Pausada - Sweet Blood [TXT version]

Capítulo 16

Regresar a Seúl después de ese limitado tiempo en la mansión de los chicos, fue maravilloso, porqué todo cambió para bien. Obtuve trabajo en una cafetería, me inscribí en la universidad, arrende un departamento y mi crush, ahora era mi novio.

Nada iba a arruinar mi felicidad.

- ___, hoy te toca cerrar - miré a mi jefa - Aquí tienes la llave. No la pierdas.

- No se preocupe - guardé la llave en mi bolsillo - Nos vemos mañana.

- Adiós -

La jefa salió del local y yo, me dispuse a ir a la parte trasera para cerrar todo. La cafetería era pequeña, así qué terminar con el proceso no era complejo y pronto me podría ir con Jisung a casa.

Hoy íbamos a ver una película juntos y conversar de algo importante. No sabía de qué, pero si Jisung quería hablar de éso sentarme y escucharlo era lo mejor. Él era muy reservado en relación a su vida privada. No sabía si tenía familia en Seúl, ni conocía su casa, pero por la fotografía en su foto de perfil se notaba que vivía en un barrio acomodado.

- Disculpa - arrugue mi frente al oir una voz a mi espalda. La puerta ya tenia el letrero de cerrado ¿Acaso no sabe leer?  - ... Sí sé leer, pero me quería asegurar de qué eras tú...

Él celular se me resbaló de las manos al oír esa voz. ¿Qué hace aquí? No, mierda. No debo pensar. El puede leer la mente.

- Definitivamente eres tú, ___ - noté que Soobin sonrió por el rabillo de mi ojo - Piensas 20.000 cosas cuando estás llena de nervios.

- Se equivocó de local - tome mi celular y seguí mirando la pantalla - Quizás le dieron mal la dirección. No se quién es ____.

- Puedo ver tú reflejo - alcé mi vista y efectivamente mi rostro se reflejaba con nitidez en los vasos de cristal - Es agradable saber que estás bien.

- ¿Por qué no estaría bien? - me volví y lo observe un momento pasmada. Está bien guapo - ¿Qué te hiciste?

- Un corte de cabello - el sonrió - No te podía venir a ver sin antes arreglarme  un poco.

- Ajá... - lo miré con seriedad - ¿Y de qué te iba a servir éso? No voy a volver a la mansión, ni aunque me rueguen...

- Okey... No vayamos a ese punto aún - dijo él, intentando calmarme - Primero, explícame... ¿Por qué te fuiste?...

- No tengo que darte explicaciones - dije a la defensiva - Ahora, sal del local. Voy a cerrar e irme a casa.

Soobin me sujeto del brazo y me obligó a retomar mi lugar con delicadeza. Éso me hizo comprender que él no se iba a ir tan fácilmente y qué mi cabeza era frágil ante su mirada profunda.