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Harry despertó y sintió olor a tostadas y mantequilla, al recordar todo lo que había pasado sonrió.

Miró al rededor y notó que la habitación solo tenía una cama, la que él usaba, luego estaba vacía.

No le hizo caso, en su lugar salió de allí, siguió caminando por un pasillo hacia donde se escuchaban los ruidos, y allí estaba la cocina.

Remus preparaba el desayuno, mientras que Sirius ponía la mesa. Ambos notaron la presencia de Harry y le sonrieron.

—Buenos días Harry, ven vamos a desayunar— Dijo Remus, el chico se sentó en la mesa y rió al sentir que el hombre lo despeinaba.

—Hola cachorro ¿Cómo dormiste?— Preguntó Sirius mientras le besaba la cabeza, Harry respondió que bien.

—¿Por qué me dices así? Anoche te escuché también — Preguntó Harry riéndose, se le hacía muy lindo que lo llamaran cachorro. Sirius suspiró mientras se sentaba a su lado.

—Oh Harry, tenemos mucho de que hablar, pero primero vamos a desayunar ¿Si?.

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Hacía algunos días que Harry vivía con su padrino y la pareja de éste. En ese tiempo se volvió muy unido a ellos, y aprendió mucho también.

Ya sabía porque le decían cachorro, y es que Lupin es un hombre lobo, por eso sus cicatrices, pero le dijo que no se preocupará, para cuando había luna llena un amigo de ellos le enviaba una poción, matalobos, se llamaba.

Luego Sirius le explicó que en Hogwarts, con su padre y otro amigo decidieron convertirse en animagos, para poder acompañar a Lupin en los días de luna llena.

Cuando Harry les preguntó por su amigo, Peter, ellos le contaron que había fallecido. Y luego no hablaron más, Harry para romper el silencio les preguntó por sus días en Hogwarts.

Cuando Harry les preguntó porque no habían ido a buscarlo antes, ellos le respondieron que nadie quería decirles en qué orfanato estaba, que recorrieron todos los que podían, una vez, hacia unos meses fueron a uno y le comentaron que hacía unas horas que habían trasladado al chico, no le dieron la dirección de a dónde.

"Mi querida prima me contactó para decirme que Harry Potter estaba en X lugar" había dicho Sirius con sarcasmo. Harry asombrado le preguntó sí su prima era la señora elegante mamá de Draco, el hombre casi se cae del sillón al escucharlo, pero de todos modos asintió.

Luego de eso el chico les insistió para enviarle una carta a su amigo, los hombres lo dejaron. Aunque pasaron los días, no recibía respuesta, Lupin le había dicho que las lechuzas eran muy lentas.

Como el ánimo de Harry había bajado, la pareja decidió llevarlo a la casa de los Weasleys, que quedaba a unos kilómetros de allí.

Ahí fue que Harry conoció a la familia más numerosa que nunca había imaginado, ya que frecuentemente imaginaba familias numerosas.

Se hizo amigo de los chicos pelirrojos, eran muy simpáticos, pero Ron, el chico de su edad era con quién hablaba más.

Allí aprendió a volar en escoba y a jugar Quidditch, era muy divertido.

Pero pronto eso acabó, ya que las vacaciones terminaban y los chicos debían volver a Hogwarts.

Harry estaba triste, ya que el también quería ir a la escuela, Sirius le había explicado que lo que quedaba de clases él aprendería en casa. Pero que tercer año empezaría en Hogwarts.

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Harry tenía una rutina, levantarse desayunar con su padrino y Remus. Luego Sirius le daría clases hasta la hora del almuerzo. Después ambos hombres iban a trabajar, y a veces iba con Lupin a su librería, otras veces acompañaba a Sirius a su tienda de deportes mágicos.

Más tarde volvían a su casa, cenaban y antes de ir dormir los tres se sentaban juntos en los sillones, a veces leían un libro, otra veces Harry preguntaba de todo. O la favorita de Harry, era cuando Sirius le contaba sus historias magníficas.

