Azul Tormenta

4. Helado de limón

Nadie habló de lo que sucedió la primera noche, no volvimos a tocar el tema, aunque era obvio que en algún momento se hablaría de el.

Ya casi terminaban las cortas dos semanas de vacaciones de otoño.

James y yo salíamos del trabajo, él tomaba mi mano y la acariciaba de vez en cuando con su dedo pulgar.

Durante estos días, los "coqueteos" no pasaron de eso, ninguno, o por lo menos yo, se atrevía a dar el siguiente paso, sinceramente me asustaba confundir las cosas, aunque no creo hacerlo.

Los coqueteos siempre los iniciaba él y los acababa yo, con un comentario o evitando el tema.

Lo miraba de reojo, especialmente hoy, se veía más feliz.

Aunque estos días se ha comportado, diferente.

- ¿Te gusta lo que ves? -preguntó riendo.

La verdad sí, obviamente.

Fue lo que dijo mi voz interna apenas terminó la pregunta.

- Me gusta más el helado -contesté, encogiéndome de hombros.

No es bueno decir mentiras.

Bueno, quizás no sea mi voz interna, aunque no suelo prestarle mucha atención últimamente.

Ni nunca.

James me miró divertido, como si pudiera leerme con solo mirar la expresión de mis cejas.

Cuando llegamos a Lucille, James paró el paso, por lo que hice lo mismo.

- ¿Qué pasa? -pregunté mirándolo.

- ¿Quieresiralcine? -preguntó rápidamente, a la vez que sus mejillas se volvían rositas.

A dónde quieras, guapo.
Quiero ahorcarme mentalmente.

- ¿Ahora?

- Pues sí, o no, o sí, o como quieras, si quieres, o no sé, quizás, ¿Sí? No, ¿No?

No entendí.

Me tomé dos segundos para analizar su trabalenguas.

- Sí, vamos, hay que ver una de acción, o de misterio, ¿Habrá de superhéroes? No sé, me gustan los superhéroes, pero me gusta más el helado, el de limón o vainilla, aunque más el de limón ¿Y a ti? -platiqué apretando su mano y llendo al cine del centro comercial.

- Me gusta el de menta con chocolate.

Hice cara de asco.

- El de vainilla es superior.

- No, el de menta con chocolate es mejor, la mezcla te hace volar.

- Por el vómito expulsado, quizás.

- Pff, el chocolate es magnífico, la menta también, juntos son celestiales -argumentó haciendo movimientos con su mano libre.

- El de vainilla es mucho mejor que el de chocolate y menta, además, juntar dos cosas que saben bien no significa que el resultado sea bueno -hablé entrecerrando los ojos.

- Sabe excelente, fin.

- Ya, pero el de limón es simplemente maravilloso.

- Bueno, sí, me gusta más el de limón, pero aún así el de chocolate con menta es magnífico.

- Bueno, ya, ¿pareja del limón? -pregunté tendiendole el meñique de mi mano libre para terminar está estúpida pelea.

Aunque todas suelen serlo.