[15/7] - Cumpleaños
[16/7] - Verano
[17/7] - Omegaverse NSFW
[18/7] - Villano AU
[19/7] - Idol AU
[20/7] - Exhibicionismo NSFW
°Ni los personajes, ni los fanarts aquí usados son de mi creación, actualmente los personajes son de Horikoshi en su obra...
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Los gritos infantiles y risueños del salón se escuchaban barrios lejos de la primaria, Mirio gritaba alegre persiguiendo a sus compañeros que se escabullian ágilmente, su maestra cantaba una rítmica canción contando en secreto el tiempo que le permitía al rubio jugar con los demás niños.
Tamaki veía todo desde su asiento en una esquina, el pequeño niño estaba emocionado por ver al de ojos claros correr tan salvajemente y capturar a aquellos "villanos", que lo tenían encerrado en la cárcel improvisada.
—¡Ya voy por tí, Tama!
El pequeño corazón del mencionado se emocionaba con la idea de ser salvado por su amigo. Los otros niños a sus costados, lo custodiaban y no permitían que se moviera en lo absoluto, se sentía un poco frustrado por no poder ayudar al rubio con los villanos que saltaban algunas sillas y le ponían trancas al que los perseguía.
—¡Vamos bondadoso super héroe, salva a Amajiki antes de que el tiempo se agote! —Mencionó la maestra leyendo su reloj, menos de cinco minutos y la hora de juego se habría terminado.
El objetivo principal de ese juego era dejar que el pequeño Mirio fuera el héroe y que salvara a la mitad de sus compañeros de salón, enfrentándose a la otra mitad, era una tradición para los cumpleaños de los niños, todos añoraban ser heroes y era divertido jugar a lo que infantilmente llamaban "Héroes y villanos".
Mirio saltó tanto como pudo todos los libros y sillas derrumbadas por el aula, voló por los aires, tocando a la mayoría de sus compañeros para que se rindieran, alzó su brazo en dirección a Tamaki, su mejor amigo, quien lo esperaba en esa esquina con los últimos niños que le tocaba "vencer", observó al peli azul levantar su mano y sonreírle tranquilamente, eso lo inspiró y corrió con más fuerza, como si no llevara horas haciéndolo, una recarga de energía tan potente que alcanzó a los últimos compañeros que lo rodeaban, saboreando la victoria y los brazos de su pequeño amigo rodeándola para festejar, sin embargo, los fuertes aplausos de su maestra terminando la hora de juego, le pusieron fin a la ilusión de tocar la suave mano de si amigo.
—¡No! —Gritó Mirio cuando la maestra ordenaba suavemente que pusieran todo el salón en orden.
—Vamos niño, ni en un millón de años hubieras podido contra todos nosotros. —Dijo uno de los últimos niños que no había logrado ser capturado por el rubio.
—Si, de hecho, tienes que aprender tu lección y cómo castigo por no salvar al orejas de elfo...—Dijo el otro niño a su lado, amenazante y burlón se acercó más a Tamaki, el niño de pelo azul se asustó y miró al rubio.
—¡Tama, no! —Temeroso, Mirio siguió corriendo hacia su mejor amigo, que se veía amenazado por los otros dos, quienes alzaron sus puños y en menos de un segundo, lo habían golpeado.
La imagen de Tamaki siendo lastimado, con su expresión de sufrimiento y las risas macabras de los niños, estrujaron el corazón de Togata, se sintió vencido, como si alguien le hubiera golpeado tan fuerte, que ya jamás pudiera volver a levantarse. Sintió como su mundo se detenía, sin embargo sus pies siguieron avanzando, no quería ver a su mejor amigo sufrir, el detendría a esos malvados, eso haría.
