Capitulo 1

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El sol entra por la pequeña ventana de mi habitación avisándome que son más de las siete de la mañana así que me toca levantarme para ir a un lugar llamado preparatoria que es como un maldito infierno para mí

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El sol entra por la pequeña ventana de mi habitación avisándome que son más de las siete de la mañana así que me toca levantarme para ir a un lugar llamado preparatoria que es como un maldito infierno para mí.

—¡Buenos días, cielo!— exclama mamá quitando las sábanas que tapan mi cuerpo y dando un par de palmadas en el trasero—Vamos levántate que ya es tarde.

—Mamá aún me da tiempo, déjame dormir cinco minutos más— pido en un susurró entrecortado, pero no señor mi madre no es nada buena a esas horas de la mañana.

—Bea María cinco minutos tienes para que bajes, si tengo que subir otra vez no será nada bueno para ti— me advierte ante de desaparecer nuevamente dejando el ruido de sus tacones retumbando en mi pobre cerebro adormilado.

Yo no se ustedes, pero yo soy de ese tipo de personas que pide cinco minutos para dormir un rato más, cinco minutos que se convierte en media hora cuando cierro los ojos, lo único malo es tener una mamá como la mía que cumple cada una de sus advertencias y no quieran saber de qué manera.

Así que obedezco a mi madre entrando al baño para darme mi ducha de cada mañana, luego tomo la horrible saya azul oscuro de cuadro negros y blanco, la camisa blanca junto a la corbata del mismo color de la saya y por último la chaqueta azul que completa el uniforme de mi preparatoria, para vestirme en menos de cinco minutos.

Ya saben cómo dicen por ahí, si llevas uniforme vas a un colegio de pijos y así es, mamá es una importante psicóloga y papá nos dejo un poco de dinero ante de salir huyendo de casa, puedo decir que vivo bien y tengo todo lo necesario.

—Tres minutos de más María— me regaña mamá señalando el reloj sobre la isla de la cocina al verme bajar a las escaleras mientras recojo mi cabello en una desordenada coleta.

—Mañana no pasará— le aseguro rodeando la isla para dejar un beso en su mejilla y tomar un jugo de piña que guarde ayer en el refri.

—¿Irás en el coche?— pregunta dejando el cuchillo con el que está cortando el jamón de lado y mirándome fijamente— Creo que ya es tiempo, se te va a volver óxido.

—Mamá aún no me siento lista para esto, hoy no— doy un trago del juego y paso la lengua para secar mis labios— Algún día podré hacerlo, pero hoy no será ese día.

—Cariño, recuerda que...

Le interrumpo porque ya sé lo que me dirá— El tiempo no es eterno y no debemos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy— completo sus palabras sonriéndole.

—Bueno, entonces anda dile que el chófer que te lleve antes de que sea más tarde— da un beso en mi mejilla y me abraza— Lindo día.

—Igual para ti mamá.

Tomo la mochila que esta sobre la silla y salgo en dirección al jardín donde de seguro está Gustavo tomando su café mañanero.

—Bea— me llama mamá ante de que cruce la puerta, algo de nervios siento en su voz y me asusta.

Contra las Reglas[EN PROCESO]Where stories live. Discover now