Su favorita era de cuando había invitado a Remus a salir. Él no quería decirle, James le decía que lo bese, en cambio Lily le había aconsejado regalarle un chocolate con un ramo de flores y que le dijera cuanto le gustaba.

Sirius sabía que la flor favorita de Remus era la rosa roja, le llevó seis de ellas, pero las había encantado para que no se secarán, y cuando Remus las tomará éstas iban a brillar, y soltar pequeñas mariposas que iban a rodear al chico.

Era primavera, Remus se encontraba leyendo bajo un árbol cuando Sirius le entregó el ramo de rosas, solo que hubo un pequeño problema, y es que las mariposas no rodearon a Remus, sino que fueron hasta el cabello de Sirius y todas se pararon en éste.

Todos a su alrededor comenzaron a reír, Sirius estaba muy avergonzado de que no le saliera la sorpresa, en cambio Remus le dijo que se veía muy tierno y le besó la mejilla.

Eso había sido en quinto año, desde allí que estaban juntos.

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Luego de algunos meses Harry estaba muy feliz, tenía una familia, un hogar y una habitación propia, a la cual había decorado como quiso.

Y también estaba ansioso porque ya eran las vacaciones, y él había pasado a tercer año, lo que significaba que iría a Hogwarts, y también que Ron estaría en su casa, podría ir a visitarlo, o el chico podría venir a su casa.

—De pequeño me imaginaba que las lechuzas eran más veloces— Dijo Harry una tarde, Ron le estaba enseñando a jugar ajedrez mágico.

—¿Por qué lo dices Harry?— Preguntó el pelirrojo mientras murmuraba jaque.

—Hace algunos meses que le envié una carta a un amigo y la lechuza todavía no llegó, Moony dice que son lentas por eso. — Respondió el ojiverde sin saber cómo salvar a su rey.

Estaban en la casa de Harry, y Ron con esa partida ya iba ganando cinco veces, de cinco juegos seguidos.

Cuando el caballo del pelirrojo tiró a su rey, Harry suspiró y se acomodó los lentes.

—Pero las lechuzas solo tardan algunos días...— Dijo Ron extrañado, cuando notó la mirada triste de Harry tosió — Exepto las viejas, esas tardan muuucho tiempo, son muy lentas.

Harry volvió a suspirar ¿cómo iba a saber él si una lechuza era vieja o no?

Hasta que recordó un detalle importante en todo el asunto.

—Capaz que lo conoces, se llama Draco, también va a Hogwarts, a tu mismo curso— Dijo Harry emocionado.

Ron no sabía de quien hablaba, así que le pidió más detalles, Harry le decía que su cabello era rubio platinado, tenía ojos grises, su piel era blanca, iba a Slytherin, era muy amable, y elegante.

Luego de un rato en el que Harry describió a detalle como se veía Draco, Ron lo miró confundido.

—¿Es Draco Malfoy?— Preguntó el pelirrojo, Harry le comentó que no sabía su apellido, pero luego de que Ron le comentará que su padre había fallecido, Harry no tenía dudas era él.

—Es algo solitario, y serio, solo lo e visto con dos o tres chicos de su casa. Pero los rumores de su padre me dan escalofríos, algunos lo molestan por eso, dicen cosas como "la maldición del apellido Malfoy"— Comentó Ron mientras ordenaba las piezas de ajedrez.

Harry extrañado le comentó lo bien que lo había tratado el chico, y que gracias a él, había salido del orfanato.

Ron sonrió y le dijo que en el expreso de Hogwarts lo iba a ayudar a buscarlo.

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Solo faltaba un mes para ir a Hogwarts, y Harry ya quería volver a ver a Draco para darle las gracias y ser amigos.

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Holis chiquis!!

Cómo están?

Amo que mis personajes trabajen en librerías jsjsjjs sorry- Not- Sorry :)

Orfanato Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora