Capítulo 46

597 58 27
                                    


๑۩۞۩๑
🇨🇦 “Yellow”  ♨


Al abrir sus ojos, la luz de la ventana que daba en su cara fue algo muy insoportable para sus ojos por lo que los mantuvo un tiempo cerrados para luego abrirlos, un poco acostumbrados a la luz. Vio que le administraban varias cosas por vía intravenosa.

Su mejilla derecha fue llenada de lamidas de un canino muy conocido para él, era Mailo. Sonrió, dejando al can hacer esa acción principalmente por qué no tenía fuerzas como para quitarlo, lo único que hizo fue el acariciar por detrás de la oreja de Mailo.

Se dio cuenta al hacer aquella acción fue que estaba en una habitación de hospital y vestía una bata de color azul claro, suspiró extrañamente se sentía muy cansado. Bostezó.

–Que hay amigo–le dijo al canino sonriéndole.

El canino dejo de lamerle el rostro, para sentarse cerca en dirección a sus pies. El chico miró por la ventana, fue cuando se puso a pensar ignorando a quien entró por la puerta. Quién entro a la habitación del chico se sentó en una de las sillas de la habitación para mirar su portapapeles luego bebió de su petaca.

–¿Cómo te sientes?–el chico se sobresalto un poco por escuchar una voz desconocida para él, se giro a ver quien hablo, era OMS.
Mailo gruño un poco–. ¿Interrumpo los pensamientos de un joven problemático?–alzo una ceja esperando una respuesta.

–Si y yo no soy un problemático, eso creo–se estiró un poco para acariciar al canino que dejó de gruñir.

–¿Cómo te sientes?–volvió a preguntar la organización de la salud, dejando dentro de un bolsillo de su bata la petaca.

–Me siento algo cansado y con sueño pero de ahí creo que estoy bien–sintió un pequeño pinchazo en una parte de su abdomen por lo que llevo su mano a dirrección del dolor.

–Perdiste más de dos litros de sangre, no me sorprende que te sientas así y por lo veo sientes dolor en la área del abdomen–anotó algo en una hoja del portapapeles para dejarlo en una mesita poniéndose de pie de su lugar para acercarse a él.

Ignorando los gruñidos del canino, que era calmado por el chico, se dispuso a verificar primero su vista. La puerta fue abierta por un enfermero con su característico uniforme sin mencionar una bandeja de comida.

–Traje algo de comida, ¡Oh! Que sorpresa, ya despertó el chico–dió unos dos pasos para cerrar la puerta con su pie y se encaminó a dirrección de OMS, el acento del “enfermero” era un alemán. Dejo la bandeja encima del portapapeles–. ¿Debo traerle también a él comida?

–Si también a él–contesto dejando de revisar su vista–. Trae un yogur y unas fresas, llevate la bandeja de comida–apunto a la bandeja, viendo como aquel enfermero acariciaba con (mucho) entusiasmo y cariño al canino, que se dejaba gustoso–, No te lo voy a repetir, Adler–musitó con cierto enojó.

–Si escuché, amargado–se alejo del canino para tomar la bandeja de comida y caminar con ella un poco molesto.

–¿Adler?–no era por llamar al enfermero fue por curiosidad el nombre, el nombrado así se giró a ver el chico– Eh... ¿Podrías traer algo para Mailo?–el canino movió su cola de un lado al otro al escuchar su dueño nombrarlo, el enfermero asintió para salir de la habitación.

OMS tomó su portapapeles para leer de nuevo la primera hoja después la segunda.

–¿Cómo llegué aquí?–miró a OMS unos segundos esperando que el respondiera y no lo hizo hasta terminar de leer la segunda hoja.

–Una ambulancia ¿Qué más podría ser? ¿Un canadiense cargando te en brazos o que?–la último pregunta fue una indirecta muy directa, haciendo ruborizar un poco al chico. No espero un sarcasmo como respuesta.

Country humans x LectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora