?

Hyungwon instantáneamente negó con su cabeza.

Amar a Morir. - HYUNGWONHO. (2WON)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora