Contra las Reglas[EN PROCESO]

Capítulo 2

—Hola, Bea, soy Carlos Parker el novio de tu madre— se presenta educadamente el señor, que debe tener unos cincuenta años.

Pero no deja de lucir muy guapo, su pelo negro  está peinado hacia atrás dándole un toque juvenil, sus ojos tienen un color no muy oscuro aunque no estoy segura de por la falta de iluminación , usa espejuelos, pero no le quita lo lindo y es un poco más alto que yo por mucho. Aparentemente parece muy buena persona, espero que no tenga nada que ver con su hijo.

—Es un gusto— estrechó su mano y le regalo una sonrisa.

—El gusto es mío— asegura besando mi palma de la mano— Ah y este es mi hijo Erick Parker— da una palmada en el hombro del chico y este me regala una media sonrisa que yo respondo igual de falsa.

Erick tiene mucho parecido con su papá, aunque su pelo es menos lacio deja de ser igual de negro que el del señor Carlos, su cara es redonda con cada rasgo bien delimitado desde mentón hasta la frente, sus ojos son color negro también como su padre, sus cejas tupidas, su piel algo bronceada por el sol aunque no deja de lucir pálida, sus labios son  gruesos, su cuerpo está bien atlético ya que es el capitán del equipo de fútbol, es alto, tiene una sonrisa muy bonita con sus dientes alineados y perfectos, pero es un odioso y eso es algo que elimina todos sus encantos.

—Bueno ya pueden pasar que la cena esta lista y se nos enfría— habla mamá está vez invitándoles a entrar.

Todos en silencio caminamos al comedor y al llegar nos quedamos con la boca abierta, incluso yo, mamá se esmeró arreglado la mesa; el centro tiene algunas flores dentro de pequeños búcaros; ahí pequeñas velas que son las que proporcionan la luz y el olor de la comida es delicioso.

—Muy lindo todo señora Elena— elogia Erick a mamá.

—Espero que piensen lo mismo cuando prueben la comida— responde esta sonriente sentándose en su lugar de siempre a mi lado y Erick junto a su padre toman asiento frente a nosotros del otro lado de la mesa.

—Bea mi hijo estudia en tu preparatoria, ¿se conocen, no?— pregunta el señor Carlos antes de comenzar a servir su plato.

—Diría que...— intento contestar la pregunta, pero Erick me interrumpe rápidamente.

—Nos hemos cruzado una que otra vez en el pasillo, diaria que nos conocemos de vista ¿no es así Bea?— inquiere el chico con una sonrisa dirigida a mí.

—Así es, nos conocemos de vista solamente— afirmó con un poco de ironía que solo Erick nota y hace que me regalé una mirada asesina a lo que yo le respondo enseñando mi dedo corazón con discreción sin que nuestros padres lo noten.